¿Cómo los conflictos armados amenazan el futuro de la capa de ozono?
La naturaleza padece de una degradación acelerada ante la presencia de guerras alrededor del planeta. Este tipo de nocivos eventos, ponen en peligro a los ecosistemas y a la biodiversidad.

Heridos, muerte y destrucción de centros de población son solo algunos de los sinónimos de conflicto y guerras alrededor del mundo. Lamentablemente, los efectos que padece el medio ambiente producto de los conflictos armados pasan desapercibidos.
La presencia de guerras en algún punto del Planeta Tierra significa una degradación acelerada de los ecosistemas. Además, suelen permitirse algunas acciones que ponen en grave peligro a los ecosistemas y a la biodiversidad. Ejemplo de ello es la tala inmoderada - desmonte de superficies – con la intención de “debilitar” al enemigo.
A decir de la Organización de las Naciones Unidas, por lo menos el 40 % de todos los conflictos alrededor del mundo están relacionados con la explotación de los recursos naturales: ya sea por la explotación de madera o petróleo, o por recursos menos abundantes como el agua o la tierra fértil.

En las últimas décadas, por lo menos en las recientes seis, se han generado conflictos armados en más de dos terceras partes de los principales puntos que cuentan con biodiversidad en el mundo. Con ello, se ha puesto en riesgo la conservación de esos privilegiados espacios.
Día Internacional de Protección de la Capa de Ozono 2025: “Ozono para la Vida”
Este 16 de septiembre, como desde hace 31 años se conmemora el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Un día como hoy, pero del año de 1994 la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó esta fecha con la finalidad de concientizar sobre la preservación de esta capa protectora.
El Ozono contenido a niveles atmosféricos y que se encuentra a una altura entre los 15 y hasta los 50 kilómetros desde la superficie y hasta la estratósfera, funciona como una capa gaseosa térmica protectora de la radiación solar emitida por el sol. Evita que nuestro Planeta se sobrecaliente o se congele.
Escudo protector fundamental para el desarrollo de la vida
Particularmente, este gas es el responsable de proteger de la presencia de la radiación ultravioleta tipo b, que incluye longitudes de onda entre los 280 y 315 nanómetros, perjudiciales para la vida en el planeta. Permitir que esta capa natural se reduzca, significaría que altos niveles de radiación ultravioleta lleguen a la superficie y pongan en riesgo la existencia de cualquier tipo de vida.
Con el objetivo de concientizar y garantizar que la preservación del medio ambiente forme parte de las estrategias para prevenir conflictos y el sostenimiento de la paz, la Organización de las Naciones Unidas declaró esta fecha.

Se busca reconocer que si los ecosistemas se encuentran saludables y los recursos naturales se gestionan adecuadamente, el potencial riesgo de que se presenten conflictos armados se ve reducido considerablemente.
Nocivos efectos durante las dos Guerras Mundiales
Uno de los principales efectos nocivos para el medio ambiente tuvo lugar durante la presencia de las dos Guerras Mundiales: el hundimiento de armamento en el mar para evitar su reutilización por el enemigo, provocó uno de los impactos más nocivos que hasta la fecha persiste.
Se piensa que en los mares Báltico y del Norte, se encuentran depositadas 1,6 millones de toneladas de municiones. La acción de arrojar armamento al mar, municiones y equipo militar acabará por liberar gran cantidad de sustancias tóxicas.
Estos perjudiciales compuestos ponen en peligro la vida en los ecosistemas marinos; en el año de 1972 a través del Convenio de Oslo, se prohibió esta práctica. Lamentablemente a la fecha se desconoce cuánto armamento se encuentra depositado en el mar.
Protocolo de Montreal
En el año de 1987 se adoptó el Protocolo de Montreal, entrando en vigor en el año de 1989. Se le considera uno de los tratados medioambientales más exitosos a nivel global. El documento incluyó un conjunto de formas prácticas de eliminar las sustancias que agotan la capa de Ozono.
Ahí están incluidas una serie de estrictas medidas para controlar las sustancias perjudiciales a los gases atmosféricos. Para el año de 2016, el Protocolo se modificó con el objetivo de eliminar también la producción y uso de hidrofluorocarburos.
En su momento se analizó que esos elementos químicos sustituyeron a los que agotan a esta capa natural atmosférica, pero lamentablemente resultaron ser más potentes y perjudiciales para la atmósfera y en consecuencia, para todos los ecosistemas.
Importantes avances
Según lo muestra el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, gracias al acuerdo se ha logrado reducir significativamente en las últimas dos décadas, la emisión de sustancias que agotan la capa de Ozono; existen pruebas de que esta capa ubicada en la estratósfera esta en proceso de “cicatrización” y podrá recuperarse a mediados de este siglo.
Los científicos han observado que los esfuerzos globales han frenado de forma evidente el cambio climático, limitando la generación de alrededor de 135 mil millones de toneladas de dióxido de carbono entre 1990 y 2010. El Protocolo de Montreal ha evitado 2 millones de casos de cáncer de piel a nivel mundial, hasta el año 2030.
Referencia de la noticia:
Preservar la capa de Ozono, "Acción por el Clima”; Naciones Unidas, Blog