Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo 2025: Nuestra salud está en riesgo
Desde el 2019, esta conmemoración busca concientizar sobre los efectos crecientes de estos fenómenos para la humanidad. Este año se destacan los peligros para la salud y la economía.

La relación entre los seres humanos y los fenómenos meteorológicos siempre ha sido estrecha de diferentes maneras. Desde los primeros registros realizados por civilizaciones antiguas, las condiciones climáticas y los cambios en el tiempo tenían un gran impacto en la forma de vida de las comunidades alrededor del mundo.
¿La razón principal? Los efectos. La vida de millones de personas a lo largo de la historia ha sido impactada por episodios relacionados con el tiempo, generando retos que iban desde la adaptación a cambios estacionales, hasta pandemias y desplazamientos masivos de una población en la búsqueda de la supervivencia.
Hasta hace un siglo, está relación ambivalente siempre se inclinaba hacia “la madre naturaleza” como ganador absoluto, en una batalla en la que parecía que la humanidad nunca iba a ganar. Sin embargo, la curiosidad y la búsqueda incansable por comprender los cambios han cambiado el juego, teniendo como motor un solo objetivo: la mitigación.

Hoy en día, sabemos y entendemos más. Contrarrestamos los impactos, buscamos soluciones ante los efectos más intensos, y continuamos en la batalla entendiendo una cosa: la lucha ya no es contra de la naturaleza. La motivación actual es la búsqueda de soluciones y la protección de los más vulnerables ante los siguientes cambios; que cada vez son más mortíferos — en un giro inesperado — como efecto de nuestra propia intervención.
Tormentas de arena y polvo: una lucha continua ante sus efectos
En las últimas décadas, los huracanes, los tornados y las tormentas son sólo algunos de los fenómenos atmosféricos que se han intensificado de forma extraordinaria. Si bien, mucho de estos son parte de la dinámica cíclica del planeta y se reconocen desde que se tienen registros, lo que está pasando en la actualidad va más allá de lo que alguna vez hemos experimentado.
Los episodios más extremos están llegando desde los fenómenos menos pensados, y sus repercusiones ya son una crisis que viven millones hoy en día. Según el último boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre el Polvo en Suspensión en el Aire, hasta el momento 330 millones de personas están enfrentando problemáticas asociadas a un nuevo riesgo en incremento: las tormentas de arena y polvo.
Este fenómeno también conocido como haboob, polvo amarillo o tormenta blanca es habitual y natural en diversas regiones del planeta. Ocurren cuándo nuestra atmósfera entra en interacción directa con la superficie terrestre, arrastrando las pequeñas partículas de polvo mineral —que está como sedimento en las capas externas— por medio del viento.

Cuando las partículas más pequeñas de polvo se elevan a las capas más altas de la tropósfera (la región donde ocurren la mayoría de los fenómenos meteorológicos) por medio de la interacción con corrientes de aire ascendente, se forma una nube densa y brumosa. De contar con una fuerza de viento intensa, esta nube se moverá con rapidez, teniendo el potencial de viajar por cientos de kilómetros arrastrando con más partículas a su paso.
Estos eventos se consideran parte natural durante los cambios estacionales en las regiones áridas y semiáridas de Asia Oriental, el Norte de África, Sudamérica y sectores del Oriente Medio y Oceanía, en donde usualmente hay poca vegetación. Algunos factores ambientales influyen la aparición de este fenómeno como la humedad, la desertificación del lugar y la fuerza del viento.
¿Cuándo se volvió una problemática global?
Con el pasar de los años, la aparición de tormentas de esta índole se volvió cada vez mas frecuente. Lo que alguna vez fue natural y hasta necesario para el equilibrio y transporte de minerales, comenzó a ser una problemática mayor debido a que sus efectos no son instantáneamente destructivos, sino acumulativos.
Algunas de las problemáticas más importantes son:
- El deterioro del suelo
- Desertificación
- Afectaciones a ecosistemas terrestres y marinos
- Contaminación del aire
- Problemas respiratorios en humanos y animales
- Daño a cultivos
- Daño al ganado

Es importante destacar, que los efectos han sido amplificados debido a la interacción de los humanos y la explotación del medio ambiente por actividades como la degradación de tierras y la mala gestión del agua. Además, el cambio climático está potenciando aún más la aparición de este fenómeno.
12 de julio: Más que una conmemoración, la concientización de una realidad
Desde hace seis años gracias a la proclamación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en esta fecha se vuelve a poner en conversación esta nueva lucha creciente; poniendo en relevancia los riesgos latentes en la salud, la economía y el medio ambiente.
Este año, la Organización Meteorológica Mundial informó que el promedio anual de concentraciones de polvo en superficie se redujo en el 2024. Sin embargo, recalcó la importancia de la lucha ante los efectos de este fenómeno por medio de sistemas de alerta temprana, con el fin de mitigar y controlar las emisiones de polvo a través de centros regionales.
Referencia de la noticia:
- Boletín de la OMM por las tormentas de arena y polvo, Julio 2025.