Infusión de pelo de elote: tradición herbal con beneficios naturales, según la cultura popular

No todo lo que parece desecho es inútil, en la cocina mexicana, incluso los “pelos” del elote tienen historia, sabor y propiedades que sorprenden. Esta bebida, guarda más secretos de los que imaginas.

Esta bebida no reemplaza tratamientos médicos ni antibióticos, así que si los síntomas de infección persisten, lo mejor siempre será acudir con un profesional de la salud.

Hablar de remedios tradicionales en México es abrir la puerta a un universo lleno de historia, sabiduría ancestral, sabores únicos y secretos revelados de generación en generación. Y entre todas esas, hay una que pocos se imaginan que puede tener usos medicinales: los pelos de elote.

Sí, esos hilos dorados que muchos conocen como xilote y que solemos desechar al consumir un elote. En muchos hogares, sobre todo en zonas rurales, son el ingrediente principal de una infusión muy popular. Esta bebida, conocida como té de pelo de elote o también té de barba de maíz, es parte de la medicina tradicional.

Y aunque no aparece en comerciales ni se encuentra embotellado en supermercados, sigue teniendo un lugar importante dentro de los remedios naturales que más confianza generan entre quienes prefieren lo natural antes que los fármacos.

Este té combina dos mundos: por un lado, la tradición oral, esa que nos llega por la abuelita, la tía, la señora del mercado, etc. Y por otro lado, la curiosidad científica, que intenta entender si hay algo más detrás de esos resultados que muchas personas aseguran experimentar.

El maíz, además de ser la base de la alimentación mexicana, tiene un peso simbólico y espiritual enorme, por eso no sorprende que no se desperdicie nada de él.

Pero antes de correr a preparar una infusión, vale la pena entender de dónde viene esta costumbre, qué se ha descubierto hasta ahora sobre sus beneficios y qué precauciones hay que tener. Porque, aunque sea natural, no significa que sea inofensiva en todos los casos.

¿Para qué sirve el té de pelos de elote?

En muchas comunidades rurales de México, preparar infusiones con plantas o partes del maíz no es nada raro. El pelo de elote, también llamado "barba de maíz", ha sido usado desde tiempos prehispánicos como parte de tratamientos caseros para molestias urinarias, cólicos, inflamaciones y más.

Hay quien lo toma como agua de uso, mientras que otros lo beben solo cuando tienen molestias.

Lo curioso es que, aunque parece una práctica muy antigua, hoy en día sigue estando vigente. En mercados, herbolarias y hasta en redes sociales, hay gente recomendando esta infusión para tratar desde una infección urinaria hasta para bajar la hinchazón del vientre.

La principal razón por la que la gente toma esta infusión es su efecto diurético. Es decir, ayuda a aumentar la cantidad de orina que el cuerpo produce. Esto, en palabras simples, sirve para "desintoxicar" o ayudar a que los riñones y el sistema urinario trabajen mejor, sobre todo cuando hay infecciones o inflamación.

Muchas personas lo usan cuando tienen cistitis, infecciones urinarias o cuando sienten ardor al orinar. El pelo de elote, al ser un diurético suave, ayuda a que el cuerpo elimine bacterias por medio de la orina y reduce la hinchazón interna. De hecho, algunas investigaciones han identificado compuestos como flavonoides y saponinas en esta parte del maíz.

Otro uso común es para la expulsión de cálculos renales. Si bien no los disuelve, se cree que al promover la micción frecuente puede ayudar a que salgan más fácilmente. No hay suficientes estudios clínicos en humanos que lo comprueben con certeza, pero los testimonios son frecuentes y consistentes.

Cáscara, grano, hoja, olote y hasta los pelitos tienen un uso, ya sea en la cocina, en la medicina o en rituales.

También hay quienes lo toman para mejorar la digestión, aliviar gases o simplemente como una bebida caliente sin cafeína. Y algunos estudios en animales han señalado que esta infusión podría tener un efecto protector sobre el hígado y el sistema digestivo, aunque aún falta investigación más sólida para afirmarlo con total confianza.

¿Cómo se prepara? Fácil y con pocos ingredientes

Preparar esta infusión no tiene mucha ciencia, lo más importante es usar pelos de elote frescos y bien lavados. Nada de usar los que ya están medio secos o sucios. Se recomienda usar aproximadamente un puñado por cada litro de agua. Una vez que el agua esté hirviendo, se agregan los pelos, se baja el fuego y se deja hervir de 5 a 10 minutos.

Después, hay que dejarlo reposar por unos 10 minutos más y finalmente colar bien antes de beber. Se puede tomar caliente o frío, con un poquito de miel o solo. Algunas personas lo mezclan con otras hierbas como manzanilla o hierbabuena, pero si lo que se busca es su efecto medicinal, lo ideal es tomarlo solo.

Personas que toman medicamentos diuréticos, anticoagulantes o que tienen enfermedades renales crónicas deberían consultar con un médico antes de probarlo

Y aunque es natural, no significa que sea para todos. Personas que toman medicamentos diuréticos, anticoagulantes o que tienen enfermedades renales crónicas deberían consultar con un médico antes de probarlo. También se recomienda no abusar de su consumo: tomarlo en exceso puede causar molestias estomacales o incluso diarrea.

Entonces... ¿Vale la pena probarlo?

Como con muchos remedios tradicionales, el té de pelo de elote no es una solución mágica, pero sí puede ser un aliado útil, especialmente si se usa con conocimiento y moderación. Para quienes buscan una alternativa natural, económica y fácil de preparar, esta infusión puede ser una opción interesante, sobre todo para apoyar el sistema urinario.

Y bueno, ya lo ves, el té de pelos de elote no es cualquier cosa. Tiene su historia, su ciencia detrás (aunque todavía en pañales) y sobre todo tiene el respaldo de muchas personas que lo usan y lo recomiendan desde hace generaciones. A veces lo más poderoso está en lo más simple, como esos hilitos que siempre tiramos sin pensar.

Quién diría que hasta eso tenía su chiste. No está de más probarlo, conocerlo, y decidir si va con uno o no. Al final, lo bonito de estas cosas es poder conectar con lo que somos, con lo que nos dejaron nuestras abuelas y al mismo tiempo echarle un ojo crítico. Porque tradición y conocimiento pueden caminar de la mano, ¿a poco no?