Cuidados del geranio en climas húmedos: cómo lograr que florezca sin parar pese a las lluvias
Bonita, resistente y muy agradecida, así es la flor de geranio, una planta que nunca pasa de moda, pero que se pone un poco caprichosa cuando el clima se pone húmedo.

Tu abuelita, la abuelita de tu abuelita y probablemente hasta más atrás ya tenían esta planta en casa. El geranio es de esas especies clásicas que han estado presentes en jardines, balcones, patios y hasta en las antiguas haciendas, llenando de color y vida cualquier rincón. ¿La razón? Nunca pasa de moda.
Parte de su fama viene de lo resistentes que son, lo fácil que es cultivarlos y lo bonitos que se ven, pero como cualquier planta, también tiene sus peros, y uno de ellos es que no le viene nada bien el exceso de humedad. En zonas donde llueve todos los dias, los geranios pueden volverse un verdadero reto.
Hay que entender que no todos los geranios son iguales, existen variedades que toleran más humedad, pero en general, estas plantas prefieren lugares soleados, con buena circulación de aire y tener riegos controlados. O sea, no son fans del “chapuzón diario”.
La buena noticia es que con algunos ajustes muy sencillos, los geranios pueden florecer incluso en los climas más húmedos. Así que si sientes que tu planta ya tiró la toalla, no te preocupes, aún hay forma de ayudarla a sacar esas flores que tanto esperas.

Geranios y humedad, una relación complicada
Todos sabemos que el exceso nunca es bueno, y en el caso de los geranios, la humedad excesiva es el principal enemigo. Puede provocar hongos y pudrición de raíces, y no es que la lluvia sea mala, de hecho el agua de lluvia es excelente porque viene limpia y con nutrientes, pero cuando se estanca, termina afectando a la planta.
Uno de los errores más comunes es dejar la maceta sobre un plato con agua estancada. En climas húmedos esto es casi una sentencia de muerte. Así que lo mejor es asegurarse de que el agua escurra completamente y si llueve mucho, hasta resulta buena idea mover la maceta bajo techo cuando se avecinen aguaceros intensos.
También hay que estar atentos al aspecto de las hojas. Si notas que se vuelven amarillas, se manchan de color café o empiezan a marchitarse, probablemente se trata de una señal de exceso de humedad o de algún hongo. En estos casos, cortar las partes afectadas y aplicar un fungicida puede ser la diferencia entre salvar o perder la planta.
Un buen drenaje es esencial para mantener a los geranios felices. esto empieza desde el momento en que los plantas, por lo que te recomiendo utilizar macetas con varios orificios de drenaje y un sustrato que sea suelto y aireado, no uno que se compacte con facilidad.
La ubicación también hace toda la diferencia, si tienes la planta en exterior, intenta que esté en un lugar donde reciba sol directo por lo menos unas 6 horas al día. El sol ayuda a secar y evaporar el exceso de humedad y ademas de todo ayuda a estimular la floración.
Y algo que muchas veces pasamos por alto es la circulación del aire. En espacios cerrados y húmedos, las enfermedades fungosas se propagan rápido, así que por nada del mundo coloques tus geranios pegados entre sí o cerca de paredes donde el aire no corra bien. Un poquito de espacio y brisa puede hacer maravillas.

Cuidados específicos durante temporadas lluviosas
En temporada de lluvias, hay que cambiar un poco la rutina, aunque parezca obvio es importante mencionarlo no riegues si ha llovido recientemente, incluso si la parte de arriba del sustrato parece seca. Muchas veces la humedad sigue abajo y agregar más agua solo empeora las cosas.
El abonado también debe ajustarse, si bien los geranios son comelones y agradecen los fertilizantes, en época de humedad hay que evitar fórmulas ricas en nitrógeno, ya que este elemento puede fomentar el crecimiento excesivo de hojas grandes y verdes, pero a costa de las flores y con más riesgo de hongos.
Si a pesar de todo tu geranio empezó a verse mal, no te desanimes, hay cosas que se pueden hacer para recuperarlo. Primero elimina cualquier parte que se vea podrida o enferma, usando tijeras limpias y desinfectadas, después deja que el sustrato se seque bien antes de volver a regar.
Si el problema fue un hongo, puedes usar un fungicida casero con bicarbonato y agua, o comprar uno específico en algún vivero. Y si la planta está en muy mal estado, a veces lo mejor es hacer esquejes con las partes sanas y comenzar una nueva planta desde cero..
En resumen, el geranio puede sobrevivir y florecer en climas húmedos, pero necesita de tu ayuda. No se trata de sobreprotegerlo ni de abandonarlo a su suerte, solo hay que aprender a leer lo que nos dice que necesita y ajustar algunos detalles para su cuidado, porque sí, el clima es importante, pero tú puedes hacer que florezca igual.