Calendario lunar de septiembre 2025 en México: Luna llena, conjunciones planetarias y lluvias de meteoros

Septiembre de 2025 promete un cielo deslumbrante. Un eclipse total de Luna, fases cambiantes y fascinantes danzas planetarias nos invitan a mirar hacia arriba, conectando con la maravilla del cosmos que nos rodea.

Los eclipse totales de Luna tambien son conocidos como "Luna de sangre".

El mes de septiembre de 2025 será, sin duda, un momento inolvidable para todos los amantes del cielo pues aunque el calendario lunar nos regala sus fases habituales, además nos trae un eclipse total de Luna que se perfila como el plato fuerte del espectáculo.

La magia lunar comienza a asomarse desde el primer día del mes cuando veremos la Luna en su fase de Cuarto Creciente, ya con un 66 % de su superficie iluminada. Esta apariencia, a medio camino entre la perfección del círculo y la media luna, es la silenciosa antesala del gran fenómeno que está por llegar.

El día 7 de septiembre, la Luna alcanzará su plenitud, ofreciéndonos una majestuosa Luna Llena acompañada de un esperado eclipse total. Desde México, no podremos ver este fenómeno, sin embargo su impacto global sigue siendo notable y digno de atención.

En horarios para México, el eclipse ocurrirá durante la luz diurna e iniciará hacia las 09:28 horas del día, alcanzando su punto máximo alrededor de las 12:11, y concluyendo aproximadamente a las 14:55 horas, tiempo del centro.

Un eclipse lunar ocurre cuando la Tierra se interpone entre la luz del sol y la Luna.

Durante este evento, la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra sobre nuestro satélite natural. La Luna no desaparece, sino que se tiñe de un tono rojo oscuro, que le ha valido el poético apodo de “Luna de Sangre” en muchas culturas.

Fases y otros encuentros lunares

Más allá del impresionante eclipse lunar total, septiembre nos ofrece la constante y rítmica danza de las fases lunares. Tras la Luna Llena del día 7, nuestro satélite entra en su etapa menguante, disminuyendo su brillo cada noche que pasa.

El 14 de septiembre, aproximadamente una semana después del eclipse, aparecerá el Cuarto Menguante, un momento en que la Luna muestra sólo la mitad de su disco iluminado. Estará encogiéndose poco a poco en el cielo, como un reloj cósmico grabado sobre nuestras cabezas.

Finalmente, el 21 de septiembre, con la llegada de la Luna Nueva, en las latitudes más cercanas a la antártida, ocurrirá un eclipse Solar parcial. Debemos recordar que estos fenómenos ocurren justamente en los plenilunios cuando nuestro satélite pasa cerca de los nodos de la Eclíptica.

La eclíptica es la línea imaginaria que sigue el Sol en el cielo a lo largo del día, es el plano que une a la Tierra con el Sol y donde suceden los Eclipses.

Después de este evento, la luz lunar vuelve a crecer para que el 29 de septiembre, reapareciendo en su Primer Cuarto Creciente, brillando con fuerza renovada para cerrar un mes intenso en fenómenos celestes. Esta fase es ideal para observar con telescopios, pues las sombras realzan cráteres y montañas.

Planetas en escena: oposiciones y conjunciones

Septiembre no sólo es lunar, también nos regala el vibrante ballet de los planetas en nuestro firmamento. El 21 de septiembre será doblemente especial: Saturno alcanzará su oposición, es decir, estará alineado con el Sol y la Tierra, y brillará intensamente toda la noche siendo visible incluso a simple vista.

Con un telescopio, la vista de Saturno es siempre sorprendente, permitiendo admirar su distintivo sistema de anillos. Apenas dos días después, el 23 de septiembre, Neptuno también alcanzará su oposición, aunque este planeta no es visible sin ayuda, un telescopio modesto revela su punto azul pálido en Acuario.

El mes arranca con otra cita planetaria cuando el 2 de septiembre, el planeta Mercurio se alinee visualmente con Régulo, la estrella más brillante de Leo. Esta conjunción será visible en el horizonte matutino para quienes madruguen. Poco después, el 6 de septiembre, Mercurio comenzará su movimiento retrógrado, un fenómeno que siempre despierta curiosidad.

Finalmente, no podemos olvidar el eclipse solar parcial que ocurrirá el 21 de septiembre, aunque no será visible desde México. Este evento se apreciará desde Oceanía y la Antártida, donde el Sol parecerá “mordido” por la sombra lunar.

Meteoros, equinoccio e invitación a descubrir

Septiembre nos trae también la posibilidad de cazar estrellas fugaces cuando arranque con la lluvia de meteoros Aúridas o Aurígidas, que estará activa alrededor del 1 de septiembre. Aunque su tasa es modesta, con unas diez estrellas fugaces por hora, ofrece destellos rápidos para quienes tengan paciencia y cielos oscuros.

El 22 de septiembre, el equinoccio marcará el inicio del otoño en el hemisferio norte, marcando el momento en que el día y la noche alcanzan una duración similar, un equilibrio efímero que antiguas culturas celebraban con rituales. En México, este fenómeno ocurrirá a las 13:19 horas del tiempo central.

Observar la Luna o los planetas no requiere siempre de instrumentos sofisticados ya que a simple vista se pueden apreciar, sin embargo, unos binoculares o un telescopio modesto bastan para descubrir cráteres o seguir las fases, añadir profundidad o revelar detalles que transforman la experiencia en algo íntimo.

El 12 ocurrirá un fenomeno que justamente se puede disfrutar de mejor forma con un telescopio, pues la Luna ocultará a las Pléyades, las 7 hermanas, un espectáculo que sólo se revelará a los observadores más pacientes y con muchas ganas de descubrir nuestra unión con el cosmos.