Picote tequila: el pez endémico de Jalisco que lucha contra la extinción

El picote tequila es un pez tranquilo y sociable, que generalmente vive en pequeños grupos, aunque puede manifestar actitudes territoriales sobre todo entre los machos durante la temporada de reproducción.

Biólogos logran reintroducir al picote tequila a su hábitat natural. Foto tomada de video.
Biólogos logran reintroducir al picote tequila a su hábitat natural. Foto tomada de video.

El río Teuchitlán, específicamente en la cuenca del Río Ameca, que está ubicado en el estado de Jalisco, México, es hogar de un pez que mide menos de 10 centímetros de largo y que se encuentra en peligro de extinción. Es una especie endémica del occidente del país. Este pequeño pez de agua dulce pertenece a la familia Goodeidae.

Teuchitlán, que significa “Lugar de dioses” se localiza en la región Valles de Jalisco, aquí nace el río Ameca, conocido localmente como río Teuchitlán, donde llegaron a habitar 6 especies de un grupo de peces que sólo se distribuyen en México, los Goodeidos, de los cuales dos especies sólo vivían en este río: Zoogoneticus tequila y Skiffia francesae.

Su cuerpo tiene una coloración amarilla verdosa y una cola anillada de colores naranja, verde y negro, en algunos ejemplares, pero combinada con rojo, en otros. Su nombre científico es Zoogoneticus tequila o picote tequila, conocido también como Zoogy. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo ha catalogado en la categoría de en peligro de extinción.

Fue descubierto en la década de los 90´s y en estado salvaje declarado extinto en 2013 debido a la degradación de su hábitat y a la introducción de peces invasores conocidos como guatopotes que contribuyeron a que el pez picote tequila perdiera su hábitat. Afortunadamente, científicos y locales han buscado la forma de reintroducirlos con un plan de recuperación en 2016.

Teuchitlán es un municipio de la Región Valles del estado de Jalisco, México.
Teuchitlán es un municipio de la Región Valles del estado de Jalisco. Foto. Cortesía Ayto. Teuchitlán.

El picote tequila es un pez tranquilo y sociable, que generalmente vive en pequeños grupos, aunque puede manifestar actitudes territoriales sobre todo entre los machos durante la temporada de reproducción. Los machos pueden volverse ligeramente insistentes con las hembras durante la reproducción. Pasan la mayor parte de su tiempo alimentándose y removiendo los fondos arenosos.

Hábitat del pez picote Tequila

Este pez prefiere zonas de poco flujo y aguas tranquilas, a menudo ricas en vegetación acuática y raíces sumergidas, que le dan refugio, alimento y áreas de reproducción. Esta especie es muy sensible a la calidad del agua y depende de la presencia de charcas temporales o permanentes para su supervivencia.

Afortunadamente un grupo de científicos, investigadores y biólogos de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así como de propios locales han luchado por reintroducir a este especie endémica en su hábitat y se ha logrado contabilizar alrededor de mil 500 ejemplares de Zoogy viviendo en el río Teuchitlán.

Este trabajo también ha beneficiado a otras especies como el Skiffia francesae o Tiro dorado que también era considerado como extinto y con la cual han trabajado para su reintroducción con un modelo similar al del picote tequila lo que demuestra una vez más como las especies están interconectadas y unas dependen de otras.

Ante esta lucha por preservar las especies en este importante río, nació el colectivo ciudadano Guardianes del Río para concientizar a la población de la importancia del ecosistema y fomentar su protección realizando campañas de difusión y talleres para niños contagiando la responsabilidad que todos debemos tener para cuidar de su hábitat y en consecuencia de estas especies.

Este colectivo ha tejido redes con otros importantes actores para la preservación del entorno como la Universidad de Guadalajara, el Zoológico de Guadalajara, acuarios como el Michin, centros educativos locales e incluso organizaciones internacionales para superar los retos que han surgido de esta problemática ambiental.

Algunos de estos retos son fortalecer los vínculos con autoridades municipales, comunitarias y sociales, conservar el río y su entorno y generar materiales educativos regionales.