El vínculo entre el herpes y el Alzheimer: ¿Una nueva pista para frenar el deterioro cognitivo?

El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos ha investigado e identificado diferentes variantes genéticas asociadas con el Alzheimer y ahora otro estudio revela cómo se podrían proteger.

A medida que una persona envejece, se producen cambios en todas las partes del cuerpo, incluido el cerebro
A medida que una persona envejece, se producen cambios en el cuerpo, incluido el cerebro.

Aunque no está en el cuadro básico de vacunas del sector salud, si tienes más de 50 años te deberías poner la vacuna contra el herpes zoster, porque además de que te protegerá contra la llamada culebrilla, también te puede proteger contra las demencias, revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford.

El virólogo e investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, José Ángel Regla Nava explicó que los resultados que fueron publicados por los investigadores en la revista científica Nature concluyeron que de alguna manera esta vacuna protege contra las demencias.

Pero hablemos del Alzheimer, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento ha realizado varias investigaciones en donde han identificado diferentes variantes genéticas que están asociadas con la enfermedad de Alzheimer y que pueden aumentar o disminuir el riesgo de que una persona desarrolle la enfermedad.

En la mayoría de los casos, el Alzheimer no tiene una sola causa genética. En cambio, múltiples genes en combinación con factores de estilo de vida y ambientales como virus pueden influir en su desarrollo. Por lo tanto, una persona puede tener más de una variante genética o grupo de variantes que pueden aumentar o reducir el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer.

Necesitar ese tiempo extra es normal a medida que envejecemos.
Necesitar tiempo extra para realizar nuestras tareas es normal a medida que envejecemos.

El virólogo de la Universidad de Guadalajara, José Ángel Regla Nava explica que este estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford en el país de Gales y publicado en la revista científica Nature, se trata de una investigación bastante exhaustiva. Ya que dieron a conocer que las vacunas contra el herpes zóster en el 20 por ciento de los casos lograron una reducción de desarrollar demencia.

Herpes zóster

Se adquiere regularmente en la infancia, como varicela, por lo que se estima que la mayoría de la población lo tiene ya que nunca deja nuestro organismo, al contrario se puede alojar en el sistema nervioso, músculos y hasta en el cerebro y ante la baja de defensas puede aparecer como la llamada culebrilla que es muy dolorosa e incapacitante.

Este estudio se realizó en seguimiento a 280 mil personas durante siete años, fue un grupo de investigación que hizo un análisis de estas 280 mil historias clínicas tanto de personas vacunadas como no vacunadas, el principal hallazgo, que las personas que recibieron la vacuna tenían menos riesgo de desarrollar demencia en el 20 por ciento de los casos.

La vacuna contra el herpes zoster no es gratuita, de hecho es costosa, poco más de 2 mil pesos, pero al aplicarla después de los 50 años te proteges contra la culebrilla y de pilón te ayuda a tener menos incidencia de desarrollar Alzheimer.

Mediante esta investigación única se proporciona evidencia de un efecto preventivo o retardante de la demencia a partir de la vacunación contra el herpes zóster, que es menos vulnerable a factores de confusión y sesgos que la evidencia asociativa existente.

El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento recuerda que a medida que una persona envejece, se producen cambios en todas las partes del cuerpo, incluido el cerebro. Por ejemplo, ciertas partes del cerebro se encogen, incluidas aquellas que son importantes para el aprendizaje y otras actividades mentales complejas.

En ciertas regiones del cerebro, la comunicación entre neuronas puede ser menos efectiva. El flujo sanguíneo en el cerebro puede disminuir. La inflamación, que se produce cuando el cuerpo responde a una lesión o enfermedad, puede aumentar. Estos cambios en el cerebro pueden afectar la función mental, incluso en personas mayores sanas.

Por eso la insistencia de los especialistas de actuar desde la edad juvenil para disminuir o retrasar este envejecimiento cerebral y no dejar de ejercitarlo para que no pierda o no se alente las capacidades que tiene el cerebro también de regenerarse.