"Tormentas Eléctricas" fenómenos meteorológicos recurrentes

El continente americano se extiende desde el polo norte hasta algunas porciones del polo sur, cuenta con diferentes tipos de regiones superficiales, esta diversidad ayuda a la formación de fenómenos meteorológicos como lo son las tormentas eléctricas.

Tormenta Eléctrica en el Gran Cañón del Colorado, EU. (2017)

Definición etimológica de la palabra tormenta viene del la palabra tormentum, que hace referencia a los términos tormento o tortura; sabiendo esto es fácil deducir que una tormenta se identifica como una alteración en la atmósfera, que puede desarrollarse rápido o lentamente, y está compuesta de fuertes vientos y precipitaciones.

Para la formación de una tormenta se necesita el choque de masas de aire con temperatura distinta, y valores de humedad superiores al 70%, en diferentes capas atmosféricas, dando así, origen a la rápida formación de nubes y a la inestabilidad ambiental; dicho de otro modo, cuando el aire caliente se eleva a gran velocidad choca con aire frío que tiene una temperatura por debajo del punto de rocío, lo que libera el calor latente y produce la tormenta; este particular intercambio de energía produce efectos atmosféricos como rayos, relámpagos, centellas y truenos.

La disipación de las tormentas eléctricas suele ser rápida y deja estabilidad en la atmósfera, de ahí el dicho "Después de la tormenta, siempre llega la calma", en este proceso las corrientes descendentes fluyen a la superficie y se expanden, este aire que es muy frío que llega al suelo interrumpiendo la afluencia de la corriente de aire caliente y ascendente, causando así la desaparición de la tormenta.

Rayo captado en los alrededores de Edimburgo, Escocia. (2018)

Algunos efectos atmosféricos derivados de las tormentas eléctricas

Los rayos se originan dentro de nubes que se desarrollan hasta la capa límite, donde el desprendimiento de partículas heladas que caen a la superficie terrestre y liberan energía; estas partículas cuentan con dos centros de carga de polos opuestos y aparecen principalmente en el interior de nubes de tipo cumulus y cumulonimbus; en ocasiones estas tormentas también pueden producir rayos y truenos sin tener precipitación alguna.

Un trueno es el sonido del efecto eléctrico que se desarrolla dentro de la nube y relámpago es el efecto visual de luz que podemos ver dentro de la tormenta eléctrica, tienden a originarse al mismo tiempo, los dos son ondas expansivas, pero en la atmósfera, la onda de sonido viaja más lento que la de luz. Por lo tanto, se manifiesta más rápido un relámpago que un trueno, los truenos se escuchan debido a la propagación rápida del aire generada por paso de rayos, factor clave para la generación del trueno.

Aunque son menos frecuentes, los rayos de tipo globular conocidos en el ámbito meteorológico como "centellas", son un efecto eléctrico óptico que aparece durante tormentas eléctricas, tienen forma de ovoide o de esfera, el color puede variar de amarillo a rojo según el lugar donde se presenten, es persistente y puede moverse lenta o rápidamente, o en algunos casos permanecer casi estacionario. Puede hacer sonidos como silbidos, estruendosos o simplemente no hacer ruido. Después de varios segundos la descarga desaparece y suelen ser muy destructivas.