El tesoro arqueológico maya que casi nadie visita y bien merece ser Patrimonio Mundial de la UNESCO
El místico espacio es una de las grandes ciudades mayas, caracterizada por sus numerosas esculturas en piedra que a lo largo de los años este sitio ha recibido diferentes nombres.

Durante el clásico tardío se presentó el apogeo de una de las ciudades que tuvo importante representación para la cultura maya. Su relevancia está relacionada a los textos distribuidos en estelas, altares y su increíblemente bella arquitectura. Estas letras explican las alianzas y conflictos, además de los protagonistas de su tiempo.
Inmerso en el espeso bosque tropical a orillas del río Usumacinta se encuentra Yaxchilán cuyo desarrollo sucedió entre los años 310 al 810. La distribución de su arquitectura se adaptó a las características del terreno y a la cercanía del río. Sus edificaciones se montaron de este a oeste en una extensa plaza.
Datos históricos culturales señalan que Yaxchilán es un de los grandes sitios del período clásico para la región maya entre los años 250 al 900. Para llegar al sitio arqueológico hay que emprender un viaje que puede representar toda una aventura.
Agencias de viajes sugieren hacer un tour desde la ciudad de Palenque ya que es más accesible y económico que hacerlo por cuenta propia. En los límites del río Usumacinta que también sirve de límite territorial entre Guatemala y México podrá observarse la fauna característica de la región.

Localización
Importantes diversidad de especies son visibles como: guacamayas, tucanes y cocodrilos. Dentro de la espesa selva se distinguirán las gigantescas ceibas que ocultan a la zona arqueológica. Además de Palenque Chiapas, también se encuentra próxima a esta zona arqueológica Tenosique, en el estado de Tabasco.
Desde ambas localidades se puede llegar a Yaxchilán por caminos de terracería, aunque solamente en Palenque se cuenta con vehículos que ofrecen salidas y visitas guiadas. Los caminos rústicos llegan a un lugar llamado Chancalá.
De ahí hay que continuar a frontera Corozal a orillas del río Usumacinta. En ese lugar se ofrece hospedaje en hoteles y búngalos y el servicio de lanchas que trasladan a los paseantes a Yaxchilán. Personas que han viajado comentan que también se puede llegar vía aérea.
Tres grandes zonas
Este tipo de transporte tiene sus bases de operación en Palenque, Tuxtla Gutiérrez y Ocosingo en el estado de Chiapas. Además, desde Tabasco existen salidas desde Villahermosa y Tenosique. Dependiendo el presupuesto económico será la opción a elegir.
Yaxchilán se divide en tres zonas amplias que se conectan entre sí: Gran Plaza, Acrópolis Grande y Acrópolis Pequeña; son 120 construcciones que están muy bien conservadas y que lo espeso de la vegetación además de resguardarlas generan un contraste único e impactante.
Para acceder a Gran Plaza es indispensable atravesar un edificio que se le conoce bajo el nombre de Laberinto. En la zona además se podrá conocer el juego de pelota y el espacio que se le conoce como las viviendas de los nobles. Al subir una escalinata se podrá llegar a la Acrópolis Grande: la edificación más sorprendente.
Mucho qué visitar con tiempo limitado
Los dinteles y la estela frontal la distinguen; se observarán demás 3 puertas que están claramente decoradas y que mediante los jeroglíficos que se cuenta la historia del Pájaro Jaguar: el gobernante que conquistó el Usumacinta y que proyectó a Yaxchilán a su máximo esplendor.
Hay mucho que conocer pero el tiempo es limitado. Siguiendo unos senderos estrechos se acerca a la Acrópolis Chica. Quienes ofrecen los tours guiados explican que durante todo el año hace mucho calor, pero entre los meses de noviembre a febrero es el mejor periodo para ir a Yaxchilán.
La temporada de lluvias sucede entre los meses de junio a octubre; así es que fuera de estos meses puede ser el momento más cómodo para emprender la aventura. Se recomienda evitar los puentes vacacionales o durante la Semana Santa ya que mucha gente acostumbra esos momentos para visitar la zona.
Recomendaciones
Se sugiere visitar la zona contratando un tour comunitario ya que hacer el viaje por cuenta propia es caro. Organizar el paseo a partir de 6 personas tendrá un costo de alrededor de $2,000 pesos; para 10 alcanzará un monto de alrededor de $2,500 pesos. Entre semana es menos la cantidad de gente interesada en visitar el lugar.
El camino es seguro, pero es muy sinuoso; se recomienda evitar viajar de noche por las carreteras chiapanecas. Es sugerible contratar el paseo desde Palenque; si se toma en San Cristóbal es mayor el tiempo y más costoso. Si hay tiempo suficiente, es sugerible el tour de dos días para dormir en un campamento lacandón.
Por referencias turísticas se dice que en temporada baja el tour individual de un día desde Palenque cuesta $ 800 pesos; el de 2 $ 1,300 pesos. La odisea incluye el traslado, hospedaje, alimentación y los guías de la localidad; hay colectivos que viajan a la comunidad Frontera Corozal y el traslado es más económico.