Un escape cerca de CDMX para relajarse, disfrutar del temazcal y contemplar vistas de ensueño
Existe un destino muy cercano a la gran Megalópolis, perfecto para olvidarse de la acelerada y rutinaria vida. Este escondite ofrece diversos regalos a los visitantes que buscan relajarse.

Muy cercano de la Ciudad de México, se encuentra un peculiar destino que ofrece un ambiente de paz; ideal para quienes prefieren esconderse los ajetreos que se viven a diario en las ciudades. Posee un clima templado a lo largo de todo el año y se encuentra rodeado de espectaculares paisajes boscosos.
Entre otros atractivos y en sus cercanías, se encuentra el importante refugio invernal para la mariposa monarca. Originalmente su nombre era Pameje — de origen mazahua — y más adelante, durante los primeros años en la época de la Colonia, cambió a San Francisco del Valle de Temascaltepec.
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, adoptó el nombre con el que actualmente se le conoce actualmente, en honor al general Nicolás Bravo: “Valle de Bravo.” Uno de sus principales atractivos es su lago de excepcional belleza. Contemplar un atardecer en este sitio, hace que valga la pena elegir este lugar.

Dentro del pueblo se puede encontrar un importante número de artesanos que ofrecen los artículos que ellos mismos elaboran. Estas piezas talladas a mano, sirven de recuerdo de los especiales momentos vividos en este lugar o como obsequio a los seres queridos.
Deliciosa comida en un ambiente de tranquilidad
Al visitar Valle de Bravo, se tiene la oportunidad de descansar pero también de disfrutar su deliciosa comida. Los restaurantes de la localidad sirven una gran variedad de suculentos platilos de porciones bastas. Cada plato tiene un sabor que atiende a los más exigentes paladares.
En la mayoría de los lugares se puede disfrutar de magníficos desayunos, en donde se incluyen opciones de huevos servidos: en omelette, con enchiladas, enfrijoladas, enmoladas o acompañados de molletes. Además de la opción de café para beber, es recomendable probar el jugo verde para acompañar el desayuno.
Sabores, experiencias y descanso
Existen diversas alternativas para la comida. Se cuenta tanto con opciones de la región y restaurantes de comida internacional. Un buen ejemplo, es la pizza traidicional que se hace acompañar de arúgula, jamón serrano y queso brie; servido en el famoso restaurante “Piola”. Eso sí, en todos los establecimientos, las porciones de los platos son muy generosas.
También, una de los mayores atractivos son los espacios en donde se puede tomar un temazcal. Esta palabra proviene del náhuatl “tema”, que quiere decir vapor, y “calli” cuyo significado es casa. La estructura, es una construcción que generalmente es hecha de piedra o adobe. Dentro del proceso, se calientan piedras volcánicas que suelen colocarse en el centro.
Sobre ellas, se vierte una infusión de hierbas medicinales para generar vapor. Esta experiencia busca ayudar a relajar el cuerpo, en el aspecto físico y mental. Además de la terapia con base en aromas y masajes, se asiste en musicoterapia. El temazcal permite que al sudar, el cuerpo libere toxinas.
Un lugar para conectar con la naturaleza
Valle de Bravo cuenta con un espacio espectacular donde se puede observar todo su territorio: su mirador La Peña. Llegar hasta ahí toma un tiempo aproximado de 20 minutos: en el primer tramo hay que subir por escaleras y después por el terreno pedregoso y suelo natural. Es recomendable llevar zapatos cómodos y con buen agarre.
El mirador se encuentra a 1 860 metros sobre el nivel del mar. Desde lo alto se puede observar todo el territorio; por esto, las fotografías resultan espectaculares y la experiencia es única. Otro sitio imperdible es el vaso de la presa, que puede navegarse mediante un velero.
Aunque popularmente se le llama el lago o la laguna, el vaso corresponde al de la presa Miguel Alemán. Durante el año pasado el nivel del agua descendió considerablemente, sin embargo, en este 2025 con la presente temporada de lluvias, se ha recuperado favorablemente.
Cerca del pueblo existe además el Parque Velo de Novia. Esta es una reserva natural en donde se puede disfrutar de una cascada que cuenta con una altura de 35 metros. Para disfrutar este sitio, se sugiere llevar calzado con suela antiderrapante y una chamarra rompe vientos e impermeable, sobre todo en la temporada de lluvias.
El pueblo tiene múltiples opciones de hospedaje. Se sugiere buscar una opción que se encuentre en el centro; de esta forma es muy sencillo moverse con facilidad en la localidad. Si lo que se busca es descansar, esta opción es una excelente alternativa cercana de la Ciudad de México.