Día de la Independencia de México 2025: origen, tradiciones y cómo se celebra el 16 de septiembre

Cada 16 de septiembre, México se tiñe más de verde, blanco y rojo. Entre campanas, desfiles, fiestas y sabores, la independencia se celebra, y el orgullo patrio trasciende fronteras.

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Años después de inaugurado, el Monumento a la Independencia (o Ángel) se convirtió en un mausoleo para los héroes de esa guerra.

En México, septiembre vibra distinto. Y no solo por la recurrente visita de los terremotos, sino porque, septiembre, es mes de Patria. Es cuando las plazas hierven de gente y el eco de una campana viaja desde hace más de dos siglos en la memoria colectiva de todo México, dentro y fuera de sus fronteras.

La guerra de la Independencia dio inicio la madrugada del 16 de septiembre de 1810 en la ciudad de Dolores (hoy Dolores Hidalgo, Guanajuato), convocada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, junto con los generales Ignacio Allende y Juan Aldama, a través del repique de la campana de su iglesia.

La guerra de Independencia comenzó luego del famoso "Grito de Dolores", en la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Once años después, se consumó la Independencia de México el 27 de septiembre de 1821, bajo el Plan de Iguala, proclamado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. Así, tras más de una década de lucha, entraba triunfal el Ejército Trigarante a Ciudad de México.

Durante este período sobresalen en la historia ciudades como Querétaro, bautizada como la Cuna de la Independencia, donde se gestó la misma con importantes personajes como la Corregidora (Doña Josefa Ortiz de Domínguez), su esposo el Corregidor, Hidalgo, Allende, Aldama, los hermanos Epigmenio y Emeterio González, entre otros.

Pero el nacimiento de México independiente no quedó escrito de una sola vez. En el Acta de Independencia firmada el 28 de septiembre de 1821, se establece que México sería reconocido como Imperio. Luego de la caída del emperador Iturbide (1823), el acta fue renovada y en lugar de decir “Imperio”, se estableció el término “República”. Por eso México cuenta con dos actas de independencia.

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La madrugada del 16 de septiembre, el padre de la Patria (Miguel Hidago) tocó la campana de la iglesia para convocar al pueblo a luchar por la independencia.

Y desde 1823, con la instauración de la República, el Congreso Constituyente declaró el 16 de septiembre como fiesta nacional, conmemorando lo acontecido en 1810. En 1845, se celebró oficialmente la ‘Ceremonia del Grito’. Y así, el paso del tiempo convirtió aquella madrugada en una de las fiestas cívicas más arraigadas de la República, que se pinta libre… de verde, blanco y rojo.

De Hidalgo al Palacio Nacional

Fue en 1845 cuando se estableció que la ‘Ceremonia del Grito’ se realizaría cada 15 de septiembre a las 23:00 horas, momento en que el presidente de la República y los gobernadores de cada estado recrean el Grito de Dolores desde los balcones de los palacios de gobierno. Miles de personas se reúnen en las plazas principales para acompañar el “¡Viva México!”, e inicia así la celebración.

El 16 de septiembre es el día oficial de la Independencia, y se celebra con desfiles militares, actos cívicos y festividades. Una independencia que se recuerda, se canta, se saborea, se baila. Incluso, se inmortalizó en piedra: el 16 de septiembre de 1910, se inauguró el “Ángel de la Independencia” en el Paseo de la Reforma, en homenaje al Centenario del inicio de la guerra de independencia.

El 16 de septiembre de 1910, se inauguró el “Ángel de la Independencia” en el Paseo de la Reforma, en homenaje al Centenario del inicio de la guerra de independencia.

El 16 de septiembre es día feriado oficial en todo México: no hay clases ni labores. Esa mañana, la Ciudad de México despierta con el desfile cívico-militar en el Zócalo, donde el/la presidente(a) encabeza la ceremonia junto al Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina. Mientras, en cada estado y municipio, escuelas y comunidades organizan sus propios desfiles y actos cívicos.

Este día es la culminación formal de lo que inició a ritmo de fiesta la noche del 15. Las Fiestas Patrias llegan a todas las plazas públicas de México. Las familias se dan cita para ser partícipes de verbenas populares, música y la gastronomía típica, con el toque picante del pozole o los chiles en nogada, la intensidad del tequila y el mezcal, o lo fresco de las chelas.

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El 16 de septiembre, México late dentro y fuera de sus fronteras: orgullo patrio unido en un mismo grito.

Y así, a ritmo de orgullo, historia, y con el trazo firme del tiempo, se forjaron algunas de las tradiciones más destacadas:

  • El Grito: en el Zócalo de la Ciudad de México y en plazas estatales, miles de personas esperan la medianoche del 15 de septiembre para escuchar al presidente o a las autoridades dar el tradicional grito de “¡Viva México!”.
  • Fuegos artificiales: iluminan el cielo de ciudades y pueblos, acompañados de música y aplausos.
  • Música y bailes típicos: mariachis, danzas folclóricas y canciones patrióticas se convierten en el corazón de las celebraciones.
  • Decoración tricolor: las calles, edificios, autos y casas se visten con banderas, luces y papel picado en verde, blanco y rojo durante todo septiembre.
  • Gastronomía mexicana: el pozole, los chiles en nogada, el mole, el tequila y el mezcal son protagonistas de las reuniones familiares y fiestas populares.

Orgullo tricolor más allá de las fronteras

Durante estas fechas, el orgullo mexicano traspasa fronteras. Las comunidades mexicanas en otros países (como Estados Unidos, Canadá, España, y algunos de Latinoamérica) celebran la independencia con festivales, ferias gastronómicas, conciertos y desfiles.

En ciudades como Los Ángeles, Chicago o Houston, donde residen millones de mexicanos, el Día de la Independencia es una cita obligada que reúne a miles de personas para gritar con fuerza: “¡Viva México!”.

Y es que celebrar el 16 de septiembre es más que recordar el inicio de la Independencia. Es tatuarse Patria en el alma, en un acto de identidad y memoria que refuerza la unión nacional. Es el sentir de un pueblo que entiende que el orgullo patrio no caduca, y que en cada "VIVA" hay siglos de memoria y futuros por construir.