Resfriados, alergias y gripe: por qué aumentan en otoño y consejos para cuidarse

Al bajar la temperatura existe menor ventilación en los hogares, salones de clases y en los lugares de trabajo para evitar el frío, lo que facilita los contagios de virus.

En este periodo de entretiempo muchas personas sufren resfriados y gripes.
En este periodo de tiempo muchas personas sufren resfriados y gripes.

Bajas temperaturas, mayor exposición a virus y la contaminación, pueden afectar al sistema inmune durante el descenso de la temperatura. Con el otoño además del cambio de los colores en la naturaleza, de verdes a marrones y naranjas, también comienzan otro tipo de polinización que a muchas personas les genera alergias.

Por eso la importancia de cuidar nuestra salud, en especial en esta temporada en la que comienzan a bajar las temperaturas; sobre todo en regiones altas y al norte del país. Aunque hay momentos en que en áreas como costas, también se pueden registrar frentes fríos que provocan un descenso en el clima.

Las enfermedades crónicas respiratorias como asma o la Enfermedad Obstructiva Crónica (EPOC) pueden presentar crisis que deterioran su calidad de vida de quien la padece, por eso en este artículo te daremos algunas recomendaciones para preservar tu salud, sobre todo con estas enfermedades preexistentes.

Según especialistas neumólogos, durante el otoño, el organismo enfrenta distintos factores que pueden debilitar las defensas naturales como: una menor movilidad de los cilios. Estos son los vellos microscópicos que limpian las vías respiratorias y que con las bajas temperaturas, alteran su movilidad haciendo más difícil el barrido de partículas y gérmenes.

Recordemos las medidas que utilizamos durante la pandemia por Covid como el cubrebocas.
Recordemos las medidas que utilizamos durante la pandemia por covid como el cubrebocas.

También durante este tiempo, la contaminación ambiental sobre todo en las grandes ciudades se concentra más debido a las inversiones térmicas, además hay menos circulación de viento y si le agregamos que las personas evitan abrir puertas y ventanas para una mejor ventilación por el frío, esto incrementa la transmisión de virus respiratorios.

Recomendaciones

Para reducir la probabilidad de enfermarse, lo más importante – y que parece muy sencillo – es el lavado de manos de manera frecuente, ya que esto ayuda a eliminar los gérmenes que causan enfermedades. También, se deben de evitar los cambios bruscos de temperatura, por lo que se recomienda abrigarse de forma adecuada.

En caso de presentar síntomas respiratorios agudos, como dificultad respiratoria o dolor torácico, es necesario buscar atención médica. También si hay fiebre o malestar general persistente. Se requiere particularmente estar alerta quienes tienen enfermedades crónicas, son inmunocomprometidos o de tercera edad.

Durante el otoño, las frutas que se hacen presentes son los cítricos, como la mandarina y en México, el tejocote que es rico en vitamina C, incluso más que una naranja, por eso durante esta época los podemos encontrar con mucha facilidad. La Vitamina C es la principal sustancia que ayuda a combatir y prevenir infecciones respiratorias.

No fumar es indispensable. Es muy importante evitar este hábito sobre todo en esta época en que disminuye la temperatura. El frío ya sobrecarga el corazón, y fumar aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y respiratorias al restringir el flujo sanguíneo y dañar los pulmones. Además, fumar no calienta el cuerpo, es un mito, y puede agravar la sequedad bucal, facilitando infecciones.

Es importante vacunarse también. Durante estos meses es el momento de aplicarse las vacunas anuales para protegerse contra los virus que causan problemas respiratorios como: Covid-19, influenza, neumococo, entre otras. Revisa tu cartilla de vacunación.

Se recomienda también hacer ejercicio, pero si es al aire libre se debe estar atento a las contingencias ambientales que se presentan y no se recomienda realizar actividad física al intemperie. El ejercicio físico produce la liberación de serotonina y diversas hormonas que nos permiten estar más activos y liberarnos del estrés.

También te recomendamos hidratar tu piel. Como consecuencia del frío ambiental, los capilares de la piel se contraen provocando una menor irrigación de la misma, por lo que la piel recibe menos oxígeno y nutrientes; además de lo anterior existe una menor humedad ambiental, por lo que el frío puede provocar diferentes lesiones.

Aunque durante el frío la sensación de sed disminuye de manera considerable, es muy importante mantenerse hidratados. Por esta razón, se debe estar al pendiente de que beban agua, sobre todo los niños y adultos mayores; ya que su ingesta de líquidos disminuye de manera considerable.

Mantener ventilados los lugares cerrados como el transporte público y los salones de clases dónde hay muchas personas reunidas es indispensable. Además, es buena idea el uso de cubrebocas en lugares concurridos y si estás enfermo no salir. Recuerda que en esta temporada, se incrementan casos de COVID, Influenza, neumonías, entre muchas enfermedades más.