Acuerdo histórico sobre pandemias para que el mundo sea más equitativo y seguro
Este Acuerdo representa una victoria para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral para proteger al mundo frente a futuras amenazas pandémicas.
En un comunicado de la Organización Mundial de la Salud se informó el acuerdo al que llegaron sus Estados Miembros al lograr el primer consenso sobre las pandemias en el mundo, esto ante el día internacional de la preparación ante las pandemias.
Recordemos que esta decisión histórica terminó luego de tres años de intensas negociaciones iniciadas por los gobiernos en respuesta a los devastadores efectos de la pandemia de COVID-19.
El objetivo es lograr que el mundo esté mejor preparado y responda de manera más equitativa ante futuras pandemias, señaló el comunicado. Este Acuerdo representa una victoria para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral ya que permitirá que colectivamente se esté mejor preparado para proteger al mundo frente a futuras amenazas pandémicas.
También es un reconocimiento de la comunidad internacional de que los ciudadanos, sociedades y economías no deben volver a quedar vulnerables a sufrir nuevamente pérdidas como las sufridas durante la COVID-19.
El Acuerdo de la OMS sobre Pandemias representa una oportunidad única para aprovechar las lecciones aprendidas durante esa crisis y garantizar una mejor protección para la población mundial ante una posible pandemia futura.
El Acuerdo de la OMS sobre Pandemias establece los principios, enfoques y herramientas para una mejor coordinación internacional en diversas áreas, con el objetivo de fortalecer la arquitectura de la salud global para la prevención, preparación y respuesta ante pandemias. Esto incluye el acceso equitativo y oportuno a vacunas, tratamientos y diagnósticos.
Con respecto a la soberanía nacional, el Acuerdo establece que nada en el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias deberá interpretarse como una autorización para que la Secretaría de la Organización Mundial de la Salud, incluido el Director General de la Organización Mundial de la Salud, pueda dirigir, ordenar, modificar o prescribir de otra manera la legislación nacional y/o interna.
De ninguna manera los funcionarios de la OMS podrían intervenir en la política interna de los países miembros, como prohibir o aceptar viajeros, imponer mandatos de vacunación, medidas terapéuticas o diagnósticas, o implementar confinamientos.
El Acuerdo de la OMS sobre Pandemias establece los principios, enfoques y herramientas para una mejor coordinación internacional en diversas áreas, a fin de fortalecer la arquitectura de la salud global para la prevención, preparación y respuesta ante pandemias. Esto incluye el acceso equitativo y oportuno a vacunas, tratamientos y diagnósticos.
Día Internacional de la Preparación ante Pandemias
Este 27 de diciembre es el Día Internacional de la preparación ante las epidemias por esta razón es tan importante recordar los tiempos para que este acuerdo sea una realidad. Si no prestamos atención en el plano internacional, las futuras epidemias podrían ser más intensas y graves.
Es fundamental concienciar al público, intercambiar información, conocimientos científicos y mejores prácticas, impartir educación de calidad e instituir programas de sensibilización sobre las epidemias en los planos local, nacional, regional y mundial, puesto que son medidas eficaces para prevenir y responder antes las epidemias.
En América Latina y el Caribe, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) jugó un rol fundamental para asegurar que los países de las Américas fueran escuchados durante los tres años del proceso de negociación.
La Organización promovió cuatro reuniones presenciales con representantes de los Ministerios de Salud y sus misiones diplomáticas para garantizar que cada país de la región tuviera acceso a toda la información necesaria y pudiera participar activamente en el proceso de negociación.
Sin embargo, si bien celebramos este logro colectivo, también reconocemos que el trabajo continúa. Debemos seguir apoyando a los países en el fortalecimiento de sus capacidades, no solo para futuras pandemias, sino también para responder eficazmente a brotes actuales como los de influenza aviar, dengue, fiebre amarilla y sarampión.