El banco de semillas de Palestina fue destruido por el ejército israelí: CNA señala un "ataque a su soberanía agrícola"
La Unidad de Multiplicación de Semillas del Banco de Semillas de la Unión de Comités de Trabajo Agrícola (UAWC), ubicada en la ciudad de Hebrón, en el sur de Cisjordania (Palestina), fue destruida por el ejército israelí, utilizando excavadoras y otra maquinaria pesada.

La Unión de Comités de Trabajo Agrícola (UAWC, es una organización agrícola no gubernamental considerada una de las mayores instituciones de desarrollo agrícola de Palestina.
La UAWC fue fundada en 1986 por un grupo de agrónomos y cuenta con comités agrícolas en Cisjordania y Gaza, que brindan apoyo técnico y logístico a los agricultores locales.
En un comunicado en sus plataformas, la UAWC denunció lo que considera un "ataque deliberado de las fuerzas israelíes contra la soberanía alimentaria y el patrimonio de las semillas nativas en Hebrón", revelando que el ejército israelí había destruido las instalaciones de su Banco de Semillas.
Varias organizaciones agrícolas internacionales, como La Vía Campesina, Growing Agriculture y, en Portugal, la Confederación Nacional de Agricultura (CNA), ya han condenado este acto de destrucción, ocurrido "sin previo aviso y bajo protección militar", y que, en opinión de la CNA, "constituye un golpe directo a los esfuerzos palestinos por preservar la biodiversidad local y garantizar la soberanía alimentaria".
Reproducción e Intercambio de Semillas Locales
El Banco de Semillas de Hebrón, ha desempeñado un papel crucial en la protección de las variedades tradicionales de semillas y el empoderamiento de los pequeños agricultores mediante la reproducción e intercambio de semillas locales, declaró la CNA en un comunicado publicado esta semana.
Para la CNA, no hay duda de lo que esto representa: "La destrucción de un banco nacional de semillas es un acto de borrado cultural, cuyo objetivo es romper los vínculos generacionales entre los agricultores y sus tierras.
Es también otra acción inaceptable y siniestra del Estado de Israel, que utiliza la comida —el hambre— como arma de guerra contra la población palestina», afirma la CNA.

Expresando su solidaridad con los campesinos, pescadores y el pueblo palestino, la CNA afirma que apoya sus derechos a la alimentación, el agua y la tierra, y extiende su solidaridad y apoyo a la organización campesina palestina UAWC.
Además, la CNA exige una intervención internacional inmediata para exigir responsabilidades a la ocupación israelí por sus reiteradas violaciones de los derechos agrícolas, ambientales y humanos. También insta a los gobiernos a avanzar hacia una condena clara de estas acciones y el reconocimiento inmediato del Estado de Palestina.
La Vía Campesina, fundada en 1993, que es un movimiento internacional que reúne a millones de campesinos (trabajadores sin tierra, pueblos indígenas, pastores, pescadores, trabajadores agrícolas migrantes, pequeños y medianos agricultores, mujeres rurales y jóvenes campesinos de todo el mundo), también emitió una declaración internacional sobre la destrucción del Banco de Semillas en Palestina.

"La Vía Campesina condena enérgicamente este ataque", se lee en el documento difundido a los medios, que también afirma que considera esta acción israelí "un ataque político al derecho de un pueblo a vivir con dignidad, cuidar su tierra y determinar su propio futuro".
4,200 millones de dólares para la reconstrucción
La última evaluación geoespacial, realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Centro de Satélites de las Naciones Unidas (UNOSAT), reveló que, en la Franja de Gaza, solo menos del 5% de la superficie agrícola seguía disponible para el cultivo.
En abril, estas dos organizaciones realizaron una evaluación preliminar que reveló que, a esa fecha, "más del 80% de la superficie total de tierras agrícolas" en la Franja de Gaza había sufrido daños (12,537 hectáreas de un total de 15,053).
Como resultado, en ese momento, el 77.8 % de las tierras agrícolas eran inaccesibles para los agricultores, y la situación era especialmente crítica en Rafah y las gobernaciones del norte, donde casi toda la tierra cultivable es inaccesible.
La FAO estima que las necesidades de recuperación y reconstrucción en la Franja de Gaza superan los 4,200 millones de dólares estadounidenses.