Qué es y cómo se forma el géiser marino de La Bufadora: el monstruo que respira en Ensenada

En México se encuentra un géiser bastante peculiar, ya que su energía no proviene de la actividad termal, sino que es el resultado entre su composición geológica y la interacción con el entorno.

La Bufadora es un géiser marino con geometría geológica única y que fue formado por la interacción física del medio.

En la actualidad, es mundialmente conocido que México es un espacio con una variedad de ecosistemas como pocos lugares en el mundo. Desde desiertos, cenotes y selvas, hasta lagos congelados y bosques que rodean montañas nevadas, en el territorio mexicano siempre hay algo nuevo por conocer, descubrir y explorar.

Sin embargo, la autenticidad de su naturaleza va más allá de la extensa variedad de los paisajes. También alberga espacios tan únicos, que podrías pensar que abandonaste el planeta Tierra sin darte cuenta. Un buen ejemplo de esto es sin duda la península de Baja California.

La península surgió desde el fondo marino del Océano Pacífico, gracias al movimiento tectónico asociado con la falla de San Andrés hace millones de años. Es por esto, que su composición geológica es distinta, con montañas volcánicas, grietas, desiertos y costas fracturadas. Cada año, Baja California se separa unos centímetros del resto de México.

Esta región no sólo alberga cientos de escenarios distintos, una amplia variedad de ecosistemas y cientos de especies endémicas. Es literalmente un vestigio del pasado, un ejemplo de evolución y una muestra fortuita de que nuestro planeta, es un lugar como ningún otro en el universo.

Baja California tiene características únicas en su paisaje, además de flora y fauna endémica y gran variedad de microclimas.

¿La muestra perfecta de esto? Un géiser, único y muy raro de encontrar alrededor del mundo. Un orificio desde la profundidad del suelo marino, que en cada una de sus expulsiones es un eco de la energía que aún existe de esos movimientos violentos de hace mucho tiempo, y que continúan siendo agente de cambio para su entorno en la actualidad.

La Bufadora: el monstruo que respira en Ensenada

Como si se tratara de un magnífico dragón respirando a través de su escondite, este géiser mantiene un “respiro” violento, constante y estruendoso; eso sí, sin ese aliento cálido que seguro imaginaste. Su particularidad más grande es que no se trata de un géiser de actividad termal.

La Bufadora es un géiser marino, una abertura impactante que parece una chimenea en medio de un acantilado, y que está conectado a una cavidad litoral de rocas basálticas (sí, las que están formadas por medio de la actividad volcánica, magma proveniente desde el interior y procesos geológicos de muchos, muchos años).

Su forma tan particular, se obtuvo gracias a su composición y la meteorización de las rocas de la cavidad litoral por medio del enérgico oleaje, que fue fracturando la roca a nivel del mar, creando una cavidad interna. Cuando las olas golpean con fuerza, empujan aire desde la superficie y gran cantidad de agua, quedando atrapados.

El chorro de agua violento depende del la intensidad del oleaje, la marea y provoca cambios en la roca de forma progresiva.

Al ser una chimenea estrecha, el aire se comprime, dejando que la presión interna suba, generando un efecto pistón al saturarse de agua. Esto hace que la columna de agua también se comprima, generando una expulsión violenta por la parte superior de las gotas de agua con gran velocidad.

Esto, además genera un pulso acústico — gracias a la rápida descompresión dentro de la cavidad — lo que produce un estruendo muy intenso. Otra de sus particularidades es que esta actividad no para. Al ser el resultado de la interacción con el oleaje, se mantiene como un fenómeno cíclico breve, con una recurrencia cada 13-17 segundos.

Según estudios geológicos realizados por el CICESE, la Bufadora puede generar chorros de agua que podrían superar los 30 metros, bajo condiciones de oleaje fuerte.

Sin embargo, la altura del chorro y qué tan intensa será su expulsión si se ve influenciada por la energía del oleaje y la marea del momento. Entre más largas y energéticas sean las olas, más volumen de agua ingresará a la cueva generando mayor presión. Mientras que mareas más altas pueden también provocar chorros con más potencia.

¿Cómo cambiará este géiser con el tiempo?

Según las proyecciones publicadas en el Diario de Investigaciones Costeras de Hovey C. Clark, la estructura de este bufadero continuará cambiando. Con el tiempo podría agrandarse, lo que más adelante haría colapsar el techo de la chimenea. Dependerá de la energía del oleaje en las próximas décadas y la resistencia de la roca en constante cambio por erosión.

Mientras que, la geometría del lugar podría tener efectos diversos con la recurrencia de temporales intensos, provocados por cambios meteorológicos, fenómenos extremos o movimientos telúricos adyacentes a la fallas existentes (a nivel local, o de la península por completo).

Referencia de la noticia:

The Activity of La Bufadora, A Natural Marine Spout in Northwestern Mexico.

Journal of Coastal Research, Hovey C. Clark, Vol 11, 1995.