Los gigantes fósiles lo saben desde hace 50 años: ¿podemos ahora responsabilizarlos de las olas de calor?
Por primera vez, un estudio vincula 213 olas de calor en 63 países con las emisiones de 180 empresas de combustibles fósiles. La ciencia establece su responsabilidad histórica y allana el camino para emprender acciones legales contra los contaminadores.

El verano de 2025 será recordado como uno de los más calurosos de Europa. Estas olas de calor no son meras anomalías meteorológicas. Un estudio publicado en Nature establece, por primera vez, una relación directa entre 213 olas de calor ocurridas entre 2000 y 2023, con las emisiones de 180 empresas de combustibles fósiles, conocidas como grandes empresas de carbono.
Estas emisiones aumentaron la probabilidad e intensidad de estas olas de calor, provocando sufrimiento humano, pérdidas económicas y daños ecológicos
- Explica el Dr. Davide Faranda, del CNRS.
Este enfoque pionero de la atribución climática da un paso adelante: establece una relación concreta entre las emisiones corporativas históricas y los fenómenos climáticos extremos a escala global.
Cifras clave y contribución concreta de los principales responsables del carbono
El calentamiento antropogénico ha incrementado la intensidad de las olas de calor en 1.4 °C entre 2000 y 2009, 1.7 °C entre 2010 y 2019, y 2.2 °C entre 2020 y 2023. Su probabilidad se ha multiplicado por 20 y luego por 200 en las últimas dos décadas
En concreto, una ola de calor que habría sido extremadamente rara a principios de la década de 2000 se ha vuelto 20 veces más probable, y hoy en día la misma situación extrema es 200 veces más probable que en un clima preindustrial.
Este fenómeno demuestra que lo que antes era excepcional ahora es muy común, lo que pone de relieve la rápida aceleración de los fenómenos climáticos extremos debido a las emisiones humanas.
Las 14 mayores empresas de combustibles fósiles, como Saudi Aramco, Gazprom, ExxonMobil, Chevron, BP, Shell, Pemex y TotalEnergies en Francia, representan el 30 % de las emisiones acumuladas de CO2 desde 1850, casi tanto como las otras 166 grandes empresas de carbono juntas (27 %).
Francia y su multinacional
Cada empresa puede ser responsable de entre 16 y 53 olas de calor, y la participación de TotalEnergies en esta cifra, incluso a escala de una sola empresa nacional, es significativa, contribuyendo directamente al aumento de estos extremos climáticos, un fenómeno prácticamente imposible en un clima preindustrial.
En Francia, el verano de 2025 ilustra este rápido cambio: el clima actual, con un calentamiento global de +1.36 °C, hace que la probabilidad de experimentar un verano tan caluroso sea de 1 entre 6, en comparación con 1 entre 15 hace 10 años y 1 entre 196 hace 33 años en la Cumbre de la Tierra de Río.
En poco más de una generación, la probabilidad de experimentar un verano extremo se ha multiplicado por más de 30. Según Christophe Cassou, director de investigación del CNRS en el Laboratoire de Météorologie Dynamique de la ENS de París y autor principal de los informes 6.º y 7.º del IPCC, el verano de 2025 ni siquiera tiene un período de retorno decenal: esta situación se está volviendo habitual, mientras que sus impactos son devastadores, bosques quemados, incendios y enormes pérdidas económicas.
Responsabilidad conocida desde hace décadas
Desde las décadas de 1970 y 1980, estas empresas sabían que sus actividades calentarían el planeta. En lugar de adoptar energías renovables, engañaron a la opinión pública y presionaron a los gobiernos para que mantuvieran su dependencia de los combustibles fósiles. No es de extrañar, pues: el planeta ya se ha calentado 1.3 °C.
- Enfatiza, Yann Quilcaille, autor principal del estudio.
La ciencia de la atribución permite ahora establecer esta responsabilidad con evidencia sólida, allanando el camino para la adopción de medidas legales y políticas.
Hacia la justicia climática y la acción
La Corte Internacional de Justicia dictaminó en julio de 2025 que las acciones que exacerban el cambio climático son ilegales. Por extensión, las empresas contaminantes pueden ser consideradas responsables, como lo demuestra el caso Luciano Lliuya contra RWE.
A modo de recordatorio, Luciano Lliuya, un agricultor peruano, demandó al gigante energético alemán RWE, acusándolo de contribuir al derretimiento de los glaciares, amenazando su ciudad con inundaciones. Aunque la demanda fue desestimada por motivos probatorios, el tribunal reconoció que las empresas contaminantes pueden ser consideradas responsables del daño climático.
Más allá de las olas de calor, los investigadores están centrando su atención en otros fenómenos extremos: lluvias torrenciales, sequías e inundaciones. Su principal objetivo es reforzar el principio de que quien contamina paga, limitar las emisiones y animar a gobiernos y empresas a invertir en soluciones sostenibles para proteger el planeta y a sus habitantes.
Referencias de la noticia
Alvarez, C. (2025, septembre 11). Une étude inédite relie directement les entreprises fossiles aux vagues de chaleur. Novethic.
Quilcaille, Y., Gudmundsson, L., Schumacher, D.L. et al. Systematic attribution of heatwaves to the emissions of carbon majors. Nature 645, 392–398 (2025). https://doi.org/10.1038/s41586-025-09450-9