Basura espacial pone en peligro a los Astronautas de la EEI

El lunes por la mañana Astronautas y cosmonautas a bordo de la Estación Espacial Internacional, se vieron obligados a refugiarse en un par de cápsulas espaciales después de que una nube de desechos espaciales amenazara con pasar cerca del puesto de mando que está en órbita.

Nave espacial Crew Dragon
Los Astronautas de la Agencia Espacial Europea, se refugiaron en su nave espacial Crew Dragón. Imagen: NASA-ISS

Este pasado lunes 15 de noviembre la vida de los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI), estuvo en peligro debido a una posible colisión que pudo originarse gracias al choque de basura especial con el puesto de mando de la estación.

El Departamento de Estado de Seguridad Nacional de los EE. UU., confirmó que fue una prueba de armas rusas espaciales al lanzar un misil espacial que destruyó intencionalmente un viejo satélite de la era soviética el cual creó más de 1,500 fragmentos de basura espacial en órbita.

Controladores espaciales instruyeron a los astronautas de la EEI a refugiarse en un par de cápsulas espaciales, después de que una nube de desechos espaciales amenazara con pasar muy cerca del área donde están en órbita. En caso de que una colisión hubiera ocurrido las cápsulas tenían que desacoplarse de la estación espacial de inmediato y regresar a la Tierra.

El Secretario de Estado Antony Blinken dijo que la prueba "demuestra claramente que Rusia, a pesar de sus afirmaciones de oponerse a la militarización del espacio exterior, está dispuesta a poner en peligro la sostenibilidad a largo plazo y poner en peligro la exploración y el uso de la área especial por todas las naciones a través de su comportamiento imprudente e irresponsable".

Acciones de seguridad espacial

Durante la maniobra de emergencia, los astronautas de la NASA Tom Marshburn, Raja Chari y Kayla Barron, junto con Matthias Maurer de la Agencia Espacial Europea, se refugiaron en su nave espacial Crew Dragon, mientras que los cosmonautas rusos Anton Shkaplerov, Pyotr Dubrov y el astronauta de la NASA Mark Vande Hei, se refugiaron en su cápsula Soyuz.

Los controladores de la misión les aconsejaron que mantuvieran cerradas algunas escotillas entre los módulos de la estación espacial principal como medida de precaución. La NASA dijo que la estación espacial pasa a través o cerca del campo de escombros cada 90 minutos, y los funcionarios de la agencia continuarán evaluando la situación.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, calificó el incidente de "inconcebible" y agregó que los fragmentos del satélite amenazan la vida de todos los astronautas que viven y trabajan en el espacio, incluidos los siete individuos en la Estación Espacial Internacional y tres miembros de la tripulación a bordo de la estación espacial Tiangong de China.

Dijo que la explosión creó cientos de miles de piezas de escombros de menos de tres pulgadas de diámetro, además de las piezas de escombros más grandes y rastreables. En un comunicado el lunes por la noche, Nelson dijo estar indignado por las acciones de Rusia.

"Con su larga e histórica experiencia en vuelos espaciales tripulados, es impensable que Rusia ponga en peligro no sólo a los astronautas estadounidenses e internacionales asociados en la EEI, sino también a sus propios cosmonautas", agregó Nelson.

La postura de Estados Unidos

El general del ejército estadounidense James Dickinson, comandante del Comando Espacial de los Estados Unidos, también condenó la prueba antisatélite y dijo que los escombros resultantes "continuarán representando una amenaza para las actividades en el espacio exterior durante los próximos años".

El Departamento de Defensa rastrea regularmente más de 27,000 piezas de basura espacial, incluidos aproximadamente 23,000 objetos más grandes que una pelota de béisbol. A lo largo de la historia de la estación espacial, la NASA ha tenido que realizar más de 25 maniobras especiales para esquivar los desechos orbitales que pasaron demasiado cerca del puesto de avanzada en órbita.

Se emite comunicado por parte de Rusia dando su versión

Rusia confirmó que había realizado la prueba, pero rechazó cualquier sugerencia de que hubiera representado un peligro para los astronautas.

"Estados Unidos sabe con certeza que los fragmentos resultantes, en términos de tiempo de prueba y parámetros orbitales, no representaron ni representarán una amenaza para las estaciones orbitales, naves espaciales y actividades espaciales", contestó este martes 16 de noviembre el Ministerio de Defensa de Moscú.