Inicio de temporada de huracanes: qué significa, cómo se clasifican y cuándo hay que preocuparse

Año con año se registra uno de los fenómenos meteorológicos tropicales que más energía genera, caracterizado por vientos intensos, torrenciales lluvias, la presencia de marejadas y alto poder destructivo.

Existe un apoyo coordinado entre Estados Unidos y México para el monitoreo.

Previo al 15 de mayo, cada año el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), genera su previsión de la cantidad de ciclones tropicales que pueden presentarse. Esto es así porque al concluir la primera quincena de ese mes inicia oficialmente el monitoreo de las aguas marítimas, particularmente en el Pacífico y cercano a las costas mexicanas.

Se dice que para esa fecha oficialmente arranca la temporada de ciclones tropicales. En este sentido para el 1 de junio de cada año el SMN da por iniciada también la vigilancia más estrecha en aguas del Océano Atlántico. Para algunos sectores causa confusión pues se piensa que al llegar la fecha sucederá el primero, afirmación que es errónea.

Los ciclones tropicales son tormentas de rápida rotación; su diámetro suele medir entre 200 y 500 kilómetros; incluso algunos han alcanzado los 1,000 kilómetros. Ocurren con mayor frecuencia en los océanos tropicales, en donde el incremento de la temperatura de sus aguas son el combustible que los mantiene activos.

Entre nuestro país y los Estados Unidos existe una estrecha colaboración en este tema. Por ello, entre el SMN de México y el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) emiten, modifican y dan por terminados los avisos y alertamientos que puedan amenazar las costas nacionales y a su población.

Este tipo de fenómeno meteorológico es el que tiene mayor poder destructivo.

¿Qué significa?

Como se dijo antes, los ciclones son tormentas circulares que se forman en las aguas cálidas de los océanos tropicales. Para que exista su posible formación es necesario que se presente una baja presión atmosférica, hecho que sucede cuando los vientos comienzan a organizarse girando en el sentido contrario a las manecillas del reloj.

Los vientos comienzan a intensificarse y se van organizando núcleos nubosos con suficiente carga húmeda para provocar lluvias intensas. Este fenómeno meteorológico mantendrá su fuerza y actividad mientras se mantenga presente sobre las aguas cálidas oceánicas.

Además existe otro elemento cuya presencia favorece la presencia de los ciclones tropicales. Me refiero a la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), que es un “cinturón” de nubosidad que rodea al planeta y que es impujado por vientos alisios convergentes y aire ascendente.

La ZCIT y los cambios estacionales

Esta corriente de aire produce importante nubosidad, considerable condensación que formará nubes tormentosas, frecuentes tormentas eléctricas e importantes lluvias. Esta gran franja de nubosidad que rodea a nuestro planeta tiende a desplazarse hacia el norte y hacia el sur.

Este movimiento es estacional y está influenciado por el Sol. En la capa gaseosa, el aire que se aleja de la ZCIT es un factor muy importante en la circulación atmosférica. Conforme el aire desciende en zonas subtropicales, los vientos alisios se desplazan al oeste y al ecuador.

Al iniciar la temporada ciclónica se tiene la falsa creencia de que se presentará el primer evento. Esta afirmación es errónea

La precipitación que s genera dentro de la ZCIT es una forma de control del clima en varias zonas de clima tropical en nuestro planeta, especialmente en el clima ecuatorial húmedo, el clima litoral tropical monzónico, el clima tropical húmedo-seco, el clima estepario tropical y subtropical, además del clima tropical húmedo – seco.

¿Cómo se clasifican?

Volviendo a nuestro tema principal, los ciclones tropicales pueden pasar por varias etapas relacionadas a la intensidad del viento. Cuando estos presentan vientos máximos sostenidos de hasta 62 kilómetros por hora se les conoce bajo el nombre de Depresión Tropical.

Cuando el viento se ubica entre los 62 y 118 kilómetros por hora y su centro es cálido, es una Tormenta Tropical. Al llegar a esta etapa se le asigna un nombre oficial. Después de que el viento supera los 119 kilómetros por hora entra en la clasificación de huracán.

Este puede ser etiquetado en categorías que van del 1 al 5, dentro de la escala Saffir-Simpson dependiendo de la severidad de los vientos. Los ciclones tropicales son uno de los fenómenos meteorológicos con mayor poder destructivo.

¿Cuándo hay que preocuparse?

Las áreas que se encuentran lejos de la costa también deben conocer sobre las posibles amenazas, pues uno de los peligros puede estar relacionado a la presencia de fuertes vientos, inundaciones e inclusive la presencia de tornados. La República Mexicana es altamente vulnerable ante la presencia de este tipo de eventos.

Los huracanes son los que mayor amenaza representan en la vida de las personas y a la infraestructura. Sin embargo, las tormentas tropicales y las depresiones pueden generar también severos daños. Otro de los factores que deberán tomarse en cuenta también son las marejadas ciclónicas que es una elevación anormal del mar y son provocadas por los vientos de tormenta.

Zonas costeras las más vulnerables

Mientras un ciclón tropical alcance la categoría de huracán más intenso, existirán mayores posibilidades de que se presenten marejadas más altas. Los estados que son altamente vulnerables al impacto directo de un ciclón tropical incluyen, en el Pacífico a Baja California Sur, Sinaloa, Jalisco, Colima, Michoacán, Oaxaca y Guerrero.

En el Atlántico se encuentran Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Con el pasar de los años la población se ha vuelto más vulnerable pues la intensidad y severidad de estos eventos se ha incrementado en intensidad y frecuencia. Es importante mantenerse actualizado de las previsiones del tiempo.