El fenómeno de La Niña y los huracanes

El 2020 ha quedado como el año con mayor cantidad de ciclones tropicales con nombre en la cuenca del Atlántico y es probable que siga aumentando, favoreciendo efectos catastróficos. Por su parte, La Niña se fortalece mientras la circulación atmosférica global cambia.

La Niña se fortalece
El Pacífico sigue enfriándose y un evento fuerte a muy fuerte es probable este invierno.

La reciente actualización mensual emitida el jueves 12 de noviembre, el Centro de Predicciones Climáticas (CPC por sus siglas en inglés) informó que la fase fría del fenómeno “El Niño – Oscilación del Sur, ENSO” conocido como La Niña se intensificaba con un valor promedio en la región El Niño 3.4 de -1.5°C, catalogándose en intensidad fuerte. En general, las anomalías de temperaturas superficiales del Pacífico ecuatorial centro-oriental continúan desde -5 hasta 0°C, siendo cada vez más visible la típica “lengua” de agua fría.

El ensamble de diversos pronósticos dinámicos y estadísticos muestran la persistencia del fenómeno este invierno 2020-2021 con una probabilidad prácticamente del 100%, estimándose ahora una intensidad fuerte con anomalía térmica promedio entre -2 y -1.5°C. Esta fase podría persistir en la primavera de 2021 con un 65% de probabilidad, por lo que la atmósfera estaría con cambios importantes en los patrones de lluvias y temperaturas, afectando por su puesto a México con eventos extremos, aunque en promedio se registra un invierno con temperaturas por arriba de lo normal y condiciones mayormente secas.

Como se había anticipado, este año la temporada de huracanes estaría influenciada por este fenómeno, generando mayor cantidad de ciclones en el Atlántico y menor en el Pacífico. La noche del 9 de noviembre se desarrolló la tormenta subtropical Theta al noroeste del Atlántico, siendo el 29° sistema con nombre, estableciendo así el récord con más ciclones nombrados en dicho océano; y ahí no termina la situación, posteriormente se formó Iota, el cual está pronosticado en convertirse en un poderoso huracán Mayor de categoría 4 o incluso 5 que volvería a afectar Centroamérica en próximos días.

La Niña puede ser fuerte a muy fuerte este invierno. En México generalmente se dan eventos extremos de calor, frío, lluvias y sequías.

Esta fase fría favorece que el viento cortante sea muy débil, sumándose a las elevadas temperaturas de la superficie del mar, dando como resultado justamente más tormentas y huracanes, mientras en el Pacífico, una menor temperatura del mar disminuye su formación. Aunque la temporada finaliza en ambas cuencas el 30 de noviembre, es sólo una fecha estadística ya que, dadas las condiciones actuales, los sistemas pueden seguir desarrollándose en diciembre e incluso enero de 2021.

Tendencia climática sobre México

Durante los próximos días se espera un importante temporal lluvioso sobre el sureste-oriente mexicano, causado por el frente frío 13 y la extensa circulación del poderoso huracán Iota que se moverá sobre Centroamérica, situación que aumentaría la emergencia meteorológica con inundaciones severas generando efectos negativos en la población vulnerables Posteriormente, aunque por ahora no se observan efectos para México, otro ciclón se formaría en el Caribe, llevando el nombre de Kappa y con probable movimiento hacia Nicaragua o Costa Rica, pero claro, habrá que esperar a que se desarrolle.

Durante esta segunda quincena de noviembre, aumentará la incidencia de frentes fríos y masas polares en nuestro país, aunque por ahora no se observa alguna de intensidad relevante, pero ayudará a mantener condiciones más frescas principalmente en el norte, centro y oriente del territorio nacional.

En general durante inviernos de La Niña, se puede clasificar estadísticamente las siguientes condiciones dominantes: norte, noreste y oriente temperaturas por arriba de lo normal, pero con periodos muy fríos registrándose heladas, nevadas y eventos Norte severos en el Golfo de México. Por otro lado, en el centro, sur y sureste las temperaturas son dentro de lo normal con algunos periodos lluviosos, además de heladas severas en zonas altas. Finalmente, el noroeste y occidente se observa un ambiente no tan extremoso y mayormente seco. Debemos estar pendientes al desarrollo de este fenómeno climático.