¿Te despiertas para ir al baño? Cómo evitarlo, según la ciencia

¿A ti te pasa? A esto se le llama nicturia, así se le define a la necesidad de levantarse de manera regular por la noche para orinar, pero para que se le considere una micción nocturna, debe haber un periodo de sueño antes y después de cada episodio urinario. La nicturia suele describirse como el síntoma urinario más molesto y, además, es uno de los más comunes.

Se puede leer en la investigación en el texto del National Library of Medicine. Explica que la nicturia puede estar asociada a la privación de sueño prolongada, además de las molestias que ocasiona. Muchos pacientes niegan o evitan informar a su médico sobre esta condición pues creen que es parte normal del envejecimiento.

La nicturia es multifactorial, pero generalmente se debe a uno de cuatro problemas principales: poliuria nocturna, poliuria generalizada, problemas de almacenamiento funcional de la vejiga y trastornos del sueño. Una combinación de estos también puede provocar nicturia. Otro problema que la puede generar son los problemas hormonales.

Para diagnosticarla se solicita la evaluación de la nicturia es la prueba de orina de 24 horas. Este trastorno afecta a 50 millones de personas en Estados Unidos; de ellas, 10 millones reciben el diagnóstico, pero sólo 1.5 millones reciben tratamiento específico. En México no existe una estadística al respecto, las personas viven en silencio esta condición.

Causas de la nicturia

La nicturia es uno de los síntomas de la vejiga hiperactiva no explicable por infecciones del tracto urinario u otros trastornos identificables. El 50 por ciento de los pacientes con urgencia urinaria diurna también presentan nicturia. Quienes padecen nicturia y realizan tres o más micciones nocturnas por noche tienen una tasa de mortalidad significativamente mayor que la población general.

Esta condición, la nicturia afecta la salud general y el funcionamiento diurno debido a la falta de sueño, el riesgo de caídas y lesiones nocturnas, la reducción de la calidad de vida y la disminución de la productividad. Incluso puede afectar la salud de la pareja, cuyo sueño se ve interrumpido con frecuencia.

El sector de la población que más presenta este trastorno de la micción son sobre todo los adultos mayores. Estos pacientes que realizan múltiples visitas nocturnas al baño tienen un riesgo considerablemente mayor de sufrir caídas potencialmente graves. Una cuarta parte de todas las caídas en personas mayores ocurren durante la noche.

Además, la nicturia provoca privación del sueño, lo que puede causar agotamiento, cambios de humor, somnolencia, disminución de la productividad, entre otros problemas.

Los estudios han demostrado que más del 40 por ciento de las personas que se despiertan por la noche tienen dificultades para volver a conciliar el sueño. La nicturia también se asocia con un deterioro de la salud física, obesidad, diabetes, depresión y enfermedades cardíacas. A pesar de su relativa frecuencia, la nicturia suele estar infradiagnosticada, mal controlada y tratada de forma inadecuada.

Las estrategias de manejo según los expertos consisten en la modificación del estilo de vida, la terapia conductual y los medicamentos que deben ofrecerse a todos los pacientes con nicturia.

Control de vejiga, estrategias para reducir los problemas

Según la Clínica Mayo de Estados Unidos, algunos cambios en el estilo de vida pueden mejorar el control de la vejiga o ayudar a mejorar la eficacia del medicamento. Averigua qué puedes hacer para controlar tu vejiga. Para aquellos que se levantan varias veces por la noche para orinar, se hacen algunas recomendaciones.

• Bebe más de tus líquidos por la mañana y por la tarde y no por la noche. Deja de beber unas cuantas horas antes de acostarte.
• Omite el alcohol. Limita el consumo de bebidas con cafeína, como café, té o bebidas de cola. Hacen que orines más.
• Debes saber que hay alimentos, como la sopa, que deben añadirse a la cantidad total de líquidos ingeridos.

También te cuento de algunos irritantes de la vejiga como lo son el café, el té y las bebidas con gas, alcohol y el chocolate. Evita estos posibles irritantes de la vejiga durante una semana para ver si tus síntomas mejoran. Luego, incorpora progresivamente (cada 1 o 2 días) uno a tu dieta. Anota los cambios en la cantidad de orina.

Cambiar tus hábitos alimentarios no significa que ya no puedas volver a tomar tus comidas y bebidas favoritas. Bastará con tomarlas con menos frecuencia para notar cambios.