¿Te atreves a vivir 100 días aislado como un astronauta? La NASA y la ESA necesitan voluntarios para misiones a Marte

La ESA y DLR buscan participantes para SOLIS100 y SMC3 en Colonia, Alemania, simulando el aislamiento y los efectos de la ingravidez para futuras misiones tripuladas a la Luna y Marte.

Experimentos para entender la falta de gravedad en el cuerpo humano.

Las futuras misiones espaciales ya no se limitarán a orbitar la Tierra, la Luna y Marte son los próximos destinos. Estos viajes, plantean un reto monumental para la mente y el cuerpo humano. Preparar a los astronautas para enfrentar la soledad, el confinamiento y la distancia es tan importante como diseñar cohetes y estaciones espaciales.

Para garantizar el éxito, científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) y del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) han lanzado el estudio pionero SOLIS100, un experimento que busca comprender cómo las condiciones extremas afectan la salud, el rendimiento y el comportamiento humano.

SOLIS100 es un proyecto de aislamiento y confinamiento que simula los riesgos de las misiones interplanetarias. Su objetivo es evaluar cómo la privación social y el encierro prolongado impactan en la resistencia psicológica y física de los participantes.

Seis voluntarios vivirán durante 100 días en una estación espacial simulada dentro de la instalación de investigación. Allí, su rutina reflejará la de astronautas reales: trabajo en equipo, experimentos científicos y resolución de problemas operativos.

Los participantes de SOLIS100 disponen de sus propias cápsulas para dormir dentro del módulo.

El protocolo completo dura 126 días, incluyendo fases de preparación y recuperación. El inicio está programado para el 7 de abril de 2026, con conclusión el 7 de agosto de 2026, marcando un hito en la investigación espacial europea.

Cien días lejos de casa

Los participantes vivirán como astronautas realizando investigación científica, mantenimiento del hábitat y gestión de recursos limitados. La simulación busca recrear con precisión las condiciones de una misión espacial real, donde cada decisión puede ser vital.

Cada voluntario contará con una cápsula personal para dormir — similar a las cabinas de descanso de una nave espacial — las cuales junto con los baños, son los únicos espacios libres de cámaras, ofreciendo un mínimo refugio de privacidad en medio del confinamiento.

El propósito central es obtener datos esenciales sobre el apoyo fisiológico y psicológico que requieren los vuelos espaciales de larga duración. Los hallazgos de SOLIS100 servirán como base para diseñar estrategias de bienestar aplicables en futuros viajes interplanetarios.

Como reconocimiento a la dedicación y resiliencia que exige este aislamiento, los participantes recibirán una compensación económica de 23,000 €, un incentivo que refleja el valor de simular la vida en el espacio profundo desde la Tierra.

Gravedad cero en la tierra: el estudio smc3

Mientras SOLIS100 explora el aislamiento, otro experimento aborda la ingravidez: el SMC3, liderado por la DLR y la NASA. Este estudio busca contramedidas para los problemas musculares y sensoriales que enfrentan los astronautas en microgravedad.

La metodología consiste en mantener a 12 voluntarios en reposo estricto en cama durante 60 días, con una inclinación de seis grados hacia abajo. Este ángulo reproduce el desplazamiento de fluidos que ocurre en órbita, generando efectos similares a los de la ingravidez.

Airbus A310 Zero G de Novespace, utilizado para vuelos sin gravedad.

Las consecuencias: pérdida de masa muscular y deterioro del equilibrio, tal como sucede en el espacio. El estudio investiga cómo entrenamientos ligeros y tecnologías innovadoras pueden preservar la función musculoesquelética en condiciones extremas.

Los voluntarios se dividirán en tres grupos: uno de control, otro que usará el sistema GravityBed, y un tercero que aplicará electroestimulación muscular en las piernas. Cada estrategia busca descubrir cómo mantener la fuerza y la coordinación en ausencia de gravedad.

Los requisitos

Convertirse en parte de SOLIS100 no es tarea sencilla, se buscan perfiles similares a los de astronautas: hombres y mujeres entre 25 y 55 años, en excelente forma física y con un Índice de Masa Corporal entre 18.5 y 30 kg/m².

El requisito mínimo es contar con una licenciatura, aunque se valoran maestrías y experiencia profesional relevante. Además, es imprescindible dominar el inglés, idioma oficial de comunicación dentro del estudio.

Para el SMC3, los voluntarios deben tener entre 24 y 55 años, con salud promedio y buenas habilidades en alemán, ya que será la lengua de trabajo en esta campaña de reposo en cama.

El proceso de selección es riguroso, incluye exámenes médicos exhaustivos, evaluaciones psicológicas y verificación de antecedentes penales. Sólo quienes superen estas pruebas podrán convertirse en pioneros de la investigación espacial terrestre.