Peligro por el desgaste de los neumáticos: ¿Cómo las partículas de las llantas amenazan nuestras aguas?

Debido al viento y al clima, una gran parte del desgaste de los neumáticos termina en las aguas y la naturaleza circundantes. El problema no son sólo los microplásticos, sino sobre todo las sustancias tóxicas que liberan.

Los microplásticos presentes en los neumáticos de los automóviles suelen contener numerosas sustancias tóxicas
Los microplásticos presentes en los neumáticos de los automóviles suelen contener numerosas sustancias tóxicas. Imagen: tookapic/Pixabay
Lisa Seyde
Lisa Seyde Meteored Alemania 6 min

El desgaste de los neumáticos puede parecer un subproducto relativamente inofensivo del tráfico vial, pero plantea una seria amenaza ambiental: representa entre el 50 y el 90 por ciento de los microplásticos arrastrados desde las carreteras a los cursos de agua circundantes durante la lluvia. Un estudio reciente advierte ahora urgentemente sobre las consecuencias ecológicas.

Las partículas de desgaste de los neumáticos (TWP) se crean durante la conducción debido a la abrasión mecánica de los neumáticos del automóvil. Contienen numerosos productos químicos y metales pesados y se consideran una fuente importante de microplásticos en el suelo, el agua y la atmósfera.

Las proyecciones científicas también muestran que alrededor del 45 por ciento de los microplásticos en el suelo y el agua podrían provenir de neumáticos. Las concentraciones en los sistemas acuáticos varían desde unos apenas mensurables 0.00001 hasta unos alarmantes 10,000 miligramos por litro.

Detectados contaminantes altamente tóxicos

Un reciente artículo de revisión en el Journal of Environmental Management, en el que también participó el Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental (IGB), examina ahora los efectos del desgaste de los neumáticos en los organismos acuáticos.

“El problema del desgaste de los neumáticos no son solo las propias partículas, que permanecen en el ambiente durante mucho tiempo y se comportan como otros microplásticos, sino también la lixiviación de aditivos tóxicos”.

– Prof. Hans-Peter Grossart, investigador del IGB y coautor del estudio

Los neumáticos están hechos de más que solo caucho: en su producción se utilizan más de 2,400 productos químicos, de los cuales al menos 144 se liberan al medio ambiente al entrar en contacto con el agua (lixiviación), incluidas sustancias orgánicas altamente tóxicas como el particularmente crítico 6-PPD y su producto de degradación 6-PPD-quinona.

También se liberan metales pesados como zinc, manganeso, cadmio y plomo. En general, estos aditivos se utilizan como antioxidantes o plastificantes, como protección contra el ozono o como materiales de refuerzo y de relleno.

Consecuencias dramáticas

Las sustancias promueven la formación de radicales libres, causan daños genéticos y debilitan el sistema inmunológico. Consecuencias como deterioro del comportamiento alimentario, reducción de la reproducción y aumento de la mortalidad ya se han demostrado en organismos expuestos en estudios previos.

Durante el proceso de lixiviación, el desgaste de los neumáticos libera más sustancias químicas que los termoplásticos como el PE. Y también suponemos que se están filtrando incluso más sustancias de lo que se creía anteriormente

El estudio también muestra que el desgaste de los neumáticos cambia la composición de las especies en los cuerpos de agua: la biodiversidad disminuye y las redes alimentarias se desestabilizan. Esto a su vez influye en ciclos ecológicos clave, como el equilibrio de carbono y nitrógeno, y, por tanto, en procesos como la formación de biomasa y la disponibilidad de nutrientes.

Sin embargo, los científicos advierten contra la transferencia exacta de los resultados de laboratorio al entorno natural, ya que las condiciones en la naturaleza son mucho más complejas.

Los cambios ambientales globales, como el calentamiento y la acidificación, también exacerbarán los efectos del desgaste de los neumáticos y su lixiviación

Estos factores aumentaron la toxicidad y alteraron las interacciones con las comunidades microbianas, los ciclos de nutrientes y la resiliencia de ecosistemas enteros, dice Grossart.

Otro aspecto del estudio son las rutas de distribución de las partículas. Aunque pueden ser transportados por el viento, la mayoría se depositan cerca de su fuente, por ejemplo en sedimentos de cunetas de carreteras, ríos o lagos. Por ejemplo, los investigadores encontraron 0.17 miligramos de abrasión de neumáticos por kilogramo de sedimento en el lago Tegel en Berlín. Según un estudio reciente, el valor en los sedimentos del Sena en París podría llegar a ser de 300 miligramos por kilogramo.

Prevención posible

Pero precisamente porque las partículas suelen permanecer cerca de su fuente, es posible una prevención específica.

Las estrategias de mitigación eficaces naturalmente implican el desarrollo de procesos alternativos de fabricación de neumáticos. Pero también una mejor delimitación de las carreteras y del alcantarillado de las zonas naturales. Y, en última instancia, todo el mundo puede contribuir conduciendo con cuidado.

Los resultados demuestran que el desgaste de los neumáticos puede causar graves daños a los cuerpos de agua, lo que lo convierte en un riesgo creciente para los ecosistemas acuáticos en todo el mundo.

Referencias de la noticia

Song, W., Lin, L., Oh, S., Grossart, H.-P., & Yang, Y. (2025): Tire wear particles in aquatic environments: From biota to ecosystem impacts. Journal of Environmental Management, 388, 126059.

Jaffer, Y. D., Monikh, F. A., Uli, K., & Grossart, H.-P. (2024): Tire wear particles enhance horizontal gene transfer of antibiotic resistance genes in aquatic ecosystems. Environmental Research, 263, 3, 120187.