Video viral: inundaciones azotaron Bener Meriah, Indonesia

Las lluvias persistentes en Sumatra reactivaron inundaciones y deslizamientos sobre suelos ya saturados. Aceh es el epicentro del impacto, tras un episodio extremo que ha dejado miles de damnificados desde finales de noviembre.
Desde finales de noviembre, en Bener Meriah, al norte de la isla de Sumatra, la lluvia ha sido parte de la cotidianidad. En esta región montañosa de la provincia de Aceh, donde los ríos corren entre pendientes marcadas, las lluvias intensas han dejado los suelos saturados, las laderas frágiles y las comunidades aún en proceso de recuperación. Pero el terreno no ha tenido tregua.
Hasta el momento, 1,006 personas han perdido la vida en Sumatra, aproximadamente 217 siguen desaparecidas, 5,400 resultaron heridas y más de 1 millón han sido desplazadas, debido a inundaciones y deslizamientos combinados. En Aceh se reportan 415 fallecidos, 4,300 heridos, más de 430,000 personas desplazadas y 138,500 viviendas afectadas.
Durante los últimos días, incluido el evento reportado en video hace apenas tres días desde Bener Meriah, continúan las precipitaciones fuertes sobre un paisaje ya vulnerable. Y siguen reactivando desbordamientos repentinos, aumentando el nivel de los ríos en cuestión de minutos y desencadenando flujos de lodo que afectan tanto a áreas rurales como urbanas.
Mientras la capacidad de absorción del suelo es prácticamente nula. Cada nueva lluvia se convierte en escorrentía inmediata, alimentando ríos que ya venían altos desde finales de noviembre. Pero el desastre no se limita al agua que sube. Los deslizamientos de tierra masivos se han producido en múltiples puntos críticos de laderas empinadas, bloqueando accesos y sepultando infraestructuras.
Aún con las precipitaciones disminuyendo gradualmente, las consecuencias siguen acumulándose. En una región que aún no logra recuperarse, el agua sigue siendo una amenaza latente y mantiene a Sumatra en estado de emergencia.
Cuando el cielo no descansa
Las inundaciones en Sumatra se iniciaron con un episodio de lluvias extremadamente intensas del 25 al 27 de noviembre, asociadas a la influencia del ciclón Senyar. Durante esos días, las lluvias superaron con creces los promedios habituales para esta época del año, con registros que, en algunos puntos, superaron los 300 mm en 24 horas.
Desde entonces la atmósfera ha permanecido muy inestable. En los últimos días, bandas de humedad tropical, convergencia en superficie y nubes de gran desarrollo vertical han mantenido lluvias frecuentes. Esto es típico de la temporada lluviosa en la región, sí... pero se vuelve extremadamente problemático en un entorno ya saturado.
La clave no es solo cuánto llueve hoy, sino sobre qué tipo de suelo cae esa lluvia. Con acumulados superiores a 300 mm en 24 horas hace apenas dos semanas, el nivel freático sigue elevado. Así, precipitaciones más moderadas, que en condiciones normales no provocarían daños, se convierten ahora en detonantes de crecidas rápidas de ríos, inundaciones súbitas y deslizamientos.
Las autoridades han declarado estado de emergencia en varias áreas afectadas, mientras organizaciones humanitarias trabajan para distribuir alimentos, agua y atención médica básica ante el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y el aislamiento de comunidades enteras.
Donde el agua no encuentra salida
Más allá del clima, la vulnerabilidad de la región agravó la respuesta del terreno a las lluvias. En muchas partes de Sumatra, incluida Aceh, la pérdida de cobertura forestal por expansión agrícola y actividades extractivas ha reducido la capacidad natural de retención de agua de las laderas y cuencas altas.
Esta degradación del paisaje facilita que la lluvia intensa se convierta en escorrentía rápida, en lugar de infiltrarse gradualmente. Cuando a esto le sumamos un terreno caracterizado por pendientes pronunciadas, las lluvias se desplazan cuesta abajo de forma acelerada, aumentando la energía de las corrientes y con eso, el riesgo de erosión, crecidas y deslizamientos.
Aceh: una región bajo amenaza acumulada
La provincia de Aceh, ubicada al norte de Sumatra, combina varios factores que la convierten en una de las regiones más expuestas a inundaciones y deslizamientos en Indonesia. Se trata de un territorio mayormente montañoso, atravesado por cordilleras, valles estrechos y ríos de respuesta rápida, donde las lluvias intensas transforman pequeños cauces en torrentes en solo minutos.
En distritos como Bener Meriah, la población se asienta en zonas altas dedicadas principalmente a la agricultura, muchas veces en laderas pronunciadas o cerca de ríos que descienden abruptamente cuesta abajo. Por lo que dependen del terreno y de la estabilidad del suelo. Cuando las pendientes se saturan, el riesgo no solo es el desbordamiento, sino el colapso mismo de las laderas.
Además, muchas aldeas en esta región dependen de una sola carretera o puente para comunicarse con centros urbanos, hospitales y mercados. Cuando un deslizamiento corta esas rutas, el aislamiento puede prolongarse durante días, dificultando las labores de evacuación, atención médica y el suministro de alimentos y agua potable.
En este contexto, los episodios recientes no pueden entenderse como eventos aislados. Las lluvias, desde finales de noviembre y las que han continuado cayendo en días posteriores, actúan sobre un territorio geográficamente complejo y socialmente expuesto.
Mientras, el panorama meteorológico mantiene la alerta activa. La Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia (BMKG) ha señalado que persiste el potencial de lluvias intensas a muy intensas durante este fin de semana, afectando a buena parte del país. Y Aceh vuelve a estar entre las regiones con mayor probabilidad de precipitaciones significativas.