¿Miedo a las serpientes o las arañas? Esta podría ser la razón

Las serpientes y las arañas son dos de las criaturas más temidas, pero un nuevo estudio ha identificado un factor fuertemente relacionado con las fobias hacia estos dos animales.

Serpiente Perico de Costa Rica
Una serpiente Loro en la selva tropical de Costa Rica

Una nueva investigación ha descubierto la primera evidencia de que las personas que se sienten más conectadas con la naturaleza tienen menos probabilidades de sufrir fobias a las serpientes y las arañas. En un estudio de más de 1,000 personas en Hungría, aquellos que mostraron una conexión más débil con la naturaleza obtuvieron puntajes significativamente más altos en las pruebas de miedo de estos animales.

Publicado recientemente en la revista People and Nature, de la Sociedad Ecológica Británica, el estudio utilizó cuestionarios establecidos clínicamente para establecer el miedo de los participantes a las serpientes y las arañas, así como su conexión con la naturaleza.

Descubrieron también que las personas más jóvenes y las que vivían en entornos más urbanos tenían más probabilidades de mostrar aversión a los dos animales.

"La conexión con la naturaleza puede tener una amplia gama de efectos positivos", dijo el Dr. András Norbert Zsido, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Pécs, Hungría. "En nuestro estudio encontramos que puede prevenir el desarrollo de animales fobias o podría facilitar el hacer frente a tal miedo si ya existen".

"También se ha demostrado que estar conectado con la naturaleza conlleva beneficios para la salud y puede resultar en un mayor conocimiento y una actitud más positiva hacia los animales, junto con una mayor responsabilidad ambiental".

Orígenes evolutivos

El miedo a las arañas (aracnofobia) y a las serpientes (ofidiofobia) son dos de las fobias animales más extendidas. Entre el 3 y el 6% de la población mundial tiene aversión a las arañas, mientras que se estima que alrededor de un tercio de las personas tienen miedo a las serpientes.

Se sospecha que ambas fobias se derivan de la historia evolutiva humana, con serpientes y arañas que representan una amenaza regular para nuestros antepasados en su vida cotidiana. De hecho, nuestro miedo a las serpientes en particular se comparte con muchas otras especies de simios, y se cree que ha contribuido a la evolución de los sistemas visuales avanzados de los primates.

Adorable araña saltadora
Un primer plano de una araña saltadora. ¿Demasiado cerca para su comodidad?

Si bien los miedos pueden mantenernos a salvo, las fobias, definidas como extremos de los miedos irracionales, pueden causar estrés y ansiedad debilitantes. Muchas arañas y serpientes son completamente inofensivas para los humanos, pero aun así desencadenan emociones negativas en las personas con fobias.

Los hallazgos de este estudio sugieren que pasar tiempo en la naturaleza y sentirse conectado con ella puede prevenir el desarrollo de estas fobias o proporcionar un medio para aliviar las que ya existen. Esto podría traer una variedad de beneficios, que incluyen una mejor salud, un mejor estado de ánimo y una reducción del estrés.

Sin embargo, como el estudio fue correlacionado, los investigadores no pudieron determinar la dirección de la relación entre la conexión con la naturaleza y la disminución del miedo. Como resultado, puede darse el caso de que las personas que tienen menos miedo a las serpientes y las arañas se sientan más cerca de la naturaleza, y no al revés.