El combustible de rayos no es solo ciencia ficción: los rayos convierten el amoníaco en un "combustible verde"

Los investigadores han descubierto una manera de aprovechar los rayos para producir un potente combustible limpio que está despertando interés en la industria. Compartimos cómo y por qué.

El amoniaco es de gran interés en la industria naviera para la descarbonización.
El amoniaco es de gran interés en la industria naviera para la descarbonización.

En la ficción, ya sean películas, videojuegos o libros, solo quienes poseen magia pueden ejercer el poder del rayo. Pero los científicos han aprovechado el poder de la iluminación para el bien: para generar un combustible ecológico, generalmente difícil de producir.

Este combustible es el amoníaco, que ya es importante en la agricultura, pero podría ser uno de los productos químicos más importantes para la transición energética como un potente combustible alternativo.

Cómo los académicos aprovecharon los rayos

El equipo aprovechó los rayos artificiales (creados por el hombre), para generar una forma de producir gas amoníaco más eficiente que los métodos convencionales.

Los laboratorios producen amoníaco convencionalmente en solución. Transformarlo posteriormente en gas consume más energía. El método más común (que representa el 90% de la producción mundial de amoníaco), ha sido el proceso Haber-Bosch, que ha tenido un coste en carbono y consume mucha energía.

Además, solo funciona con acceso a gas natural de bajo costo para que sea económico. Por lo tanto, los investigadores han estado experimentando con formas alternativas de producir el combustible.

El "método del rayo" es un método más sencillo, propuesto por el equipo, para producir gas amoníaco. Quizás este método más simplificado también pueda ampliarse con mayor facilidad.

“Actualmente, la generación de amoníaco requiere una producción centralizada y el transporte a larga distancia del producto. Necesitamos un 'amoníaco verde' de bajo costo, descentralizado y escalable”, afirmó el investigador principal, el profesor P.J. Cullen, de la Facultad de Ingeniería Química y Biomolecular de la Universidad de Sídney y el Instituto Net Zero.

“En esta investigación, hemos desarrollado con éxito un método que permite convertir el aire en amoníaco en su forma gaseosa mediante electricidad. Un gran paso hacia nuestros objetivos”.

El interés de la industria en explotar el potencial del amoníaco

El amoníaco puede ser un transportador y una fuente de hidrógeno como fuente de energía. Incluso podría utilizarse para almacenar y transportar hidrógeno. Las industrias han mostrado interés en el 'craqueo' del amoníaco para separar sus moléculas (compuestas por tres moléculas de hidrógeno) y así aprovechar su potencial.

“El interés de la industria por el amoníaco no para de crecer. En esta investigación, hemos desarrollado con éxito un método que permite convertir el aire en amoníaco en su forma gaseosa mediante electricidad”, añadió Cullen.

Pero el amoníaco en sí mismo puede utilizarse como combustible en los motores y la infraestructura adecuados. Es un combustible libre de carbono debido a su composición química, y ha despertado interés en la industria naviera como posible combustible alternativo para la descarbonización del sector, responsable de alrededor del 3 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Referencia de la noticia

Using lightning to make ammonia out of thin air. University of Sydney. July 2025.