Bajo récords, contrastes y un desarrollo inusual: finaliza la temporada ciclónica 2025
Meteored te presenta el resumen completo, y un análisis detallado del comportamiento y los efectos registrados durante la temporada de huracanes en el Atlántico y el Pacífico Nororiental.

La temporada de huracanes 2025 ha sido una que quedará no solamente registrada en los libros, sino también en nuestra memoria colectiva. ¿La razón? Nos recordó — con claridad contundente — que, por encima de cualquier pronóstico o modelo, la naturaleza siempre tiene la última palabra.
Si bien, con el comienzo del año bajo la Fase Neutra del ENSO, se esperaba que su comportamiento fuera muy distinto al de temporadas de los años recientes (incluso con la posibilidad de registrar una actividad por encima del promedio), esta temporada finalmente concluyó con valores cercanos a la media.
En total, la cuenca del Atlántico produjo 13 tormentas con nombre. Estos sistemas ciclónicos mantuvieron sus vientos sostenidos en al menos 63 km/h; siendo cinco los que evolucionaron a huracanes — con vientos superiores a 119 km/h — y cuatro alcanzaron la categoría de huracán mayor, es decir, la categoría 3 o superior en la escala Saffir-Simpson, con vientos por encima de 179 km/h.

Mientras que, en la cuenca del Pacífico Oriental se registraron 18 tormentas con nombre, de las cuáles nueve se convirtieron en huracanes y tres alcanzaron la categoría de huracán mayor; siendo los ciclones Bárbara, Cosme, Dalila, Erick y Flossie los que causaron que México tuviera el mes de junio más lluvioso registrado desde 1941.
Entre contrastes y récords: una temporada inusual
Antes de comenzar el verano, los expertos anticipaban una temporada ocupada. Con temperaturas en los océanos elevadas, pronósticos de cizalladura del viento débil, mayor dinamismo en el monzón de África y bien adentrados en la fase neutra, todo apuntaba a que, como en años anteriores, los ciclones surgirían durante sus primeras semanas.
Y si bien, esto se cumplió en el Pacifico, en la cuenca del Atlántico tardo un poco más de lo esperado; para luego dar comienzo a un periodo que alternó entre lapsos de aparente calma y episodios de intensa actividad ciclónica. Fueron en estos, en los que surgieron algunas de las tormentas más poderosas registradas en los últimos años.

Entre ellas, Erin, Humberto y Melissa. Todos fueron sistemas intensos que alcanzaron la categoría 5, pero cada uno tuvo su propio récord. Erin registró el mayor aumento de vientos sostenidos en 24 horas, pasando de 120 km/h a más de 250 km/h con un descenso de presión histórico, denotando su intensificación extrema.
Meteorológa Ursula Pamela García, Experta de Meteored México.
Mientras que Melissa, fue uno de los más importantes al presentarse después del pico de la temporada, con una intensificación explosiva. Los datos de la misión de los caza huracanes confirmaron que el 28 de octubre del 2025, durante su trayectoria con dirección a Jamaica, rompió el récord de la ráfaga de viento más intensa jamás registrada, de 405 km/h.

En el Pacífico, el primer impacto en tierra fue de Erick siendo un huracán mayor categoría 3, poco después de haber alcanzado la categoría 4. Varios de los ciclones más intensos tomaron rutas en paralelo a las costas, dejando de esta forma también importantes efectos de forma indirecta.
Meteorológo José Martín Cortés, Experto de Meteored México.
Entonces... ¿la proyección de este año por los expertos se cumplió? En parte sí. Más allá del número final de ciclones que se contabiliza, un factor aún más importante es la energía acumulada por los ciclones. Este 2025 se consideró como muy alta para ambas cuencas, siendo esto un indicador que sugiere que la temporada fue intensa en términos de fuerza e impacto.
Nuevas tecnologías, pronósticos y un panorama en constante cambio
La temporada de huracanes 2025 dejó algo más que cifras y registros: nos ofreció una visión bastante reveladora de la variabilidad que se espera en cada temporada ciclónica, en este escenario cada vez más complejo como uno de los efectos directos del Cambio Climático.
Mantenernos informados hoy en día es una prioridad. Saber que sucederá en el tiempo, consultar pronósticos confiables o ser conscientes de como el clima está cambiando, se ha vuelto no sólo relevante, sino una necesidad.
Uno de los aprendizajes más notables ha sido el uso ampliado de nuevas tecnologías. Este 2025 será especialmente recordado por la incorporación de modelos basados en inteligencia artificial, que fue un complemento que marcó una diferencia notable y que conforme se vaya mejorando, será una herramienta útil para la mitigación y los sistemas de advertencia temprana.

Por otra parte, las misiones con aeronaves, drones y vehículos autónomos en superficie que la NOAA implementó, permitieron entender mejor la estructura interna de los ciclones más intensos, especialmente aquellos que alcanzaron categoría 5; siendo esto una nueva capa de información que mejorará las proyecciones en el futuro cercano.
Esta temporada nos ha reafirmado una vez más que estamos en una etapa de transición: con tecnologías más avanzadas, huracanes más extremos en un clima evolucionando y una dependencia creciente de pronósticos que, aunque cada vez mejores, siguen enfrentándose a la complejidad cambiante de la atmósfera.