Frutas y verduras de temporada en Septiembre en México: de la ciruela al chile poblano, frescura en verde, blanco y rojo

En México, septiembre no solo se vive con banderas y música, también con frutas y verduras frescas en su punto perfecto, pintando la mesa con los colores patrios en cada platillo.

El chile poblano se llama así porque se originó en Puebla, y aunque es suave en picor, cuando se seca se convierte en chile ancho.

Para nosotros los mexicanos, septiembre tiene un sabor distinto. Es un mes que huele a la cocina de la abuela, a las calles con papelitos de colores y a ese orgullo que nos recuerda de dónde venimos. Pero más allá de las fiestas patrias, también es un mes en el que el campo se pone de fiesta, la tierra se luce con frutas y verduras, llenas de color y sabor.

Con septiembre llega el final de las lluvias más fuertes y empieza a sentirse un clima más tranquilo, ni tan caliente ni tan frío. Eso hace que varios cultivos estén justo en su mejor momento. Y si vas al mercado, lo notas, los colores brillan más, los precios son más accesibles y hasta los sabores parecen más intensos.

Además, hay algo especial en este mes que nos invita a visitar el mercado con calma. Caminar entre los puestos repletos de granadas, poblanos, manzanas o peras es una experiencia que conecta con nuestras raíces. Se siente bonito llevarte a casa productos recién cortados.

Comer lo que está en temporada es simplemente seguir el ritmo de la naturaleza y de paso, cuidar el bolsillo. Los alimentos que llegan en su momento justo no solo son más baratos, también están llenos de nutrientes y saben mucho mejor. No hay comparación entre un jitomate de septiembre y uno que pasó meses en cámaras frigoríficas.

La ciruela criolla llegó a México con los españoles, pero aquí se adaptó tan bien que mucha gente cree que es originaria de nuestro país.

Y claro, también nos recuerda que la comida es parte de nuestra identidad. Es el mes en que hasta la naturaleza parece patriota: el verde del chile poblano en los chiles en nogada, el blanco de la cebolla que no puede faltar en un guiso, y el rojo del jitomate que pinta nuestras salsas. Verde, blanco y rojo, directo en el plato.

Frutas de septiembre: dulzura natural en su punto

El mes arranca con una variedad deliciosa de frutas y una de las más esperadas es la granada, que además de darle vida a los chiles en nogada, está llena de antioxidantes y vitamina C. Es una joya agroalimentaria que adorna los platillos y tambien protege el cuerpo, comerla en estos días es casi un ritual patrio.

El higo también se encuentra en pleno apogeo, esta fruta pequeña es fuente de fibra y minerales como el potasio. En México, el higo se disfruta fresco, pero también en mermeladas y postres. Hay quienes dicen que un higo maduro en septiembre sabe más dulce que en cualquier otra época.

La granada es un cultivo que fue introducido por los españoles en el siglo XVI pero que se adaptó perfectamente a zonas como Puebla y hoy es parte importante de nuestra gastronomía.

La guayaba, se empieza a ver más seguido en los mercados y es perfecta para jugos o para esos atoles calientitos de la mañana. La ciruela criolla todavía aparece en algunas regiones, con ese toque acido que encanta, y también está la papaya, fresca y jugosa, ideal para un desayuno ligero o una ensalada de frutas bien tropical.

Otra fruta que se luce es la pera de agua, con su frescura y suavidad. Es perfecta para comer sola, pero también se adapta muy bien a ensaladas y postres. Y no podemos dejar fuera a la manzana, especialmente la que se produce en Chihuahua y Puebla, que en estas fechas está en su mejor momento.

Los elotes asados no solo son tradición en ferias y fiestas, también desarrollan un sabor más dulce porque el calor del carbón carameliza sus azúcares naturales.

En el sur del país, el mamey todavía se consigue en buen estado, y el plátano nunca falta. El plátano mexicano, además de ser un alimento energético, es una de las frutas más exportadas a nivel mundial. Si compras plátanos en septiembre, es probable que los encuentres más económicos, justo porque la oferta nacional es mayor.

Verduras de septiembre en México

Si hablamos de verduras, septiembre es el reino del chile poblano, es imposible no pensar en los chiles en nogada, ese platillo barroco que mezcla historia, sabor y orgullo. El poblano, además, es rico en vitaminas A y C y tiene un sabor único que lo hace protagonista en salsas y guisos.

Junto con el poblano, también destacan otros chiles que se disfrutan en esta temporada como el serrano, el jalapeño y el guajillo, todos básicos en la cocina mexicana. Cada uno tiene su carácter: el jalapeño con su picor medio, el serrano con ese sabor más punzante y el guajillo que tiñe los guisos con un rojo intenso y profundo.

El jitomate está en plena cosecha. En muchas regiones, como Sinaloa o Michoacán, se cosecha con fuerza y llega fresco a los mercados. El jitomate no solo aporta licopeno, un antioxidante natural, también es clave en la gastronomía mexicana. Desde un simple pico de gallo hasta un caldillo casero, septiembre sabe a jitomate.

La calabacita también está en temporada, suave, tierna y perfecta para guisos, sopas y rellenos. Comerla en estos días significa aprovechar su frescura y su aporte de agua y fibra. Es un ingrediente sencillo, pero con un potencial enorme en la cocina.

Estas verduras de hoja verde son fuentes de hierro y antioxidantes que ayudan a mantenernos con energía.

A este combo se suman las espinacas y la lechuga romana, que en septiembre llegan con más fuerza y frescura. Son básicas para ensaladas, pero también se usan en sopas y hasta en licuados. Lo mejor es que estas verduras de hoja verde son fuentes de hierro y antioxidantes que ayudan a mantenernos con energía.

Y qué decir del elote, que en septiembre se sigue disfrutando en esquites, tamales o simplemente hervido con un poco de limón y chile. El maíz es el corazón de nuestra cultura y en estas fechas se le rinde homenaje, tanto en el campo como en la mesa.

Comer de temporada: beneficios reales

Cuando una fruta o verdura abunda, no necesita viajes largos ni procesos de conservación caros. Eso hace que llegue más fresca a tu mesa y a un costo mucho más accesible. En pocas palabras, comer de temporada no solo es más rico, también es más amable con el bolsillo.

Otro punto es la nutrición. Un alimento cosechado en su momento justo conserva mejor sus vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes. No es lo mismo un jitomate recién cortado en septiembre, jugoso y lleno de licopeno, que uno que pasó semanas en cámaras de refrigeración.

México es el país que más chile consume en el mundo, y lo curioso es que aunque el picor es fuerte, los mexicanos casi no se enchilan.

Comer lo que la tierra nos da en el momento adecuado ayuda a reducir la huella ambiental. Se gasta menos en transporte, menos en almacenamiento y menos en químicos de conservación. Al final, lo que parece una decisión pequeña se convierte en un acto con gran impacto.

La mezcla de granadas, peras, manzanas, poblanos, jitomates y elotes se transforma en platillos que no solo llenan el estómago, también cuentan historias. En cada bocado hay un pedacito de tradición, en cada color un guiño a nuestra identidad. Verde, blanco y rojo que no solo se ven en la bandera, también en el plato.

Y lo mejor de todo es que no hace falta ser chef para aprovecharlo. Basta con ir al mercado, mirar qué es lo que más brilla en las canastas y dejarte llevar. Esa es la guía más confiable: lo que está fresco, lo que abunda y lo que huele rico, eso es lo que conviene llevar a casa.

Septiembre no solo se trata de gritar “¡Viva México!”, también es un mes para saborear lo que el campo nos da. Y hay algo especial en preparar un platillo con ingredientes que justo en ese momento están en su punto perfecto. Así que ya sabes, el verde del chile poblano, el blanco de la cebolla y el rojo del jitomate no solo están en la bandera, también en tu mesa. Y eso, créeme, sabe a patria.