3 remedios caseros para ahuyentar, eliminar o atrapar moscas en casa
Se posan, las espantas e insisten. Con las lluvias y el calor, las moscas invaden cocinas y paciencia. Por qué aparecen más en esta temporada y cómo mantenerlas bajo control.

No traen paraguas. Pero con la lluvia y el calor se multiplican las patas y las alas. La temporada húmeda del año es un caldo de cultivo para la vida a pequeña escala. No pagan renta, pero ahí llegan y se quedan. Y así es como la vida diaria comienza a sonar en aleteos y zumbidos.
Todo empieza con una. Husmea, revolotea y se pega a tu vaso como si fuera suyo. La espantas. Vuelve. Y ahora trae a los tíos, sobrinos y todo el árbol genealógico. Y así comienza la incómoda invasión que todo lo quiere probar. Se posan, te retan y se frotan las patas disfrutando el comienzo de tu irritación.
Se estima que existen más de 160,000 especies descritas de moscas en el mundo, cifra que pudiera llegar a 1 millón si se consideran las que aún no han sido registradas por la ciencia. Y todas, tooodas, tienen ciclos de reproducción similares, que ocurren mayormente durante los meses más cálidos del año.
El tipo más común es la mosca doméstica. O sea que ya evolucionó para incomodar en la comodidad de nuestros hogares. Y es que las moscas, lo que no tienen de tamaño (con sus apenas 5-8 mm), lo tienen de pesadas e insistentes. El consenso es general en el mundo. La incomodidad con las moscas es multicultural y políglota.

Molestas... con pros y contras
Aunque, aceptémoslo, las molestas también tienen su utilidad: son recicladoras y tienen cupo designado en el grupo de limpieza ambiental. Además, sirven de alimento a otros animales. Algunas especies han servido como modelo científico para estudios de genética, son polinizadoras alternativas y ayudan en medicina forense. Pero también representan un riesgo para la salud.
En la naturaleza sí... que vuelen y aporten, pero lejos de nuestras cocinas. Es que en cuestiones domésticas, hay visitas indeseadas... y luego, están las moscas. Y es que cuando se siente el bzzz, ya es personal. Acompañantes de una mala higiene y también portadoras de enfermedades. Así que, aquí van 3 opciones para mantenerlas lejos de casa.
Trampa con vinagre y jabón (o agua azucarada)
El olor del vinagre de manzana les resulta irresistible. Lo confunden con fruta fermentada. Este dato sirve para trampas caseras. Unas gotas de jabón líquido rompen la tensión del agua, y cuando intentan posarse… el líquido las atrapa. Basta mezclar medio vaso de vinagre con una cucharadita de jabón y dejarlo abierto en zonas clave como la cocina o el bote de basura.
Limón con clavos de olor
Un bonus decorativo para el hogar que es un repelente natural de primera: medio limón y entre 10 y 15 clavos de olor "clavados" en su pulpa. El aroma que sueltan, entre ácido y especiado, es insoportable para las moscas (aunque para ti resulte agradable). Incomoda lo suficiente para que se busquen otro lugar donde posar las patas.

Aceites esenciales
Los aceites esenciales como el de lavanda, menta, citronela o eucalipto, además de perfumar el ambiente, ahuyentan moscas. Su aroma intenso les resulta desagradable. Una opción es preparar un spray casero.
Como extra se valen las redes o mosquiteros en puertas y ventanas. Pero, antes que trampas caseras y aceites aromáticos, es fundamental mantener la casa limpia y libre de residuos. Las moscas tendrán su lugar en la naturaleza, y hasta en la ciencia, pero que aporten lejos de tu vaso, tu comida y tu paciencia.