Cuánto hielo tienen el Ártico y la Antártida: los últimos datos de la Met Office

Del Norte al Sur, el blanco polar se desvanece. Nuevos datos de la Met Office revelan mínimos históricos de hielo marino en 2025, una señal de alerta para el clima global.

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Extensión del hielo marino actual y la extensión histórica promedio en naranja. Imagen creada usando información de Met Office.

Ronda un silencio blanco allá, donde la Tierra se estrecha y se cubre con su piel helada, y las auroras pintan el cielo de fuego frío. Una calma gélida que se extiende, sólida e imponente, a 66° de latitud a cada lado del ecuador. Hacia el Norte está el Ártico, hogar de Santa y la estrella polar. Al Sur, la Antártida se extiende, inhóspita y ventosa, entre pingüinos, focas, ballenas y aves marinas.

En promedio anual, el océano Ártico alberga cerca del 40 % del hielo marino global, y el océano Austral que rodea la Antártida concentra el otro 60 %.

Pero es blanco con matices. Es hielo marino cuando es agua de mar congelada, que va flotando, salada y sólida, sobre el océano. Mientras, es hielo terrestre el que surge, dulce, de la nieve compactada que se acumula sobre tierra firme durante siglos o milenios (capa de hielo antártica, capa de hielo de Groenlandia, glaciares). Su volumen es mucho mayor comparado con el hielo marino.

A diferencia del terrestre, el hielo marino no contribuye directamente al aumento del nivel del mar al derretirse. Se trata de un importante espejo que refleja la radiación solar, regula el intercambio de calor entre el océano y la atmósfera y condiciona patrones meteorológicos a escala planetaria.

Históricamente, sigue un ciclo anual marcado. En invierno, la superficie helada se expande alcanzando su máxima extensión; en verano, el calor derrite buena parte de esa cubierta, reduciendo su extensión a un mínimo estacional. En el Ártico, este ciclo es más pronunciado y el hielo suele ser más joven y delgado que en décadas pasadas; en la Antártida, el patrón ha sido más variable.

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En promedio, cada día, en julio de 2025 se perdieron 75,000 kilómetros cuadrados de hielo marino en el Ártico.

Pero hace años que se nos desdibuja el blanco. Bajo el oscuro cielo invernal o el eterno Sol de medianoche veraniego, tanto el Ártico como la Antártida están experimentando niveles históricamente bajos de hielo marino. Un espejo blanco, resquebrajado y débil, que va alterando el equilibrio existente en el sistema climático global.

De cifras y mínimos

En el Ártico, la extensión del hielo marino hasta el 4 de agosto de 2025 se estimó en 6.65 millones de kilómetros cuadrados. Este fue el quinto valor más bajo registrado para esta fecha desde que existen observaciones satelitales en 1979. La cifra está 1.59 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio de referencia 1981–2010.

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Extensión del hielo marino actual y la extensión histórica promedio en naranja. Imagen creada usando información de Met Office.

Durante julio, el hielo marino normalmente comienza a derretirse de la costa en todo el océano Ártico, excepto en la costa norte de Groenlandia y el archipiélago ártico canadiense, donde suele permanecer durante todo el año. Pero el derretimiento fue excepcionalmente más rápido que el promedio en los mares de Kara y Láptev al norte de Siberia.

En Siberia Occidental, Mar de Chukotka y el oeste del Mar de Beaufort, la extensión de hielo marino estuvo por debajo de la media, pero en menor grado. Contrastando con el extremo oriental del Mar de Beaufourt, donde las cifras se mantuvieron por encima de la media.

En general, las aguas más cálidas de lo habitual en los mares de Kara y Láptev propiciaron un mayor derretimiento en estas regiones.

El deshielo estival está ligado al calentamiento propio de la temporada y la distribución de los centros de alta y baja presión. En general, las aguas más cálidas de lo habitual en los mares de Kara y Láptev propiciaron un mayor derretimiento en estas regiones.

Hacia el sur, en la Antártida, la extensión hasta el 4 de agosto alcanzó 16.27 millones de kilómetros cuadrados, el segundo mínimo histórico para la fecha, solo por encima del registrado en 2023. Esta cifra se ubica 1.32 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio de referencia. ¿Y qué pasó?

En julio se ubicó una intensa zona de baja presión sobre el Mar de Amundsen y un fuerte anticiclón al norte del Mar de Ross. Esto generó vientos fríos del sur en la zona del Mar de Amundsen, lo que favoreció una ligera extensión de hielo por encima de la media. En contraste, los vientos del norte, más cálidos, alcanzaron el Mar de Bellingshausen y el oeste del Mar de Ross favoreciendo el deshielo.

Proyecciones

La incertidumbre relacionada con la extensión del hielo marino ártico para septiembre es alta. La tasa media de pérdida de hielo durante agosto ha sido muy variada en los últimos 15 años, lo que dificulta hacer proyecciones confiables. Sin embargo, es seguro que seguirá disminuyendo y quede en el rango de 3.99 a 5.68 millones de kilómetros cuadrados.

La pérdida simultánea de hielo marino en ambos polos no es solo una estadística más. El retroceso del blanco polar es una señal inequívoca de que el termostato natural del planeta está alterándose. Lo que ocurre en los polos no se queda en los extremos del mapa; sus consecuencias viajan a todo el globo alterando climas, corrientes oceánicas y ecosistemas.

Referencia de la noticia

Briefing on Arctic and Antarctic sea ice. Agosto 2025. Alex West y Ed Blockley.