¿Por qué el polvo del Sahara se ha vuelto más peligroso para la salud?

Aun cuando el polvo africano llega a través de las corrientes marinas del Océano Atlántico cada año al continente americano, la incursión desde días pasados de una nube de polvo que es particularmente intensa y extensa, causa más riesgos en el medio ambiente y la salud de miles de personas.

Toma de mediciones contaminantes
La Universidad de Puerto Rico, ha observado en sus mediciones valores más altos de dispersión de aerosoles durante la pasada semana.

Un reporte publicado por parte de las Naciones Unidas (ONU), dice que, islas en el Caribe tuvieron que poner al nivel máximo sus alertas de contaminación de aire, debido a que la incursión de la capa de aire sahariana tiene niveles que no se habían visto en 20 años, lo que favorece la presencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

La nube de polvo que partió de África desde el 17 de junio, en dirección al Caribe, Centroamérica y Norteamérica, oscureciendo y contaminado el aire de varios países en los estos días, alcanzó proporciones históricas confirmó la Organización Meteorológica Mundial este viernes.

Componentes que hacen más riesgoso al polvo del Sahara

El aumento de las moléculas de metales cancerígenos y contaminantes, incrustados en partículas de polvo, como los óxidos de hierro, emitidas por fabricas y el uso abusivo de fertilizantes o pesticidas en campos de cultivos, aumentan categóricamente el riesgo de infección.

Por otro parte, factores como la sobrepoblación tanto de humanos como de animales para consumo, la quema de basura y la contaminación del agua/aire, permiten el incremento de microbios en las tormentas de arena.

Impactos en la salud humana

El tamaño de las partículas de polvo es un determinante clave del peligro potencial para la salud humana. Las partículas de más de 10 micrómetros no son transpirables, por lo que solo pueden dañar órganos externos, causando principalmente irritaciones en la piel y los ojos, conjuntivitis y una mayor susceptibilidad a la infección ocular.

Mientras que, las partículas inhalables de menos de 10 micrómetros, a menudo quedan atrapadas en la nariz, la boca y el tracto respiratorio superior, por lo que pueden asociarse con trastornos respiratorios como asma, traqueítis, neumonía, rinitis alérgica y silicosis. Las moléculas más pequeñas pueden penetrar en el tracto respiratorio inferior, entrar al torrente sanguíneo afectando órganos internos y ocasionado trastornos cardiovasculares.

Investigaciones conjuntas por parte del expertos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Meteorológico Mundial, considerando a evaluación estadística de un modelo global, estimaron en el 2014 que la exposición a partículas de polvo causó alrededor de 400,000 muertes prematuras por enfermedad cardiopulmonar. Por lo tanto, este año 2020 podría ser mucho más catastrófico en relación a la presente nube de polvo.

Por otra parte, nos encontramos en la actual situación de la pandemia por COVID-19, factor que estaría agravando el riesgo y el número de pérdidas humanas, relacionado a la presencia del polvo del Sahara. Especialmente si están están en situación de contagio por Coronavirus.

Enfermedades infecciosas relacionadas a las tormentas de arena

La meningitis meningocócica, una infección viral que provoca daño cerebral y su infestación causa la muerte en el 50% de los casos. Los brotes ocurren en todo el mundo, pero la mayor incidencia se encuentra en el "cinturón de meningitis", en gran parte del África subsahariana con una población estimada de 300 millones.

La baja humedad, las condiciones polvorientas, el incremento poblacional, el mal manejo del uso del suelo con una mayor deforestación y campos de cultivos chinos de soja. Crean condiciones favorables para la infección y transmisión bacteriana.

El polvo también juega un papel en la transmisión de la fiebre del valle, una enfermedad potencialmente mortal, en el suroeste de los Estados Unidos y en el norte de México al actuar como transportador de esporas de hongos Coccidioides.