Los científicos confirman: "La minería en aguas profundas es demasiado peligrosa"
Extraer minerales del fondo marino ha cobrado impulso. El ecosistema marino y sus profundidades es de los ambientes más frágiles y menos estudiados y analizados en la Tierra.

Las actividades productivas y particularmente las de extracción deben considerar la evaluación minuciosa y rigurosa antes de iniciar sus operaciones. Por ello la asesoría técnico–científica es fundamental pues ayuda en la orientación y toma de decisiones sobre todo desde el punto de vista preventivo.
Desarrollar actividades mineras requieren un estudio minucioso y rigurosa de los potenciales riesgos al ser humano, así como el potencial impacto y riesgos al entorno y los organismos que en él se encuentren. Un reciente artículo de la Agencia Científica Nacional de Australia (CSIRO, siglas en inglés) lo explica.
La investigación se enfocó en la aplicación de técnicas de gestión integral para ecosistemas marinos particularmente hacia aguas profundas. Los análisis buscaron despejar las dudas respecto a los riesgos ambientales justificados en datos (información técnica) que ayudaran a impulsar políticas públicas.
El estudio explica que en el caso de la minería de aguas profundas, las inquietudes y dudas sobre los posibles impactos ambientales se incrementan por su limitado conocimiento, la naturaleza remota y la poca compresión de la profundidad del océano.
Impactos previstos en el fondo marino
Los investigadores que desarrollaron el estudio explican que CSIRO buscó proporcionar diversas evidencias imparciales. Se llevaron a cabo múltiples evaluaciones en donde se analizaron las condiciones que pudieran presentarse en el fondo marino y los posibles impactos en el entorno.

Contando con esa información, se determinó cómo se podrían utilizar esos datos para tomar decisiones y sobre que pudiera representar un daño grave. Aunque los avances tecnológicos hacen viable la posibilidad de desarrollar la minería en aguas profundas, esta ocasiona un impacto ambiental grave.
Se demostró que la extracción del material requiere bombear grandes cantidades de agua que dañan el lecho marino poniendo en peligro la vida marina. Las pruebas realizadas se experimentaron en aguas del Pacífico en el año 2022.
Información para toma de decisiones
Con los datos científicos se buscó fundamentar la toma de decisiones para generar certidumbre. “La ciencia bien aplicada puede proporcionar información imparcial que necesitan los responsables de la toma de decisiones”, explicó el científico principal de la investigación del CSIRO. Detalló que: “es fundamental con una fuente de información fiable”.
Además explicaron que las profundidades marinas son muy poco conocidas; lo que atrajo la atención de los técnicos fue la oportunidad de desarrollar una evaluación de alto nivel para dar confianza en la toma de decisiones sobre si la minería debería seguir adelante.
Actividad minera en el lecho marino
De resultar positivo el análisis, sería fundamental conocer cuáles serían las restricciones. Los investigadores de CSIRO explicaron que derivado del análisis de la información disponible y los posibles escenarios se observó que la actividad minera afecta considerablemente el lecho marino.
Diversas especies de este entorno acuático especialmente adheridas al fondo tendrían pocas posibilidades de recuperarse. Y aunque el monitoreo ambiental sería una parte crucial existen serias dudas de la capacidad de recuperación y gestión de los impactos ecológicos.
¿Es realmente necesaria la explotación minera del fondo marino?
Existe realmente muy poco conocimiento de los ecosistemas de aguas profundas. Las investigaciones demostraron que extraer minerales del fondo marino provocaría una gran pérdida y daños irreversibles en el hábitat.
Los científicos responden clara y de forma contundente: “no es realmente necesaria esta actividad”. Y se argumenta fundamentalmente por tres razones: 1. Las reservas terrestres de cobre, cobalto, níquel, manganeso o molibdeno conocidas a nivel mundial son abundantes, incluso se les cataloga en creciente demanda.
No existe una razón convincente para extraerlos de aguas profundas; la minería en aguas profundas es demasiado costosa y especulativa. 2. La minería “marina” no reemplazará a la que se realiza en tierra, aunque ha generado problemas sociales. Esta actividad en el agua daña gravemente al medio ambiente.
Patrimonio común de la humanidad
La tercera razón está fundada en la Convención de las Naciones Unidas Sobre el Derecho del Mar. Según la ONU el fondo marino es patrimonio común de la humanidad y los beneficios de esta actividad de extracción deberían distribuirse de forma equitativa entre todos los países alrededor del mundo.
Finalmente, no está claro si llevar a cabo la minería en aguas profundas pueda resultar una buena inversión. Muchos potenciales inversionistas han dudado y mejor han retirado sus inversiones. La amenaza del serio daño ambiental que puede generarse sugiere que no vale la pena el riesgo.
Referencia de la noticia:
R. Dawkins. Setting the standard: Science helps deep-sea mining decision-makers assess enviromental risks and viability. July 3, 2025. CSIRO.