El pueblo de Baja California que no sale en las guías y tiene la mejor langosta de México
Existe un lugar que es famoso por su exquisito plato del mar; conocido como el hogar de las langostas. La historia del plato comenzó en los años cincuentas.

En un pequeño pueblo pesquero que con el paso del tiempo ha ido ganando fama internacional, se prepara un platillo estrella. Este espacio es para obligada para los expertos en cocina y especialmente a los que disfrutan de los platos del mar. A una distancia de tan solo 20 minutos de Rosarito, el lugar cautiva a residentes y turistas.
Hablamos de Puerto Nuevo, pequeña población que se encuentra “escondida” dentro de la península de Baja California. La historia del delicioso platillo inició en los años cincuenta del siglo pasado, cuando los pescadores de la localidad iniciaron con la práctica de la preparación del crustáceo.
¿El secreto? Una forma sencilla pero deliciosa. Al no tener acceso a ingredientes especiales o especias traídas de algún otro sitio, quienes se dedicaron en ese tiempo a iniciar con la receta simplemente consideraron aplicar una técnica que con el pasar de los años se transformaría en una leyenda.
Se trata de langosta frita que se acompaña de arroz, frijoles refritos y tortillas de harina hechas a mano. Este platillo de fácil preparación se convirtió en uno de los preferidos de los pescadores. Con el transcurso del tiempo fue ganando popularidad entre los visitantes.

Toda una experiencia
En la actualidad en Puerto Nuevo existen más de 30 restaurantes especializados en servir la emblemática langosta estilo “Puerto Nuevo”, manteniendo la tradición. Tener la oportunidad de disfrutar este delicioso plato del mar es algo más que solo sentarse en un restaurante, ¡es toda una experiencia!
En un ambiente relajado en un espacio con vista al mar, quienes visitan la localidad quedan atrapados en un ambiente singular. Sus tortillas de harina son de gran tamaño y representan el complemento perfecto. Estos tacos (o burritos) de gran tamaño crean una mezcla de sabores y texturas únicas, simplemente inolvidables.
Las porciones que se sirven en cada plato son muy generosas. Además existe la opción de pedir en combo una, dos hasta tres langostas. Todas las versiones vienen acompañadas de frijoles y arroz. Llega hasta la mesa abierta a la mitad; es muy llamativo su color naranja brillante y con un delicioso olor que atrapa.
Patrimonio Cultural Inmaterial de Baja California
Los complementos son bastante generosos. Además existe la opción de incluir salsas de la casa. Los restauranteros señalan que se sirven en este pueblo alrededor de 100 mil langostas cada año. Algunas personas de la localidad platican detalles de la historia culinaria.
Se dice que el plato nació cuando varios pescadores se unieron para buscar la manera de atraer más turismo. Ofrecieron paseos de pesca que salían de este pueblo. Algunas de las esposas de los pescadores en aquel tiempo ofrecían la cocina de sus casas para preparar la langosta del día.
En la calidez que brindan los hogares fue como inició la tradición y comenzó a popularizarse la práctica. Para el año de 1956 se dice que el pescador José Plascencia llevó a unos turistas a pescar langosta. Al terminar la jornada laboral llegaron a la casa de la esposa, Susana Díaz López quien cocinó la langosta en manteca.
¿Y para los que están lejos de Puerto Nuevo?
En ese momento la acompañó con lo que tenía al alcance: arroz rojo frijoles y tortillas de harina. Sin saber que desde ese momento iniciaba una tradición, Susana ofreció este plato a los turistas. Actualmente se le considera a la langosta de Pueblo Nuevo como Patrimonio Cultural Inmaterial de Baja California.
Para quienes viven lejos de Baja California, no tienen la posibilidad de ir con la frecuencia que quisieran o simplemente está lejos de su alcance ir a Puerto Nuevo, se sabe que en la Ciudad de México existe un lugar en donde preparan este delicioso platillo.
Hablamos de Hacienda de los Morales, un emblemático lugar localizado en Polanco. En el mes de octubre y parte del mes de noviembre ahí se celebra el Festival de la Langosta: un menú de ocho platillos diferentes buscan satisfacer a los exigentes paladares.