Se va confirmando el regreso del fenómeno de La Niña este invierno 2025-2026: estos son los posibles efectos en México
Se ha incrementado la probabilidad para que el fenómeno de La Niña regrese brevemente este invierno y tenga efectos sobre territorio mexicano. Que no les sorprenda cambios significativos en próximos meses…

Un gran año y, especialmente verano, hemos tenido en México: la primavera no fue de calor extremo comparado con años pasados, mientras que la temporada de lluvias ha sido muy lluviosa y con regulación de temperaturas, disminuyendo casi por completo la sequía, gracias a la fase Neutra. En próximos meses La Niña estaría de vuelta con cambios importantes.
Previsión del comportamiento del ENSO
La actualización del jueves 11 de septiembre de 2025, el Centro de Predicciones Climáticas indica que continúa presente la fase Neutra; aunque es muy importante mencionar la gran diferencia en las mediciones oficiales con apenas -0.4°C de anomalía y las tradicionales hasta de -1.2 °C ya en territorio de La Niña.
Esta diferencia ha generado mucho ruido en los científicos, pero lo que se tiene oficialmente es neutralidad con tendencia a La Niña, cuya potencial ahora es mayor, incrementando su regreso este invierno. Recientemente, se tiene un 71 % de probabilidad para estar presente entre octubre y diciembre próximos.
A mitad de otoño e inicio del invierno, La Niña se podría establecer con intensidad débil a moderada, siendo probable a finales del mismo invierno o al iniciar la primavera regrese la fase Neutra, pero sin amenaza de Niño pronto.

Esta alternancia estaría modificando las condiciones meteorológicas en dichos meses, haciendo dificil un pronóstico certero, pero les mencionaremos los escenarios más probables.
¿Mucho frío o calor invernal?
Este septiembre y parte de octubre seguiríamos con la fase Neutra, para después, pasar a La Niña y luego probablemente retornar la Neutralidad; por lo que es probable que el tiempo y clima sigan regulados por lo menos hasta la primavera y verano de 2026 cuando habría calor de menor intensidad y más periodos de lluvias.

Por ahora, nos centraremos en lo que podría ocurrir para finalizar este año y el comienzo del siguiente, teniendo en cuenta que hay menos vapor en la atmósfera, mares ligeramente menos cálidos y ausencia de El Niño, resaltando oscilaciones océano-atmosféricas para periodos más fríos próximamente…
Condiciones que normalmente se presentan de octubre a febrero
Recordaremos rápidamente lo que ocurre con ambas fases: si La Niña se estableciera desde finales de verano y hasta por lo menos un año, el otoño resultaría inicialmente lluvioso y después rápidamente se secaría, para pasar a un invierno mayormente seco con más días de Sol y temperaturas altas, pero con eventuales heladas extremas de frío ártico potente.
Si fuera una fase neutra establecida también por largo periodo abarcando el otoño e invierno, aunque el patrón es variable, se normalizarían temperaturas y lluvias, bajo fríos típicos y otros de calor ocasional, así como lluvias eventuales. Sin embargo, escenarios de frío extremo con nevadas extensas podrían ser ocasionales.
Escenarios para el otoño-invierno de 2025-2026
Los modelos a largo plazo, cada vez resuelven las condiciones con mayor confiabilidad y gran parte de éstos apuntan al mismo camino: más frío y lluvias de lo habitual. Al mencionar que habrá más lluvias, debemos de tener claro que el invierno es naturalmente seco, por lo que cualquier lluvia extra haría un mes más lluvioso en general.

Tentativamente, los meses de octubre, diciembre, enero y hasta marzo podríamos experimentar importantes periodos de frío, sin que necesariamente esto signifique que todos los días del invierno sean fríos; claro que habrá algunos de calor y Sol. En general, pueden ser relevantes las masas polares/árticas que lleguen al país.
Asimismo, la señal de lluvia se va incrementando, siendo probable por el paso de frentes fríos en la mitad centro-oriental del territorio mexicano y especialmente al sur del Golfo de México; asimismo, la corriente en chorro podría mostrar más actividad con transporte de humedad desde el Pacífico con periodos lluviosos y de nevadas, seguidos de heladas.