La Luna ocultó a las Pléyades sobre el cielo de México y aún puedes verlas juntas

Durante la madrugada del 20 de julio, la Luna ocultó a las Pléyades y aunque el fenómeno ya pasó, ambos cuerpos celestes seguirán compartiendo el cielo al amanecer durante varios días.

Así luce la Luna hoy 20 de julio de 2025 según el sitio Daily Moon de la NASA.

La madrugada del 21 de julio trajo consigo un espectáculo celeste inolvidable para quienes madrugaron o permanecieron despiertos y que se pudo disfrutar en la mayor parte de la República mexicana: la Luna ocultó, una a una, varias estrellas del cúmulo de las Pléyades.

El fenómeno, conocido como ocultación lunar, ocurre cuando la Luna pasa justo frente a un objeto brillante, cubriéndolo temporalmente. En esta ocasión, su fase delgada —con solo un 23 % iluminado— permitió que la experiencia fuera especialmente visual, con el borde oscuro de la Luna revelando las estrellas al reaparecer.

Los binoculares o telescopios pequeños hicieron posible seguir con detalle el momento en que estrellas como Maia y Electra desaparecían detrás del brillo lunar. Algunas reaparecieron minutos después, creando un efecto casi mágico: luces que se encendían y apagaban sobre el borde oscuro del satélite.

Este fue el tercer y último encuentro lunar con las Pléyades en 2025, pues los anteriores, en enero y febrero, tuvieron lugar bajo fases lunares más brillantes y no fueron visibles desde todo México. Esta vez, el país fue testigo privilegiado de un fenómeno celeste discreto pero hermoso.

Imagen sobrepuesta de la Luna sobre las Pléyades. Crédito: Zeus Valtierra con imágenes de la NASA.

En muchas regiones de México, el evento fue visible con cielos despejados y una Luna menguante recortada contra el horizonte oriental y aunque la ocultación ya ocurrió, la Luna y las Pléyades seguirán compartiendo el cielo matutino durante algunos días más.

Las Pléyades: estrellas antiguas, encuentros fugaces

Las Pléyades, conocidas también como “Las Siete Hermanas”, son un cúmulo estelar joven y brillante ubicado en la constelación de Tauro. Aunque están a unos 440 años luz de la Tierra, son muy notorias, por lo que han formado parte de relatos y mitologías en casi todas las culturas del mundo.

Durante la madrugada del 20 de julio, la Luna pasó frente a varias de sus estrellas más brillantes: Maia, Atlas, Electra y Alcyone. Estos momentos fugaces, donde una estrella desaparece de golpe tras el borde lunar, son valiosos tanto para el deleite visual como para estudios astronómicos.

Las ocultaciones permiten a los científicos refinar medidas sobre posiciones estelares, y a los observadores casuales les ofrecen una oportunidad rara para ver a la Luna como protagonista de una coreografía cósmica con estrellas a cientos de años luz.

Para quienes no alcanzaron a ver el evento completo, aún podrán, en los días siguientes, mirar cómo la Luna se aleja lentamente del cúmulo, noche tras noche. Aunque ya no habrá ocultaciones, la cercanía aparente entre ambos objetos sigue siendo una gran postal matutina.

Cómo seguir disfrutando el cielo estos días

Aunque la ocultación fue efímera, la Luna y las Pléyades aún pueden verse durante las madrugadas de esta semana, basta con salir entre 4:00 y 5:30 a. m., antes de que amanezca, y mirar entre el este y el noreste para encontrar ambos cuerpos celestes muy cerca del horizonte oriental, pero claramente visibles si no hay nubes.

La Luna continúa su fase menguante rumbo a la Luna nueva, por lo que cada día estará más delgada y se elevará un poco más tarde. Aun así, la proximidad visual con las Pléyades puede apreciarse varios días después del evento principal, especialmente desde lugares con poca contaminación lumínica.

Pléyades y Luna en el cielo Noreste a las 4:00 am (Centro de México), Crédito: Zeus Valtierra / Stellarium

Usar binoculares con trípode permite disfrutar mejor a este grupo, aunque incluso a simple vista se puede distinguir el brillante filo lunar junto a ese cúmulo abierto de estrellas, que en realidad se ven muy juntitas en el cielo, normalmente como una manchita junto a Tauro.

Así que, si te lo perdiste o sólo lo viste parcialmente, no te preocupes, todavía tienes oportunidad de ver a estos dos viajeros celestes compartiendo el mismo rincón del cielo y si tienes la suerte de estar en un sitio oscuro, la experiencia será aún más chida.

Un cierre elegante para un fenómeno especial

Este evento marcó el fin de una serie de tres ocultaciones lunares del cúmulo en 2025, fue un final silencioso, sin explosiones ni luces artificiales, pero con toda la belleza que el cielo sabe ofrecer a quienes miran con atención. La Luna y las Pléyades se despidieron con gracia sobre el horizonte mexicano.

Lo memorable de este fenómeno no sólo es la rareza astronómica, sino también la experiencia personal que ofreció y que a veces necesitamos hacer, esa pausa en la rutina, un recordatorio de que el cielo siempre se está moviendo y a veces, sólo necesitamos saber a dónde y cuándo mirar.

Y aunque el momento culminante ya pasó, el cielo aún guarda belleza, ya que las Pléyades seguirán visibles durante varios meses, cada vez más temprano, mientras la Luna reaparecerá en otras fases y otros escenarios. Pero esa conjunción tan íntima no volverá este año.

Por eso, vale la pena salir una vez más, mirar hacia el oriente al amanecer, y despedirse lentamente del encuentro. Porque en el cielo, como en la vida, hay momentos que no se repiten, pero que podemos seguir recordando con sólo alzar nuestra mirada.