Dónde comer la mejor capirotada en la CDMX
Su nombre tiene relación con el capirote, así se le llama al gorro alto con terminación en punta que utilizan algunos sacerdotes en procesiones de Semana Santa.

La capirotada es un postre típico por excelencia en Cuaresma. Se podría decir que la primera versión de la capirotada, fue la de Roberto Nola en 1477, en su libro de cocina donde la describe como “Almondrote”: rebanadas de pan tostadas y remojadas en caldo de carnero, alternándose con otras de carne de perdiz asada, pero la versión sin carne se popularizó en 1780 por el Fray Gerónimo de San Pelayo.
Según la página del Gobierno de México, en la década de los 40 fue cuando se consideró oficialmente un platillo de vigilia y como en todo lo que tiene que ver con la comida en México, hay muchas versiones de preparación e ingredientes, como estados hay en el país. Hay algunas que incluso llevan jitomate, otras son hechas con agua y piloncillo, pero otras le ponen leche.
Hoy en día las recetas que mencionan la capirotada son numerosas y hechas de acuerdo a las costumbres de cada región, pero todas ellas mencionan un elemento en común, la alternancia de ingredientes en diferentes capas. Su nombre deriva del “capirote”, haciendo referencia a los gorros que usan algunos sacerdotes durante la Semana Santa.
La capirotada es un postre tradicional mexicano compuesto de pan duro, piloncillo, canela, cacahuates y queso, con un toque de clavo. Lo que la capirotada conservó fue el pan en forma de capas y la homogeneización de los ingredientes como bolillo, piloncillo, pasas, queso, almendras, cacahuates entre otros.

Pero ahora, hablemos de los lugares en Ciudad de México en dónde según calificación de consumidores en redes sociales se vende la mejor capirotada, la más tradicional, o la más ingeniosa debido a su preparación e ingredientes, recuerda que la capirotada es un postre que se sirve sólo durante la cuaresma por lo que en los lugares que te recomendaremos se ofrecen sólo en esa temporada.
1.-El Clásico con Sabor a Hogar: Fonda Margarita (Colonia Roma Norte)
Un verdadero templo de la cocina tradicional mexicana, Fonda Margarita no podía faltar en esta lista. Su capirotada, elaborada con una receta que parece haber pasado de generación en generación, evoca el calor de hogar. Rebanadas de bolillo perfectamente remojadas en un jarabe de piloncillo aromático, capas generosas de queso fresco desmoronado, pasas dulces y cacahuates tostados se funden en un abrazo de sabores.
2.- La Interpretación Gourmet: Pujol (Polanco)
Para aquellos que buscan una visión contemporánea de la tradición, Pujol, el aclamado restaurante del chef Enrique Olvera, suele ofrecer una reinterpretación elegante y sofisticada de la capirotada durante la temporada. Si bien su menú evoluciona, la filosofía de resaltar los ingredientes mexicanos con técnicas innovadoras se aplica también a este postre.
3.- El Secreto de la Abuela: Mercado de San Juan (Centro Histórico)
Sumérgete en el corazón gastronómico de la ciudad y explora los puestos del legendario Mercado de San Juan. Aquí, entre ingredientes exóticos y aromas tentadores, es posible encontrar pequeñas fondas o puestos especializados que preparan capirotada con recetas caseras y auténticas. La clave está en preguntar a los locatarios para llegar a la mejor.
4.- El Toque Creativo: Churrería El Moro (Varias sucursales)
Aunque es famosa por sus churros y chocolate, la churrería El Moro ocasionalmente sorprende a sus comensales con una versión especial de capirotada durante la temporada de Cuaresma. Fiel a su estilo, suelen darle un giro creativo al postre, incorporando elementos inesperados o presentaciones originales. Si bien su disponibilidad puede ser limitada y varía según la sucursal.
5.- La Joya Escondida: Mercado de Coyoacán (Coyoacán)
En el corazón del pintoresco barrio de Coyoacán, el mercado local alberga pequeños puestos de comida que ofrecen auténticos sabores caseros. Entre la variedad de antojitos y platillos tradicionales, es muy probable encontrar alguna fonda que prepare capirotada con esmero y siguiendo recetas familiares.