¡El día más corto ha llegado! El Solsticio abre las puertas al invierno astronómico
El solsticio de diciembre marca el inicio del invierno astronómico en el norte, regalándonos la noche más larga del año debido a la inclinación terrestre y despertando antiguas tradiciones culturales.

El solsticio de diciembre marca el inicio oficial del invierno astronómico en nuestro hemisferio norte. En México, este 2025 el evento astronómico ocurrirá el 21 de diciembre a las 9:03 horas, inaugurando una nueva temporada de frío y, esperemos, cielos despejados.
Este fenómeno sucede cuando el punto subsolar alcanza su posición más austral sobre el lejano Trópico de Capricornio en el hemisferio sur. La palabra solsticio proviene del latín y significa "sol quieto", recordándonos siempre este bello instante astronómico del año.
Este evento astronómico se debe a que el eje de nuestro planeta tiene una inclinación de 23.45 grados. Como un trompo que gira ladeado, esta posición determina cuánta luz y calor recibimos del Sol en su largo viaje orbital anual.
Mientras nosotros en el norte nos preparamos para el frío y las noches extensas, el sur celebra el verano. Es una dualidad fascinante donde una mitad del mundo busca abrigo mientras la otra disfruta del Sol y el #TeamCalor (el mejor de todos) disfruta de buenas temperaturas.

Suele comenzar puntualmente el 21 o 22 de diciembre cada año, sin embargo, la fecha varía ligeramente porque nuestro calendario gregoriano no coincide exactamente con el tiempo del año tropical que recorre nuestro pequeño y azul planeta alrededor del Sol.
El misterio de las horas de luz
El solsticio de diciembre nos regala, en el hemisferio norte, el día más corto y la noche más larga de todo el ciclo anual. Es curioso notar que la puesta de Sol más temprana suele ocurrir unos días antes de esta fecha tan esperada por todos nosotros.
La duración del día cambia según qué tan cerca nos encontremos de los polos terrestres. En Toronto el día dura menos de nueve horas, mientras que en CDMX los habitantes disfrutan de once horas de luz solar debido a su ubicación geográfica.
En las regiones más extremas dentro del círculo polar ártico, el Sol simplemente decide no salir durante el invierno. Allí experimentan la noche polar, un periodo de oscuridad total donde el invierno muestra su cara más profunda y silenciosa ante todo el mundo.
A pesar del frío, el solsticio marca un punto de inflexión muy esperanzador para la humanidad. A partir de este momento, los días comenzarán a alargarse lentamente, ganando minutos de luz diaria conforme nos acerquemos con alegría a la ansiada llegada primaveral.
Ajustando el reloj cósmico
¿Te has preguntado por qué la fecha del solsticio varía entre el 21 y 22, incluso llegando a alargarse desde el 20 hasta el 23 de diciembre?. Esto sucede porque la Tierra tarda aproximadamente 365.24 días en completar su órbita solar, un pequeño desfase que se acumula en nuestro calendario civil actual.
Cada año, el solsticio ocurre unas seis horas más tarde, desplazándose lentamente en el tiempo. Si no hiciéramos nada, las estaciones terminarían moviéndose de mes, alterando nuestra percepción tradicional del clima y los ciclos naturales que rigen la vida humana cotidiana.

Para solucionar este desajuste y realinear nuestro tiempo con el cosmos, añadimos un día bisiesto cada cuatro años. Gracias a esta corrección, los solsticios y equinoccios regresan a su fecha habitual, manteniendo el orden necesario en todas nuestras actividades y muchos planes.
Otros factores sutiles, como el bamboleo del eje terrestre llamado precesión, también influyen en estos momentos astronómicos, un “pequeño” recordatorio de que nuestro planeta es un sistema dinámico en constante movimiento, viajando con absoluta precisión a través del oscuro (no tan) vacío del Universo.
Luces y rituales en la oscuridad
Desde tiempos antiguos, el solsticio de diciembre ha sido motivo de grandes celebraciones y rituales profundos, por ejemplo, en México, sitios arqueológicos como Teotihuacán fueron diseñados con precisión para alinearse perfectamente con la trayectoria del astro rey durante estos días tan especiales de invierno.
Los mexicas honraban el renacimiento del Sol celebrando a Huitzilopochtli con hermosas danzas y ofrendas. En la actualidad, muchas comunidades indígenas mantienen vivas estas tradiciones, conectando el pasado con el presente mediante ceremonias que agradecen la generosidad de los ciclos vitales.
Alrededor del mundo, festividades como el Yule nórdico o el festival chino Dongzhi celebran la luz. Incluso la Navidad se sincronizó con este evento para festejar el regreso de la claridad al hemisferio norte, transformando la oscuridad en una hermosa y calurosa esperanza.
El solsticio de diciembre es una oportunidad única para reflexionar sobre nuestra conexión con la naturaleza y el universo. Ya sea bajo la fea nieve o el hermoso Sol de verano, este fenómeno nos une en un ciclo continuo de renovación, gran esperanza y mucha alegría.