¿Qué comen nuestros espíritus que nos visitan en Día de Muertos? Descubre 5 platillos típicos en la ofrenda mexicana

Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida y la que fue alguna vez su presencia terrenal. El altar, es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria.

Se recibe a los muertos con elementos naturales, frugales e intangibles.
Se recibe a los muertos con elementos naturales, frugales e intangibles.

Ya llega una de las fechas más esperadas por los mexicanos, el Día de Muertos, ese día dónde los que se fueron regresan a casa. Los mexicanos se preparan para esta fecha con sus altares de muertos, cenas y reuniones. Hablaremos de los elementos que forman el altar de muertos.

Además de los ingredientes típicos que tienen un significado, como la sal, el agua, las velas y el pan de muerto; no pueden faltar, las comidas que solían encantarle en vida a los difuntos. Por ello, te compartimos los más populares gustos mexicanos, para que puedas disfrutarlos en familia en estas fechas.

Los platillos que sueles encontrar en la mayoría de los altares de muerto, además de comidas especificas como sopa de pasta, pozole o taquitos, son los tradicionales platillos mexicanos como el mole. Este platillo incluso se puede encontrar hecho en cerámica para no desperdiciar.

El mole es un platillo complejo, hecho con diversas especias, chiles y en algunas versiones se utiliza chocolate, que se suele acompañar con pollo o guajolote.

Otro platillo que encuentras son los tamales, éstos son hechos de masa de maíz rellenos de ingredientes dulces o salados, son una ofrenda muy antigua que se prepara en múltiples variedades en todo el país, como los de mole negro en Oaxaca o las corundas en Michoacán. También, son muy famosos los tamales de elote en el Occidente del país.

El Día de Muertos es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el 7 de noviembre de 2003.
El Día de Muertos es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el 7 de noviembre de 2003.

Además del agua, otra bebida muy recurrente en los altares de muerto el atole o champurrado, se trata de una bebida caliente espesa que en el caso de este último es a base de maíz, a menudo endulzada y con sabores como chocolate o cajeta. También se coloca el café de olla que se realiza con café, piloncillo y canela.

Aunque no se trata de un platillo como tal, las calaveritas de azúcar son imprescindibles en las ofrendas del Día de Muertos, dependiendo de su tamaño, pueden representar a los difuntos o a la divinidad. Otros dulces típicos, son el dulce de calabaza, tejocotes, camotes o alfeñiques. También suelen ponerse frijoles refritos, con su queso fresco y salsa de chile.

Elementos de una ofrenda de Día de Muertos

Ofrendar, es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria. Según la página oficial del Gobierno de México, la ofrenda es un ritual, es un acto sagrado, pero, también puede ser profano: la tradición popular es la simbiosis de la devoción sagrada y la práctica profana.

Ofrendar, en el Día de Muertos, es compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino. Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida.

La ofrenda del Día de Muertos, es una mezcla cultural donde los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; los indígenas le agregaron el sahumerio con su copal, la comida y la flor de cempasúchil (Zempoalxóchitl). La ofrenda, tal y como la conocemos, es también un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo.

Se recibe a los muertos con elementos naturales, frugales e intangibles incluimos aquí las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal. La ofrenda de muertos debe tener varios elementos esenciales. Si faltara uno de ellos, se pierde aunque no del todo el encanto espiritual que rodea a este patrimonio religioso.