El fin de La Niña: la fase Neutra ha comenzado y tendrá un impacto importante en las lluvias de verano en México
Oficialmente, La Niña ha finalizado, transitando a una fase Neutra que se extenderá a todo el verano, situación que modificará el comportamiento de lluvias y temperaturas en México este 2025.

El pasado jueves 10 de abril, el Centro de Predicciones Climáticas – CPC – informó que el fenómeno de La Niña finalizaba debido al constante, aunque lento, incremento de las temperaturas en la superficie del Pacífico ecuatorial con anomalías entre -0.1 y +0.3 °C en la región 3.4 y entre finales de marzo y principios de abril.
Esto da comienzo a la fase Neutra, cuando las temperaturas registran anomalías entre -0.5 y +0.5 °C, generando cambios importantes, pero también con mucha incertidumbre, estando presente esta condición en esta última parte de la primavera, todo el verano e incluso, durante el inicio del otoño.
Comportamiento y probabilidades de próximos meses
Las previsiones del Instituto de Investigación Internacional para el Clima y la Sociedad, IRI, indican que la fase Neutra estaría presente esta primavera con un 100 % de probabilidad, extendiéndose en todo el verano con un 60-80 % y persistiendo en otoño con 40-60 % probable, pero en este mismo lapso, podría haber cambios.
Si bien, es casi seguro que la neutralidad persista, de verano a otoño (junio a octubre), la probabilidad aumentaría para que el fenómeno de La Niña regrese, pasando de un 10 % entre mayo-junio, hasta cerca del 40 % en otoño, siendo justo entre septiembre-noviembre cuando la fase Neutra y La Niña tendrían la misma probabilidad de presencia.

Lo contrario, el fenómeno de El Niño sería mínimamente probable inferior al 20 % para su existencia en este 2025. Ante esto, los escenarios de lluvias y temperaturas, así como el comportamiento de la temporada de ciclones en esta segunda mitad de 2025 estarán en función de la fase Neutra y mínimamente por La Niña.
Condiciones generales de primavera a otoño
Aclarando de nuevo: la fase neutra “normaliza” el comportamiento de lluvias y temperaturas, pero al mismo tiempo, puede inducir repentinos eventos extremos de calor, lluvias y ciclones tropicales, sin descartar algún periodo de frescor o frío, quizá lo menos probable. Aun así, debemos estar preparados como siempre para este verano y otoño.
Abril a mayo: temperaturas reguladas y lluvias
Esta primera quincena de abril ya experimentamos los dos extremos térmicos, intenso calor la primera semana con valores cercanos a 50 °C, para pasar a un periodo relativamente frío antes de mitad de mes con récord de frío de hasta -7 °C en el Altiplano de Veracruz y Puebla. Ahora, esta segunda quincena será de más calor, pero sin ser extraordinaria.
También, las lluvias pueden ir aumentando notablemente en la mitad centro-oriental por efecto de frentes fríos al norte del país que se combinen con vaguadas, divergencia de anticiclones y el mismo calor-relieve del país, siendo probables eventos fuertes con granizadas desde Coahuila hacia Veracruz, además del Altiplano, especialmente la región central incluyendo Valle de México.

Durante mayo, las lluvias incrementarían rápidamente en la mitad centro-oriental, siendo lo relevante desde estados del noreste entre Coahuila a Tamaulipas, Vertiente del Golfo llegando a Veracruz, península de Yucatán y el Altiplano de San Luis Potosí a Ciudad de México-Puebla, donde el ambiente sería menos caluroso. Menor lluvia y más calor estaría la mitad occidental.
Verano incierto, pero alentador
Aquí es donde la incertidumbre incrementa, limitando un pronóstico certero, pero siendo suficientemente aceptable para tener idea de cómo se podría comportar de junio a octubre. Los resultados que actualmente se tienen indican lluvias dentro de lo habitual con una Canícula probablemente marcada entre julio-agosto, al reducirse lluvias y aumentar el calor.
La temporada podría comenzar más lluvioso entre mayo y junio sobre la mitad centro-sur, entre el Golfo de México y Altiplano para regular temperaturas con calor moderado o incluso frescor, además de activarse rápidamente el monzón para extender lluvias hacia el noroeste; de forma más aislada se darían lluvias en el norte, noreste y occidente.
Como se mencionó, la Canícula podría llegar importante a medio verano para reducir precipitaciones y generarse más calor, sugerido por la mayoría de los modelos, aunque algunos escenarios muestran que sería débil, continuando periodos de lluvias y frescor importantes. Incluso, si disminuye lluvia, las temperaturas podrían ser extremas con calor diurno y frío nocturno.

A finales de agosto y de septiembre a octubre volverían a regularizarse las lluvias/tormentas con eventos nuevamente abundantes, disminuyendo temperaturas. En un consenso de escenarios, se observa que el noroeste y sureste tendrían menos lluvias de lo habitual, sí llovería indudablemente, pero la cantidad acumulada podría ser menor, manteniendo un déficit.
¿Cómo podría ser la temporada de ciclones?
A inicios de abril, la Universidad de Colorado emitió el primer pronóstico para la temporada de huracanes en la cuenca del Atlántico, previéndose 17 tormentas nombradas, 9 huracanes categorías 1-2, así como 4 huracanes Mayores categorías 3, 4 y 5, previsión que indica una temporada más activa de lo habitual.
En próximas semanas, habrá una actualización para determinar si existen cambios en sus previsiones. Por ahora, esta misma Universidad emite estimación en porcentaje para impacto directo de ciclones en las costas del Caribe y Golfo de México con 84 % de cualquier ciclón, 53 % para Huracanes y 23 % para un Huracán Mayor categorías 3, 4 y/o 5.
Es imposible determinar específicamente cuándo, qué zonas y con qué intensidad llegaría un ciclón, pero la probabilidad existe, por lo que debemos estar pendientes de información oficial y de meteorólogos, ignorando páginas y publicaciones alarmistas. Toda la información certera la encontrarán aquí en Meteored México.