Las grandes oscilaciones que dominan el clima de nuestro planeta

Del fenómeno del El Niño, de La Niña y de la NAO hemos oído hablar casi todos pero, ¿y si les digo que hay muchos más? Aquí te explicamos sobre algunas oscilaciones que determinan las condiciones atmosféricas de gran parte del planeta.

Planeta Tierra
Oscilaciones como ENSO, NAO, QBO, OMJ, PDO... ¡son las responsables del clima del planeta!

El comportamiento del clima está modulado por los intercambios de energía entre la atmósfera, el suelo, la criosfera, la biosfera y el océano. Una pequeña alteración en uno de estos subsistemas puede repercutir en el comportamiento de todo el sistema climático. Aquí repasamos los principales fenómenos cíclicos del planeta.

¿Qué son las oscilaciones?

Son fenómenos cíclicos que afectan de diferente forma al planeta, ya sea teniendo fases positivas, negativas o neutras. En primer lugar, a pesar de ser cíclicos, no ocurren siempre con el mismo intervalo de tiempo. Algunas de estas oscilaciones pueden tardar años, quizá décadas en volver a ocurrir o incluso lapsos de tiempo más dilatados.

Estas pueden guardar relación con cualquier aspecto del tiempo: las lluvias, la presión y la temperatura marina. Sin embargo, por lo general estas oscilaciones atmosféricas están muy conectadas a lo que sucede con la temperatura del agua en algunas partes de los océanos del mundo.

Encabezadas por las más populares

El Niño y La Niña, claro. Cada pocos años, se acumula la suficiente agua caliente en la zona ecuatorial del océano Pacífico como para que se desencadenen fluctuaciones climáticas naturales intensas. El calentamiento de aquella superficie marina se conoce como El Niño y lo contrario, es La Niña, que enfría la superficie del océano y absorbe el calor de la atmósfera.

El Niño sequía
Los efectos de El Niño suelen ser débiles, pero cada cierto tiempo se vuelven devastadores. Sequías, inundaciones e incendios forestales.

Los efectos de ambos se extienden por todo el planeta, cambiando los patrones climáticos desde Dakar hasta Boston, provocando sequías en África y se baraja que crudos inviernos en el norte de Europa. Estos episodios son, en realidad, la mitad de un ciclo meteorológico llamado ENSO (El Niño Southern Oscillation). Este ciclo completo suele producirse cada 2 a 7 años, y al hacerlo influyen en las pautas eólicas y pluviales de todo el mundo.

En el ámbito meteorológico, también se habla mucho de la North Atlantic Oscillation (NAO), que tiene que ver con los cambios drásticos del tiempo en las latitudes medias. Estas modificaciones anuncian variaciones en todos los aspectos del tiempo en Europa, Estados Unidos y Canadá.

Por lo general, cuando la presión en Islandia es inferior a la normal, la de las Azores suele ser superior (NAO +), y viceversa (NAO -). La primera da lugar a inviernos cálidos y húmedos en el norte de Europa y lo contrario en Canadá, por ejemplo. La segunda, en cambio, da lugar a precipitaciones en el sur de Europa y mucho frío en el norte.

Un gran listado

Cada 14 meses, los vientos soplan en torno al ecuador a gran altitud, para luego cambiar de dirección y fluir hacia el lado contrario. Unos 14 meses después vuelven a dar la vuelta, cerrando un ciclo de 28 meses. Se llama la Quasi Biennial Oscillation (QBO) y está relacionado con el viento zonal en la estratosfera tropical.

Luego, encontramos la Madden-Julian Oscillation (OMJ), una fluctuación del tiempo tropical que arrastra nubes y lluvias a lo largo del ecuador cada 30 a 60 días. Otra es la Pacific Decadal Oscillation (PDO) que provoca una alternancia de calentamiento y enfriamiento de las aguas subsuperficiales del océano Pacífico durante unos 30 años.

Esta última parecida a la Atlantic Multidecadal Oscillation (AMO), que puede llegar entre 20 a 40 años pasar de la fase fría a la cálida. ¿Hay más? Sí, otra es el ciclo de períodos glaciares e interglaciares que se suceden durante las glaciaciones, otra forma de oscilación aunque dure miles de años. Cualquiera que sea su nombre y de dónde vienen, es importante seguir sus tendencias y sus pasos para conseguir pronósticos más fiables.