El calor de junio de 2025 establece un nuevo récord, consolidando una tendencia alarmante en varios países
Junio de 2025 marcó el tercer junio más cálido a nivel global. Entre récords de calor sobre tierra y mar, hablemos de tendencias, cifras y consecuencias que dejó este mes.
El calor parece que llegó para quedarse. Entre los típicos tonos cálidos y fríos, en el mapa global se impone el rojo; mientras tierra y mar sudan al ritmo impuesto por una tendencia creciente. Y en esta narrativa, el termómetro sigue en racha y se mantiene firme, imponiendo máximas y récords.
Tras un 2024 de récords de temperaturas y calor, el estado febril del planeta, que ha venido en aumento en los últimos 10 años, parece seguir su tendencia. Según la NOAA, el período enero-junio de 2025 ya es el segundo más cálido desde 1850 y hay una probabilidad muy alta (mayor del 99 %) de que 2025 quede entre los cinco años más cálidos registrados.
Solo superado por un 2024 histórico, el termómetro arde. La anomalía de la temperatura de la superficie global los primeros 6 meses de 2025 fue de +1.21 °C, la segunda más alta desde 1850. Así, quedó solo 0.08 °C por debajo de lo registrado en el mismo período de 2024.
Lo más cálido se observó en la región ártica, el norte de América del Norte, Asia central y occidental, y partes de la Antártida oriental y occidental. Pero también se registraron temperaturas récord en varios lugares, incluyendo partes de Europa occidental, las Islas Británicas, el norte del océano Atlántico, Asia, oeste y sur de Australia, el océano Pacífico occidental y central, y el Índico.
Por su parte, a escala global, junio de 2025 se posicionó como el tercer junio más cálido desde mediados del siglo XIX, respaldado por datos de la NOAA, la NASA y el Servicio de Cambio Climático Copérnicus. El calor dejó su huella tanto en tierra como en el océano.

Con el año ya a medio camino, las estadísticas siguen prometiendo calor. Pero cada nuevo récord no trata de anécdotas aisladas, son piezas en una tendencia que requiere vigilancia, planificación, gestión y acción urgente. Desglosemos entonces: ¿Qué nos dejó junio de 2025?
Crónicas de un calor registrado
Junio llegó denso, con un calor que parecía quedarse pegado a la piel. Con una anomalía de temperatura de +0.98 °C por encima de la media del siglo XX, quedó tercero detrás de junio de 2023 y el dueño del podio: junio de 2024. Desde 2016, la Tierra ha encadenado los diez junios más ardientes de su historia, y 2025 prolongó esa racha.
Sobre tierra, la temperatura en junio de 2025 se situó como la sexta más alta registrada, con +1.22 °C por encima de la media histórica. Mientras, sobre la superficie oceánica, fue la tercera más alta, con +0.88 °C. Registros, nuevamente, solo superada por un 2023 y un 2024 muy intensos.
Más del 4 % del planeta experimentó temperaturas récord para este mes, desde el Ártico hasta el Índico. Lo más significativo se observó en partes de América del Norte, Europa occidental, Asia central, la Antártida occidental y oriental y el norte del océano Pacífico.
A nivel regional, Europa y Asia experimentaron su quinto junio más cálido registrado, para América del Norte fue el octavo y en África el noveno más cálido. Y aunque en América del Sur, Oceanía, las regiones ártica, antártica y del Caribe y Hawái también se registraron temperaturas por encima de la media para junio, sus anomalías no quedaron entre sus diez más cálidas registradas.

En contraste, algunas regiones experimentaron temperaturas más frías que la media. Este respiro se hizo presente en zonas de mayor latitud del Ártico, Groenlandia y el Atlántico Norte, así como en partes del noroeste y norte de Asia, India, Australia septentrional y oriental, la Antártida central y el océano Pacífico tropical oriental.
De calor y consecuencias
Y el calor se concretó en olas. En la segunda quincena de junio, varias zonas de Europa occidental (España, Reino Unido, Francia), China y Estados Unidos experimentaron intensas olas de calor. En España, el 28 de junio se estableció un nuevo récord nacional de temperatura máxima, con 46.0 °C en la localidad de El Granado, superando los 45.2 °C de Sevilla en 1965.
Con el intenso calor aumentaron los incendios forestales, y el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el calor y la calidad del aire. Países como Canadá, Turquía, Grecia, España, Francia, Portugal y Rusia han sido tendencia estos últimos meses debido a grandes incendios alimentados por altas temperaturas, fuertes vientos y un ambiente más seco de lo normal.
En esta historia, los polos vivieron su propio drama. La extensión del hielo marino en el Ártico quedó como la segunda más baja para un mes de junio en 46 años de registros satelitales. En la Antártida también se registraron mínimos históricos, siendo la tercera más baja en el sur del territorio. Y así, en silencio blanco, disminuyen las capas que moderan el clima mundial y enfrían al planeta.
Además, la energía térmica extra en el sistema climático no se queda quieta: se organiza, se transforma y da tormentas. Las aguas más cálidas sirvieron de combustible para una actividad ciclónica que se perfiló más intensa de lo habitual para este mes. Junio cerró con nueve ciclones tropicales nombrados: 2 en el Atlántico, 5 en el Pacífico Nororiental y 2 en el Pacífico Central.
Referencia de la nota
Monthly Climate Reports. Junio 2025. National Centers for Environmental Information. NOAA.