México vivirá seis noches mágicas con la doble lluvia de estrellas: Líridas y Eta Acuáridas
Estamos a tan sólo unos días del momento cúspide de los magistrales eventos astronómicos de la primavera.

Con el comienzo de la segunda quincena de abril, las noches se vuelven el alivio de las tardes abrasadoras en las que, además, el cielo nocturno ofrece el espectáculos magistrales que ha fascinado a la humanidad desde tiempos antiguos: las lluvias de meteoros Líridas y la Eta Acuáridas.
Aunque su frecuencia es distinta a otras lluvias estelares más intensas como las Perseidas o las Gemínidas, su belleza y consistencia registrada desde hace decenas de siglos las hacen una de las favoritas para los observadores astronómicos; convirtiéndose en una sublime experiencia que tienes que vivir por lo menos una vez en la vida.
Si bien, para muchos podría ser la ocasión perfecta para pedir un deseo, la realidad es que también es una oportunidad para viajar en el tiempo a través del firmamento. No solamente por sus registros ancestrales, sino por ser un atisbo luminuscente de todo lo que ocurre en el cosmos, más allá de nuestra galaxia.

El pronóstico de una lluvia estrellada
A diferencia de las lluvias terrenales, las lluvias del firmamento se lograron pronosticar desde hace varios siglos. La observación, estudio y seguimiento de los patrones celestiales desde la perspectiva humana, comenzó con las primeras civilizaciones, estimando que los primeros registros de las Líridas ocurrieron hace 2700 años.
Si bien, otras civilizaciones alrededor del mundo también hicieron diversos registros y hallazgos en relación a este evento astronómico a lo largo de la historia, no fue hasta varios siglos más adelante que su pronóstico comenzó a tener gran relevancia con diferentes fines.
¡El cielo se cae!
Uno de los registros más impresionantes de este evento celestial fue el documentado el 20 de abril de 1803, en la ciudad de Richmond, en Estados Unidos. Durante esa noche, cientos de meteoros iluminaron los cielos de Virginia, sorprendiendo a los ciudadanos ¡incluso algunos pensaron que era el fin del mundo!
Las estimaciones basadas en los registros determinaron que se vieron hasta 700 meteoros por hora, razón por la cuál, la población entró en pánico. Sin embargo, una vez pasada la "lluvia", varios científicos de la época comenzaron a tomar más iniciativa en la investigación de estos fenómenos, y su posible relación con otros cuerpos celestes en el universo.

El deseo de hoy, un viaje en el tiempo hacia el mañana
Lo que hoy sabemos, es que cada que veas el resplandor fugaz de una estrella pasar durante estos días, estarás dando un vistazo al pasado. El hecho de que, año con año podamos ser testigos de este fenómeno celestial, es el resultado de la interacción entre la Tierra con el cosmos en el infinito espacio-tiempo.
Dr. Zeus Valtierra, astrofísico especializado de Meteored Mexico
Los tenues trazos de este cometa en el cielo nocturno es un vistazo hacia su última travesía en el Sistema Solar, algo que no volverá a ocurrir hasta el año 2276; haciendo aún más impresionante el hecho de continuar contemplando sus huellas cada año.
Líridas y Eta Acuáridas: ¡A unos días de su punto máximo!
Este año, las Líridas ocurren durante el 16 al 25 de abril de 2025. Para esta ocasión se espera que se puedan vislumbrar hasta 18 meteoros por hora en condiciones ideales. Si bien, la mayoría de ellos se verán como simples destellos parpadeantes, otros dejarán trazos luminosos persistentes por algunos segundos.
Las Líridas son también conocidas por la recurrencia de bólidos, que son meteoros brillantes que iluminan grandes porciones del cielo durante segundos (como el registrado en el Valle de México el 16 de abril del 2025) y que si además explotan al ingresar a la atmósfera, se les puede llamar bólidos explosivos o incluso superbólidos.
Mientras que la lluvia de estrellas Eta Acuáridas será visible en 2025 entre el 19 de abril y el 28 de mayo. El pico de actividad se espera alrededor del 5 y 6 de mayo, con la mejor observación en las horas antes del amanecer del 5 de mayo.
Su visibilidad es mucho mejor en el hemisferio sur, siendo mejor lugar para observar las Eta Acuáridas, mientras que en el hemisferio norte serán moderadamente visibles.