Qué sembrar en septiembre en México: frutas, verduras y aromáticas para aprovechar el final de la temporada de lluvias
Septiembre en México es sinónimo de fiesta, de verde, blanco y rojo ondeando por todas partes, pero también de tierra fértil, lluvias que empiezan a despedirse y un clima que invita a sembrar.

Septiembre es un mes que tiene un aire muy particular. Por un lado, dejamos atrás lo más intenso de las lluvias y empezamos a sentir los primeros avisos del otoño. Por el otro, es un mes lleno de tradición, fiesta y sabores que marcan nuestra cultura. Todo esto se refleja en la tierra que después de haber recibido tanta agua, queda lista para la siembra.
El final de la temporada de lluvias es un momento importante para quienes tenemos un huerto, una maceta en casa o incluso un terreno más grande. El suelo está húmedo, los días todavía son cálidos y las noches empiezan a refrescarse, es esta combinación la que crea un ambiente casi perfecto para que ciertas plantas crezcan con fuerza.
Desde hace años, nuestros abuelos sabían bien que sembrar en el momento adecuado podía ser la diferencia entre una cosecha abundante o una pérdida total. Hoy en día, con más información a la mano y con la ventaja de técnicas modernas, podemos aprovechar más estos periodos.
Frutas, verduras y plantas aromáticas encuentran aquí su mejor oportunidad para crecer. Lo interesante es que no importa si tienes un gran espacio o solo un par de macetas pequeñas, este mes ofrece variedades que se adaptan tanto a huertos urbanos como a parcelas más amplias.

Así que vale la pena detenerse, mirar el calendario de siembra y pensar en lo que podemos sembrar ahora para disfrutar en los últimos meses del año. Conocer cuáles son las especies que mejor se adaptan, qué cuidados requieren y qué beneficios tienen, nos permite aprovechar mejor la temporada.
Frutas que puedes sembrar en esta temporada
Aunque en México asociamos más las frutas con temporadas específicas, septiembre es buen momento para plantar fresas. Estas se desarrollan bien con los días templados y puedes tener producción durante varios meses si las cuidas bien. Además, al ser plantas de porte bajo, no requieren tanto espacio.
Ahora que si lo que buscas son cultivos frutales más rústicos y resistentes, este mes también es ideal para zarzamoras y frambuesas, que encuentran en el clima templado de septiembre el arranque perfecto. La ventaja de estas berries es que se adaptan a distintos suelos siempre y cuando tengan buen drenaje.
Otro buen ejemplo es el melón y la sandía tardía, que todavía se pueden sembrar en algunas regiones cálidas del país. El truco aquí es aprovechar lo que queda de calor antes de que el frío sea más fuerte. Estas plantas agradecen la humedad del suelo que dejan las lluvias.
También se puede pensar en árboles frutales de crecimiento a largo plazo. Guayabo, ciruelo o durazno se pueden establecer en septiembre aprovechando que la tierra está suelta y húmeda. Aunque no verás frutos inmediatos, la siembra en esta temporada les da la oportunidad de enraizar mejor y resistir cuando llegue la época seca.
Verduras que aprovechan el clima de septiembre
El clima sigue siendo cálido durante el día pero fresco en la noche, condiciones que ayudan a muchas hortalizas. Entre las más recomendadas están lechugas, espinacas y acelgas, ya que germinan rápido y se adaptan muy bien a este periodo y lo mejor es que en pocas semanas ya puedes estar cosechando.
El rábano es otro clásico de estas fechas. Tiene ciclos de crecimiento muy cortos, de apenas 25 a 30 días, lo que lo convierte en una apuesta segura si buscas resultados rápidos. Aparte, no necesita demasiado espacio, por lo que es perfecto para macetas o jardineras pequeñas.

También vale la pena mencionar al brócoli y la coliflor, que aunque tardan más tiempo en desarrollarse, el arranque en septiembre les da la ventaja de crecer con temperaturas más suaves hacia finales de año. Aquí el secreto es sembrar primero en almácigos y trasplantar cuando ya tengan un buen tamaño.
Incluso puedes añadir cultivos estratégicos como el betabel o algunos chiles para intensificar esa paleta de colores que nos recuerda a la bandera mexicana. Un tip extra es combinar cultivos rápidos con otros más tardíos, así siempre tendrás algo listo para cosechar mientras esperas las verduras de ciclo largo.
Aromáticas: las compañeras ideales
El Cilantro y perejil son los reyes de la temporada: germinan fácil y en pocas semanas ya puedes empezar a cosechar hojas frescas. Aunque si quieres algo más duradero, puedes aprovechar para sembrar romero y tomillo. Plantas resistentes que se adaptan muy bien a macetas y soportan periodos de sequía ligera.
El eneldo, la albahaca y la menta también encuentran un buen ambiente en esta época. De hecho la albahaca agradece la humedad residual de las lluvias y puede acompañar muy bien a tomates o jitomates si los tienes en tu huerto, ya que juntos forman una asociación benéfica.
Otra opción es sembrar hierbabuena y orégano, que además de ser básicos en la cocina mexicana, tienen propiedades medicinales. La hierbabuena ayuda a atraer polinizadores como abejas y mariposas, mientras que el orégano se ha usado desde tiempos prehispánicos como condimento y remedio natural contra resfriados.
Consejos prácticos para aprovechar septiembre
Sembrar en septiembre no solo es cuestión de elegir la planta correcta. Hay algunos detalles que hacen la diferencia. Uno de ellos es preparar bien el suelo. Como ha recibido agua durante meses, puede estar compactado, así que es importante airearlo y enriquecerlo con composta o abono orgánico.
Otro consejo es aprovechar la humedad, pero cuidando el exceso, todavía puede haber lluvias fuertes en algunas zonas, lo que a veces provoca hongos o encharcamientos. Por lo que colocar una ligera cobertura de paja o pasto seco ayudará a proteger las raíces y mantener el suelo en buenas condiciones.
Más allá de lo técnico, septiembre es un mes con mucha carga cultural en México. Los huertos y mercados se llenan de productos que acompañan las fiestas patrias. El maíz tierno para esquites o elotes asados es un ejemplo claro de cómo la agricultura se cruza con la tradición.
Y muchas comunidades aprovechan este mes para guardar semillas de las cosechas anteriores. Una práctica ancestral que asegura la continuidad de las variedades locales y refuerza la independencia alimentaria. Hoy en día con tantas semillas híbridas, rescatar esta costumbre se vuelve más valioso.
Verduras rápidas como rábanos, hojas verdes como espinacas, frutas como la fresa y aromáticas como el cilantro se convierten en aliados perfectos. Y lo bonito es que no necesitas un rancho para hacerlo, basta con unas cuantas macetas o un pedazo de jardín. Al final, se trata de mantener viva la conexión con los ciclos de la naturaleza.