La Luna podría incrementar el calentamiento global

Un estudio reciente ha encontrado algunas evidencias que apuntan a que nuestro satélite natural la Luna puede influir en el proceso actual del calentamiento global. ¿Cómo es posible? Aquí te lo explicamos.

Luna llena
En el océano Ártico se pierden continuamente grandes cantidades de metano. Esta emisión de gases está correlacionada con la geología, la tectónica y, al parecer, también con nuestra Luna.

Hace algunos días, se publicó en la revista Nature Communications un artículo en el que se explica que nuestro satélite natural podría estar directamente relacionado con la liberación de una gran cantidad de metano en la atmósfera. Aunque la duración de este gas en nuestra atmósfera es relativamente corto comparado con otros gases de efecto invernadero, es más eficaz a la hora de atrapar el calor.

¿Cómo es posible?

De acuerdo con los investigadores, este extraño efecto se debe a las mareas y al arrastre que la atracción gravitatoria de nuestro satélite natural ejerce sobre ellas. Para ello, los responsables del artículo en la revista Nature, han tomado mediciones con un piezómetro durante cuatro días y cuatro noches consecutivas en el océano Ártico para cuantificar los datos.

Muchas personas desconocen que en el Ártico se pierden continuamente grandes cantidades de metano. Esta emisión de gases está correlacionada con la geología, la tectónica y ahora, según este estudio, también con la Luna. Sería el resultado de la acumulación de gas en el subsuelo, y su posterior disolución en la columna o penacho marino que migra a través de facturas.

La Luna ejerce un papel importante en esta liberación. Los autores informan que las acumulaciones de este gas son vulnerables a cambios de presión. Con una marea baja, la presión hidrostática es más baja y, por tanto, la liberación de metano es mayor. Por el contrario, con la marea alta, la presión es mayor y hay una menor intensidad de descarga.

Mareas: una nueva fuente de predicción

Las fugas de metano en el océano Ártico se llevan produciendo desde hace miles de años. El factor novedoso y que incluyen a partir de estas conclusiones, es que la Luna también es una responsable. A partir de este momento, las mareas (hasta menores de un metro) se podrían utilizar como una fuente de predicción para calcular la cantidad de metano que se libera día tras día en el Ártico.

A lo largo del estudio se plantean la posibilidad de que el aumento del nivel del mar pueda 'contrarrestrar' la liberación de metano por parte de los océanos. Esta es una de las múltiples posibilidades y variables que los científicos deben considerar: la posibilidad de que a mayor presión ejercida por el agua, mayor capacidad de retención del gas durante más tiempo.

El estudio parece que no acaba aquí. Ahora falta por comprobar cómo están afectando las mareas a la liberación de metano a nivel regional, a la zona del Ártico. Se trata de un cambio en las reglas del juego, es decir, algunos cambios en la presión del mar y las cantidades de metano se disparan...¡inquietante, desde luego!