El árbol Chechén: conoce el peligroso 'árbol de la muerte' que te quemará con solo tocarlo

La leyenda Maya, donde nace un chechén siempre se encuentra un chacá. El árbol que te enferma y el que te cura.

Donde nace un chechén siempre se encuentra un chacá.
Donde nace un chechén siempre se encuentra un chacá. Foto Gob.Mex.

La selva maya cuenta con una riqueza maravillosa de vegetación y árboles ancestrales, místicos, de leyendas ancestrales y árboles peligrosos. Esta es la historia del Chechén, un árbol que puede provocarte quemaduras. El Chechén, también conocido como “el árbol negro”, es una leyenda con raíces profundas.

Si lo tocas por accidente, tu piel podría reaccionar con una inflamación, ya sea un sarpullido, ardor y hasta llagas, pero lo más increíble no es su savia tóxica, sino su leyenda maya que lo explica todo: una historia de amor, celos y venganza entre dos hermanos guerreros y por lo que tiene ese efecto en la actualidad.

El Chechén, nombre científico “Metopium brownei” crece hasta 25 metros de altura en sitios como Yucatán y Quintana Roo, con una corteza gris que se descascara y bayas ovaladas que parecen inofensivas. Pero aquí está la magia: su savia tiene urushiol, un compuesto que se oscurece al contacto con el aire y puede provocar desde picazón intensa hasta quemaduras de segundo grado.

Si lo tocas tu piel podría reaccionar con una inflamación, ya sea un sarpullido, ardor y hasta llagas.
Si lo tocas tu piel podría reaccionar con una inflamación, ya sea un sarpullido, ardor y hasta llagas.

Pero no solo al tocarlo, sino al ponerse bajo su sombra en un día húmedo puede irritarte si tu piel es sensible, los locales se abstienen. Sin embargo, su madera puede ser usada para hacer muebles, solo los artesanos con experiencia se atreven a trabajarlo. Si te encuentras con uno, lávate con agua y jabón de inmediato y no dudes en buscar ayuda si comienzas con algunos síntomas.

¿Cuál es la leyenda sobre este peculiar árbol?

La fama del Chechén no viene solo de su veneno, sino de una leyenda Maya que le da vida. Según la página del Gobierno de México, en la selva de Quintana Roo se cuenta la leyenda de dos príncipes guerreros mayas, los hermanos Kinich y Tizic que poseían fuerza y habilidades extraordinarias.

El menor, Kinich, era gentil, bondadoso y amado por todos, mientras que Tizic, el mayor, era arrogante y despiadado. En el mundo dualista de los mayas, que parte del principio del bien y el mal, Kinich representaba los poderes de la naturaleza para el bien y Tizic atraía el dolor y el mal. Ambos se enamoraron de la hermosa Nicté-Ha y dispuestos a competir por su amor se declararon un duelo a muerte.

Tras una sangrienta batalla ambos hermanos perecieron. Ya en el inframundo suplicaron perdón a los dioses y una oportunidad para regresar al mundo de los vivos y ver a Nicté-Ha por última vez. Los dioses Mayas, conmovidos por la tragedia, les concedieron volver a la tierra, la condición fue que debían estar juntos.

El renacer

Tizic renació como Chechén “Metopium brownei”, árbol urticante cuya resina provoca quemaduras y llagas en la piel, incluso la sombra o el rocío puede afectar a personas muy sensibles. Kinich se convirtió en Chacá “Bursera simaruba”, árbol cuyo néctar es capaz de aliviar lo provocado por el chechén, es el antídoto.

La tradición Maya sostiene que el Chaká puede neutralizar los efectos del chechén, por lo que se recomienda machacar las hojas del chaká y aplicarlas sobre la piel afectada es una forma de contrarrestar el daño que podrían tener y que utilizan los locales al exponerse a este árbol.


Estas leyendas son parte de los consejos que forman a los mayas, se transmiten de generación en generación para educar y enseñar a respetar la naturaleza.

Sin embargo, la eficacia de este remedio está sujeta a debate. Si bien algunos estudios sugieren que el Chaká tiene propiedades antiinflamatorias, es fundamental considerar factores como la higiene y la identificación precisa de la planta para evitar complicaciones. El Chaká contiene compuestos que pueden tener un efecto antiinflamatorio, lo que podría explicar su uso tradicional para tratar la dermatitis.

Actualmente los dos árboles se utilizan en la medicina tradicional Maya. El Chacá tiene alto valor ornamental y el Chechén es considerado madera preciosa que se utiliza para fabricar muebles finos.