Las primeras formas de vida en la Tierra pudieran ser a través de fósiles en la profundidad oceánica

Investigaciones que han surgido en las profundidades de los océanos, demuestran que a través de extraños fósiles, existen partes de nuestro planeta pueden ser mucho más antiguas de lo que se pensaba.

Erizo de mar
Los equinoideos, entre los que se encuentran los erizos de mar, son equinodermos sin brazos y con un caparazón espinoso formado por placas esqueléticas muy fusionadas, con forma de globo, disco o vagamente cilíndrica. Fuente: Wikimedia Commons

Según un equipo de investigadores de la Universidad de Gottingen en Alemania, se han hallado las primeras pruebas fósiles de una colonización estable de los fondos marinos. Este equipo ha descubierto espinas fosilizadas de equinoideos (erizos de mar) irregulares, que se cree que existieron desde el Cretácico, así como su evolución bajo el impacto de las fluctuantes condiciones ambientales.

Se cree que las primeras formas de vida en la Tierra aparecieron en los fondos marinos hace muchos siglos. Hoy en día, las profundidades marinas son conocidas por su extraña fauna y los científicos llevan a cabo intensas investigaciones sobre los cambios que muestran las distintas especies que viven en el fondo del mar.

Según un artículo publicado en The Science Times, existen teorías que afirman que los ecosistemas de aguas profundas han surgido repetidamente tras múltiples extinciones masivas y perturbaciones oceánicas.

Pero, ¿qué son los equinoideos irregulares?

Los equinoideos son un grupo de animales marinos pertenecientes a la clase Echinodea. Su nombre procede de la palabra griega echinos, que significa espinoso, e incluye a los erizos de mar, que adoptan dos formas, la regular y la irregular. Los equinoideos irregulares se denominan así por la evolución de innovaciones morfológicas que los alejan de la simetría regular.

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Los erizos de mar y su aparición temprana

En este estudio, los investigadores recogieron más de 1,400 muestras de sedimentos de los océanos Antártico, Atlántico y Pacífico, a diferentes profundidades de agua que oscilaban entre los 200 y los 4,700 metros. Encontraron más de 40,000 fragmentos de espinas atribuidos al grupo de los equinoideos irregulares, basándose en su estructura y forma.

Se registraron las características morfológicas de las espinas, como su forma y longitud. Al mismo tiempo, también se determinó el grosor de unas 170 espinas de cada uno de los dos periodos de tiempo para compararlas.

Equinoideos
Los equinoideos irregulares tienen una densa cubierta de espinas cortas, y son los movimientos de éstas los que actúan exclusivamente en la locomoción del animal. Fuente: Wikimedia Commons

Este análisis reveló que los equinoideos irregulares han poblado continuamente las profundidades marinas desde el comienzo del período Cretácico, hace unos 104 millones de años.

También pudieron obtener información sobre el impacto destructivo de meteoritos al final del periodo, que provocó una extinción masiva de dinosaurios en todo el mundo y causó perturbaciones en las profundidades del mar. Esta evidencia quedó demostrada por los cambios morfológicos en las espinas, ya que parecían ser más delgadas y menos diversas después del suceso.

Este fenómeno, interpretado por los científicos como el Efecto Liliput, sugiere que las piezas más pequeñas mostraban una mayor ventaja de supervivencia tras una extinción masiva, lo que conducía a un menor tamaño corporal de una especie. Se supone que este fenómeno se debe a la falta de alimento disponible en el fondo de las profundidades marinas.

Muchos científicos creen que los equinoideos irregulares evolucionaron durante la Revolución Marina del Mesozoico, siendo los cambios morfológicos una pequeña parte de su historia evolutiva.