Los fósiles de un tiburón gigante de 115 millones de años podrían reescribir la evolución de la especie

El descubrimiento de vértebras gigantes en Australia revela un tiburón prehistórico mucho más grande que sus parientes conocidos, anticipando por millones de años la aparición de megadepredadores en los océanos.

Un tiburón de 8 metros de largo persigue a un plesiosaurio (Polyanna von Knorring/Museo Sueco de Historia Natural)
Ilustración de un tiburón de 8 metros de largo persiguiendo a un plesiosaurio. Crédito: Polyanna von Knorring/Museo Sueco de Historia Natural

Un descubrimiento realizado por paleontólogos en la región de Darwin, Australia, está llevando a los científicos a reconsiderar la cronología evolutiva de los tiburones modernos. El análisis de cinco vértebras fósiles, descrito en la revista Communications Biology, indica que el animal vivió hace aproximadamente 115 millones de años y podía alcanzar hasta ocho metros de longitud.

El hallazgo amplía nuestra comprensión de cuándo los primeros tiburones gigantes comenzaron a dominar los mares.

Los tiburones se consideran algunos de los depredadores más eficientes de los océanos actuales, con registros fósiles que datan de más de 400 millones de años. A pesar de ello, los linajes de tiburones modernos surgieron en la Era de los Dinosaurios, y los fósiles más antiguos conocidos datan de aproximadamente 135 millones de años. Hasta ahora, se creía que los primeros representantes de estos grupos eran pequeños, de menos de un metro de longitud.

Estos tiburones primitivos pertenecían al orden Lamniformes —al igual que el actual gran tiburón blanco— y, a lo largo de millones de años, dieron origen a especies mucho más grandes. El gran tiburón blanco, por ejemplo, es hoy uno de los mayores depredadores marinos, alcanzando unos seis metros de longitud.

Un gigante inesperado en la línea evolutiva

Sin embargo, el nuevo descubrimiento altera esta narrativa. Las vértebras halladas en Australia revelan un lamniforme de proporciones sorprendentes para su período. El material fosilizado estaba parcialmente mineralizado, lo que garantizó su conservación durante más de 100 millones de años. Al compararlo con las vértebras de los grandes tiburones blancos modernos, los investigadores observaron una sorprendente similitud.

La diferencia más impresionante reside en el tamaño. Mientras que las vértebras de un gran tiburón blanco adulto miden unos ocho centímetros de diámetro, las vértebras del fósil australiano superan los 12 centímetros. Estos datos sugieren un animal significativamente más grande que cualquier lamniforme conocido del mismo período.

Además, los detalles morfológicos permitieron identificar al espécimen como perteneciente al grupo de los cardabiodóntidos, enormes tiburones megadepredadores que habitaron los océanos hace unos 100 millones de años. Estos animales se consideraban exclusivos de períodos posteriores del Cretácico.

La cronología necesita ser revisada

El aspecto más impresionante del descubrimiento es que el lamniforme de Darwin precede a la aparición de los cardabiodóntidos previamente conocidos en aproximadamente 15 millones de años. A pesar de ello, ya presentaba el tamaño colosal característico del grupo, lo que indica que la evolución de los grandes depredadores en lamniformes ocurrió mucho antes de lo que se creía.

Para los paleontólogos, este hallazgo representa una pieza clave en la reconstrucción de la historia evolutiva de los tiburones modernos. Sugiere que los megadepredadores surgieron mucho antes de lo esperado, redefiniendo la comprensión de la dinámica de los ecosistemas marinos en el Cretácico Inferior.

Referencia de la noticia

Fósseis de tubarão gigante que viveu há 115 milhões de anos são encontrados, 2025, InfoMoney.