Revelación: en este mundo donde el agua escasea, ¿un simple smartphone realmente traga 12,760 litros de agua?

Con sólo el 0.01% del agua de la Tierra disponible en lagos y ríos, la escasez de agua exige una reevaluación urgente de nuestro consumo diario.

Las cifras reveladas sobre el consumo de agua de los productos modernos subrayan el alcance de nuestra dependencia de este recurso.
Las cifras reveladas sobre el consumo de agua de los productos modernos subrayan el alcance de nuestra dependencia de este recurso.

El agua, este precioso recurso, es mucho más escaso de lo que pensamos. Mientras que el 97% del agua de la Tierra es salada y, por tanto, no apta para el consumo humano, el 69% del agua dulce está atrapada en el hielo y el 30% en aguas subterráneas, dejando sólo el 0.01% disponible en lagos y ríos para satisfacer nuestras necesidades.

“Agua virtual” y “huella hídrica”

El concepto de agua virtual, introducido por el geógrafo británico John Anthony Allan en 1993, hace referencia al agua utilizada indirectamente para producir bienes o servicios. Se trata de agua “oculta” que se incorpora durante todo el proceso de fabricación, desde la producción de la materia prima hasta la distribución del producto final, pero que no es directamente visible para el usuario final.

Por ejemplo, el agua necesaria para fabricar un teléfono inteligente, desde la extracción del mineral hasta el montaje final, se considera agua virtual.

Esta agua muchas veces queda olvidada en nuestros cálculos de consumo.

La “huella hídrica”, por su parte, fue desarrollada por el profesor Arjen Y. Hoekstra para la UNESCO en 2002. Mide el uso directo o indirecto del agua por parte de productores y consumidores. Puede calcularse desde el punto de vista del productor (huella hídrica de producción) o del consumidor (huella hídrica de consumo). El consumo medio de agua por persona puede variar de un país a otro: en Francia es de 1875 m3, mientras que para Estados Unidos este consumo asciende a 2483 m3.

La huella hídrica de un producto, ya sea un bien o un servicio, representa la cantidad total de agua dulce utilizada para fabricarlo, ya sea directa o indirectamente. Esto incluye todas las etapas de su producción, procesamiento e incluso transporte.

¡Las figuras hablan por si mismas!

Las cifras relativas al consumo de agua en los productos modernos ponen de relieve el alcance de nuestra dependencia de este recurso.

¡12,760 litros de agua por dispositivo!

Un ejemplo sencillo, como el de un smartphone, pone de relieve los costes ocultos de su fabricación. Los químicos y lubricantes utilizados en su producción generan contaminantes que requieren dilución con agua, lo que eleva el total a un promedio de 12,760 litros de agua por dispositivo.

Productos tan comunes como botas de cuero, barras de chocolate, camisetas e incluso una simple taza de café requieren cantidades impresionantes de agua para producirse.
Productos tan comunes como botas de cuero, barras de chocolate, camisetas e incluso una simple taza de café requieren cantidades impresionantes de agua para producirse.

Esta cantidad, que equivale a varias docenas de bañeras llenas, es un claro recordatorio del enorme impacto que nuestras opciones de consumo tienen en los limitados recursos hídricos del planeta. Destaca la urgente necesidad de una conciencia colectiva y una acción concertada sobre nuestros patrones de consumo en general.

La verdad sobre nuestras elecciones de consumo

Productos tan comunes como botas de cuero, barras de chocolate, camisetas e incluso una simple taza de café requieren cantidades impresionantes de agua para producirse. Fabricar un par de botas de cuero requiere aproximadamente 25,024 litros de agua, de los cuales el 43% proviene de agua de lluvia, el 2% de aguas subterráneas y el resto se utiliza para diluir contaminantes.

De manera similar, producir una barra de chocolate, un alimento básico para muchos, requiere una cantidad considerable de agua: aproximadamente el 94% del agua necesaria proviene de la lluvia, el 4% de aguas subterráneas y el 2% de contaminantes diluidos.

Al tomar conciencia del agua que se esconde detrás de estos artículos, comprendemos mejor el impacto de nuestras elecciones de consumo en los recursos hídricos del planeta.

Una simple camiseta de algodón puede requerir alrededor de 2700 litros de agua para fabricarse, mientras que una taza de café de 125 ml, a menudo apreciada por su rico y aromático sabor, consume alrededor de 140 litros de agua para cultivar, cosechar, tostar, procesar, empaquetar y transportar granos de café.

Un futuro amenazado

La escasez de agua es una realidad impactante que no hace más que empeorar:

  • Dado que más de un tercio de los países del mundo enfrentarán altos niveles de estrés hídrico para 2050, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es imperativo tomar medidas ahora para preservar este recurso vital.
  • Las proyecciones del Banco Mundial indican que para 2050, hasta 5,700 millones de personas podrían enfrentar escasez de agua, lo que agravaría los posibles conflictos por este recurso vital.
  • Según el informe del Instituto de Recursos Mundiales, publicado en 2019, casi 3,000 millones de personas ya viven en zonas donde el agua escasea durante al menos un mes al año.

La gestión sostenible del agua y la reducción de nuestra huella hídrica son desafíos cruciales que debemos afrontar. Se necesitan soluciones innovadoras y tecnologías respetuosas con el medio ambiente para aliviar las presiones sobre los recursos de agua dulce y garantizar un futuro viable para las generaciones futuras.