Video: Lluvias torrenciales causan graves inundaciones, dejando a cientos de personas atrapadas en Sicilia, Italia

El 1 de octubre, la isla Favara en Scilia, sufrió inundaciones a causa de las fuertes precipitaciones. Varios ríos se han desbordado en cuestión de muy pocas horas. Las grabaciones son desgarradoras.
Este 1 de octubre, Favara, un municipio de la provincia de Agrigento, Sicilia, vivió escenas que parecían sacadas de una película de desastres naturales. Lluvias torrenciales, tormentas eléctricas y granizos azotaron con tal fuerza que las calles se transformaron en ríos desbordados, y arrastraron autos, mobiliario urbano, dejando tras de sí un panorama de caos y lodo.
La situación más dramática fue la desaparición de Marianna Bello, de 38 años, que fue arrastrada por la corriente cuando intentaba abandonar su vehículo en medio de la inundación. Los equipos de rescate trabajan sin descanso, revisando canales, desagües y conexiones con el río Naro. Pero hasta el momento, hoy 3 de octubre, continúan sin resultados concretos en cuanto al paradero de Marianna.
Y Favara no fue la única golpeada dentro de Agrigento. En San Leone, varias viviendas resultaron seriamente afectadas por el agua y el lodo, mientras que en los municipios de Sciacca y Menfi las autoridades decidieron cerrar temporalmente las escuelas como medida preventiva ante la persistencia de las lluvias y el riesgo de nuevos desbordes.
Otras provincias de Sicilia, como Trapani y Enna, también reportaron inundaciones repentinas, calles intransitables y autos atrapados bajo el agua. Los bomberos recibieron decenas de llamadas de auxilio, con intervenciones urgentes en carreteras bloqueadas, viviendas afectadas y caída de árboles.

La violencia de las lluvias sorprendió a muchos residentes de la isla. En pocas horas cayó una cantidad de agua equivalente a varios días. La alerta amarilla emitida por la Protección Civil se quedó corta frente a la magnitud del evento que puso a prueba la resiliencia de comunidades acostumbradas a convivir con un clima mediterráneo, y no tanto a fenómenos tan extremos en tan corto plazo.
El trasfondo meteorológico: ¿qué causó este temporal?
Este episodio de lluvias torrenciales fue el resultado de la interacción de varios factores atmosféricos. El más importante está vinculado al ex huracán Gabrielle. Y es que normalmente, cuando un ciclón tropical llega a estas latitudes, pierde rápidamente su energía al encontrar aguas frías y fuertes corrientes en altura.
Pero Gabrielle mantuvo suficiente estructura e inestabilidad para viajar miles de kilómetros y alcanzar el Mediterráneo central, trayendo tiempo severo y numerosos daños en Sicilia y, en general, en el Mediterráneo, afectando también Baleares e Ibiza. El ex huracán llegó a Portugal en forma de tormenta tropical, para luego perder gran parte de su fuerza sobre España.
Sin embargo, las altas temperaturas de la superficie del mar mediterráneo (especialmente al final de la temporada estival) le concedieron grandes cantidades de energía y calor latente, alimentándolo y aumentando la inestabilidad y la cantidad de humedad disponible en la atmósfera asociada a sus remanentes.
Las corrientes en altura aportaron divergencia, mientras en superficie un flujo de aire frío del noreste (Burrasca di Grecale) chocaba con el aire cálido y húmedo acumulado sobre el mar, creando un entorno favorable para la formación de tormentas organizadas y persistentes.
Sicilia quedó atrapada bajo un sistema de baja presión donde parecía que el cielo “repetía” tormentas en bucle. Este fenómeno se conoce como training effect: tormentas que se suceden una tras otra sobre la misma zona, descargando lluvias excesivas en un tiempo muy corto. Los estudios sobre episodios de lluvias extremas en el Mediterráneo lo incluyen como un mecanismo frecuente.
Aquí, las temperaturas de la superficie marina aportaron la energía necesaria para alimentar estas tormentas, en un patrón que se asemeja, en una menor escala, a lo que ocurre con los ciclones tropicales. Esa diferencia térmica entre el mar y las capas frías en altura intensificó la convección (ascenso de aire y formación de nubes de gran extensión vertical).
¿La consecuencia? Precipitaciones torrenciales localizadas, con acumulados que superaron los umbrales de emergencia. Las previsiones ya advertían de lluvias intensas y tormentas eléctricas, pero la rapidez del fenómeno y la coincidencia con zonas urbanizadas potenciaron el impacto.Porque sí, aquí el asfalto también hizo de las suyas para favorecer el desastre.
Cuando lo urbano no ayuda
Pero como todo desastre, porque NO es natural, la vulnerabilidad de la región puso a toda la isla en jaque ante las lluvias torrenciales: urbanización en áreas expuestas, cauces (valloni) ocupados o mal gestionados, infraestructuras viejas y, en muchos municipios, planes de mitigación poco robustos.
En los últimos años, Sicilia se considera entre las islas más expuestas a fenómenos meteorológicos extremos. Pero esto no es solo causa del cambio climático, sino también por la excesiva cementificación del territorio, víctima de la urbanización salvaje. Entre las zonas que corren el riesgo de sufrir daños relacionados con la inestabilidad hidrogeológica, está Agrigento.
Urgen más esfuerzos en un plan integrado de prevención, mantenimiento y urbanismo sostenible e integrar medidas estructurales con políticas de adaptación climática. Además, prestar más atención a la gestión de las cuencas fluviales y a la necesidad de una mayor educación ambiental.
La conexión entre Gabrielle, el Mediterráneo cálido y la inestabilidad local dejó una huella de destrucción que hoy se mide en daños materiales y en la angustiosa búsqueda de una vida humana. Vivimos en un sistema interconectado y frágil, donde la prevención y la adaptación serán claves para enfrentar un futuro en el que los eventos extremos serán cada vez más frecuentes.