Un paseo por la Isla Elefante, en alta definición y desde la comodidad de tu casa

La misión Copernicus Sentinel-2 capturó deslumbrantes imágenes de la pequeña y mítica isla Elefante, en la Antártida.

elefante
La Isla Elefante, desde el espacio.

Montes altísimos, glaciares, icebergs, el mar azul profundo. Así es la maravillosa orografía de la isla Elefante, en la Antártida, que se puede recorrer con lujo de detalles en la fotografía de alta definición que obtuvo la misión Copernicus Sentinel-2 desde el espacio.

Ubicada a unos 250 km al noreste de la península antártica, y a 900 km al sur de las Malvinas, la isla Elefante tiene 558 km2 de superficie, y está cubierta completamente de hielo.

A pesar de su buena ubicación, no hay asentamientos humanos permanentes, debido a que sus costas escarpadas y acantiladas hacen muy difícil cualquier desembarco.

La Isla Elefante fue descubierta en 1820 por el explorador británico Edward Bransfield y en 1821 fue bautizada así por el ballenero británico George Powell. El nombre se debe a la presencia frecuente de elefantes marinos en sus costas.

Pero además, vista desde arriba, el contorno de la isla forma una pareidolia que recuerda a la cabeza de un elefante. En la foto, el “tronco” del animal sería la sección que aparece parcialmente cubierta de nubes.

Los rincones en la foto

La fotografía es de febrero de 2023 y fue tomada desde unos 786 km de altura. En el sitio de la Agencia Espacial Europea, se puede interactuar con la imagen y recorrer los paisajes y la información más interesante de esté rincón inhóspito del planeta.

Isla Elefante tiene dos montes de casi mil metros de altura: el Pendragón, en el extremo sur, de 970 m; y el Monte Elder, en el noreste, con 945 m. Al norte del Monte Elder, se observa el glaciar Endurance, que desemboca en el sur, en el mar de Weddel.

También se pueden apreciar pequeños icebergs, especialmente frente a la costa occidental, como pequeños puntos blancos sobre el agua. Y se ven claramente las líneas blancas que producen las olas al chocar contra los acantilados rocosos.

En el norte, sobre el mar, se observan las variaciones en el tono azul del agua, que se debe a los sedimentos erosionados por el flujo de hielo, que son arrastrados por el agua de deshielo al océano.

Copernicus Sentinel-2 es una misión compuesta por dos satélites idénticos en la misma órbita. Cada satélite lleva un generador de imágenes multiespectrales de alta resolución de amplia franja con 13 bandas espectrales, para observar la tierra y la vegetación.

La observación con satélites es fundamental para estudiar las regiones polares remotas. Los satélites pueden monitorear el derretimiento de las capas de hielo, producto del calentamiento global, así como el aumento del nivel del mar y el impacto en las corrientes oceánicas globales.