Así se cuida el Cempasúchil si lo siembras en junio: crecerá a tiempo para el Día de Muertos

El momento de cultivar tus propias flores de cempasúchil llegó, además de llenar tu casa o jardín de color, es un acto que conecta con nuestras raíces.

En náhuatl, cempasúchil significa "veinte flores", haciendo referencia a la gran cantidad de pétalos que tiene cada flor.

Hablar del cempasúchil es hablar del corazón del Día de Muertos. De esa flor naranja que se caracteriza por su aroma tan particular y que hoy en día, se ha convertido en uno de los emblemas más reconocidos de esta celebración mexicana. Pero más allá del misticismo que la rodea, hay algo especial cuando la siembras con tus propias manos.

Mucha gente piensa que eso de sembrar cempasúchil es solo para los que tienen ranchos, viveros o son expertos en el campo, pero nada que ver. La realidad es que cualquiera puede hacerlo, incluso en casa. Solo necesitas ganas, algo de paciencia y saber unos cuantos secretos para que crezcan bien.

Eso sí, al principio pueden surgir mil dudas. ¿Semilla o plántula? ¿Sol o sombra? ¿Cuánta agua? ¿Y si no crece a tiempo? Es normal tener dudas, pero no te agobies, todo tiene su chiste y en cuanto entiendes lo que la planta necesita, el resto fluye. Junio, créeme, es el mes perfecto para empezar sin prisas.

Lo más bonito de todo esto es que se puede convertir en una tradición familiar. Imagínate sembrar, cuidar y ver florecer tus propias flores. Se siente diferente, más personal. Como si le pusieras tu energía a ese momento tan especial. Y cuando llega noviembre y ves tu altar lleno de flores que tú mismo hiciste crecer... ufff, te juro que tiene otro sabor.

Existen más de 30 variedades distintas de cempasúchil, aunque las más comunes son las de flor grande y naranja intenso.

¿Por qué sembrar el cempasuchil en junio?

Sembrar cempasúchil en este mes, es aprovechar al máximo el clima cálido y las lluvias moderadas, lo cual nos viene de maravilla. El cempasúchil necesita sol y calor para germinar y desarrollarse bien, y tenemos entre 100 y 120 días antes del Día de Muertos, que es el tiempo necesario para completar el ciclo sin andar a las carreras.

En México se producen más de 2 millones de plantas de cempasúchil cada temporada.

Además, el suelo en esta época está más suave, ya se fueron las heladas y todavía no llegan las lluvias intensas que podrían echar a perder los brotes. Y cuando las condiciones están así de equilibradas, las plantas crecen más parejitas y fuertes. Solo hay que cuidar el riego y no excederse.

Si decides sembrar desde semilla, junio te da un margen cómodo para que, aunque se retrase un poquito la germinación, llegues sin problema a octubre. Y si usas plántulas o compras almácigos, también es buen momento para que se adapten bien al espacio donde las vas a tener.

SI siembras el cempasúchil en una maceta pequeña, es probable que su crecimiento sea poco y floree demasiado rápido, recuerda "como es arriba, es abajo".

¿Cómo sembrar el cempasúchil?

Primero decide si lo harás desde semilla o desde plántula. Si vas desde cero, germina en charolas con tierra suelta y mantenla húmeda (ojo: húmeda, no empapada). En unos 5 a 10 días deberías ver los primeros brotes y cuando tengan al menos 3 pares de hojas verdaderas, puedes trasplantarlas a su lugar definitivo.

El lugar debe tener buena exposición al sol. Esta flor es amante del sol, así que mientras más, mejor. Si vas a sembrar en macetas, que sean profundas y con buen drenaje. Y si siembras directo en el jardín, afloja bien la tierra y mézclala con composta o abono orgánico antes de sembrar.

Otro detalle importante es la distancia entre plantas, si siembras varias plantas: deja al menos 20 a 30 centímetros entre una y otra. Así no se estorban y cada una crece a su ritmo, sin pelearse por el espacio, la luz o los nutrientes.

El riego es uno de los temas más delicados, a diferencia de otras plantas, el cempasúchil no necesita agua todos los días, pero sí necesita que el sustrato esté húmedo, no seco ni inundado. En temporada de calor, con un riego cada dos o tres días suele ser suficiente, pero siempre checa la humedad antes de regar.

Si ya está adaptada a una zona de tu jardín, déjala ahí. Los cambios repentinos pueden estresarla y retrasar el proceso

Cuando la planta ya esté establecida, puedes darle una pequeña podada para quitar hojas viejas o débiles. Esto la ayuda a enfocarse en crecer y florecer. También puedes aplicar fertilizante orgánico cada 15 días, algo equilibrado en nitrógeno, fósforo y potasio. Si usas té de composta o humus de lombriz, ¡mejor aún!

Y como siempre, mantente atento a plagas como pulgones o mosquitas blancas. Si aparecen, puedes usar agua con jabón o algún extracto natural como el de ajo. Pero si tus plantas están sanas y bien cuidadas, es raro que se metan en problemas.

El cempasúchil también se usa en infusiones y remedios tradicionales para problemas digestivos.

¿Y si no florecen a tiempo?

A veces pasa que la floración no llega justo en octubre. ¡No te estreses! Hay muchos factores que influyen, como la luz, el tipo de tierra, el clima… Si sembraste en junio y diste buenos cuidados, lo más probable es que lleguen a tiempo.

Un truco útil es controlar un poco el riego a partir de mediados de septiembre, reducir la frecuencia puede simular el cambio de estación y estimular la floración como lo haría de forma natural el clima más seco de otoño. También ayuda no cambiar de lugar la planta constantemente.

Sembrar cempasúchil en junio es una decisión inteligente si lo que quieres es tener tus flores listas y hermosas para el Día de Muertos. Solo necesitas sol, agua, paciencia y muchas ganas. Es un proceso sencillo, pero muy significativo. Ver cómo crecen desde semilla hasta llenar de color tu altar… es algo que te llena el alma.

Y si alguna florece un poco tarde, o sale más chiquita, también está bien. Lo importante es que lo hiciste tú, desde cero, con cariño y tiempo, el cempasúchil no solo adorna, también cuenta historias, y si lo siembras tú, cuenta la tuya. Así que anímate, deja que tus manos toquen la tierra, y deja que el sol y la vida hagan su parte.